ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Paleocristiano, Románico Y Gótico


Enviado por   •  20 de Noviembre de 2012  •  3.495 Palabras (14 Páginas)  •  525 Visitas

Página 1 de 14

Paleocristiano

Comprende desde finales del siglo II hasta el siglo VI y se puede dividir en dos grandes periodos:

• Periodo de persecución y clandestinidad (siglos II y III)

• Periodo del gran arte paleocristiano en tiempos del Cristianismo como religión oficial del Imperio (parte del siglo IV). En esta fase será, por contra, un arte protegido e impulsado por las grandes jerarquías eclesiásticas de la época.

Primer periodo del arte Paleocristiano (Siglo II y III)

Se desarrolla entre Finales del siglo II y siglo III, años en los que las comunidades cristianas son perseguidas e el Imperio. Las dos manifestaciones arquitectónicas de este periodo son las Domus Ecclesiae y los Cimeterios (cementerios)

Domus Ecclesiae:

Las Domus Ecclesiae fueron lugares para la celebración del rito cristiano, por tanto son equivalentes a las iglesias parroquiales posteriores. No tenían una forma especial debido a que se empleaban normalmente viviendas romanas normales de dos pisos adaptándola a las funciones que necesitaban dividiéndola con tabiques.

Cimenterios (cementerios):

Durante esta fase los enterramientos cristianos tenían lugar en dos posibles lugares: los areae y las catacumbas. Los areae eran lugares donde las tumbas estaban cubiertas por losas; por el ritual funerario de la época, era frecuente encontrar en estos cementerios salas o lugares con mesas donde se celebraban los ágapes funerarios que se celebran tras el entierro.

En las catacumbas, los cristianos encontraron problemas porque no se encontraban terrenos para sus enterramientos por el periodo de la clandestinidad. Cuando las conseguían y se completaban se veían obligados a aprovechar el terrenos abriendo galerías subterráneas entrecruzadas, ya que en aquel tiempo también había cementerios al aire libre en Roma, pero los cristianos, por diferentes razones, prefirieron los subterráneos. Ante todo, los cristianos rechazaban la costumbre pagana de la incineración de los cuerpos. Siguiendo el ejemplo de la sepultura de Jesús, preferían la inhumación, por un sentido de respeto hacia el cuerpo destinado un día a la resurrección de los muertos.

Los cristianos celebraban sus reuniones en las casas patricias, que se llamaban titulus. Por leyenda se dice que las catacumbas durante las persecuciones servían como lugar de refugio momentáneo para la celebración de la Eucaristía. En Roma son cinco las catacumbas dedicadas a los mártires de las persecuciones: las de los santos Priscila, Domitila, Sebastián, Calixto e Inés.

La sepultura de los primeros cristianos era muy sencilla y pobre. Siguiendo el ejemplo de la de Cristo, se envolvían los cadáveres en una sábana o lienzo, sin ataúd. Los lóculos se cerraban después con lápidas de mármol o, en la mayor parte de los casos, con piezas de barro cocido y se fijaban con argamasa. Sobre la tapa se grababa a veces el nombre del difunto, con un símbolo cristiano o el deseo de paz en el cielo.

Los símbolos más importantes son el Buen Pastor, el "orante", el monograma de Cristo y el pez. Otros símbolos son la paloma, el Alfa y la Omega, el ancla y el ave fénix.

Además de los lóculos, había otras clases de tumbas: el arcosolio, el sarcófago, la forma, el cubículo y la cripta.

Arcosolio: Es un nicho mucho más grande con un arco encima. La lápida de mármol se ponía horizontalmente. Generalmente el arcosolio servía de tumba a toda una familia.

Sarcófago: Es un sepulcro de piedra o de mármol, ordinariamente adornado con esculturas en relieve o con inscripciones.

Forma: Es una tumba excavada en el suelo de las criptas, de los cubículos o de las galerías. Numerosas formas se encuentran junto a las tumbas de los mártires.

Cubículos: Eran pequeñas piezas, verdaderas tumbas de familia, con capacidad para varios lóculos. Los cubículos y los arcosolios estaban con frecuencia decorados con frescos que tomaban escenas bíblicas y reproducían los temas del Bautismo, la Eucaristía y la Resurrección, simbolizada con el ciclo de Jonás.

Cripta: Es una pieza más grande. En tiempos del Papa San Dámaso, muchas tumbas de mártires se transformaron en criptas, es decir, en pequeñas iglesias subterráneas, embellecidas con pinturas, mosaicos y otros tipos de decoración.

Arte Paleocristiano en el siglo IV y V:

El año 311 fue una fecha especialmente significativa para explicar el cambio que se va a producir en el arte cristiano, de un arte típico de comunidades pobres y semiclandestinas a un arte monumental y rico. En esta fecha se promulgó el primer edicto de tolerancia, el Edicto de Valerio Augusto, aunque tendrá más importancia el Edicto de Milán, del año 313, del mismo carácter tolerante que permite el culto cristiano sin ningún tipo de cortapisas; ambos fueron promulgados por el emperador Augusto Valerio. Este proceso de dignificación del cristianismo culmina en al año 380 cuando el emperador Teodosio proclama a la iglesia cristiana como iglesia oficial del Imperio.

Como consecuencia, la liturgia cristiana comenzó a adoptar elementos característicos del protocolo imperial. Se va a solemnizar y, en consecuencia, va a necesitar un nuevo vocabulario artístico que iguale los edificios cristianos con los grandes edificios públicos, palacios y templos de la sociedad romana. En esta nueva etapa el arte cristiano es financiado por el alto clero y por las clases patricias e incluso por los propios emperadores. Consecuencia de esta alto poder económico nos encontramos con un arte con tendencia al lujo muy considerable y realizado, por tanto, con materiales nobles especialmente costosos.

Las principales manifestaciones de este arte van a ser dos: la arquitectura eclesiástica y la pintura monumental que se va a plasmar a través de los mosaicos.

Las basílicas

Eran los nuevos templos cristianos. El principal problema que se plantea la Iglesia en estos momentos es encontrar un modelo arquitectónico para realizar sus celebraciones litúrgicas con toda pompa. Evidentemente tiene muchos tipos de edificios a su alrededor que pueden inspirarles, como los propios templos romanos, pero pronto se desecha esta idea debido por un lado a planteamientos puramente religiosos y por otro lado porque en los templos romanos no entra la multitud, pero en las celebraciones cristianas sí.

Una vez que el Cristianismo fue legalizado y posteriormente elevado a la categoría de Religión Oficial, los cristianos llegaron a tener una enorme influencia

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (21.9 Kb)  
Leer 13 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com