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Pensamiento Renacentista


Enviado por   •  3 de Julio de 2014  •  1.581 Palabras (7 Páginas)  •  351 Visitas

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El pensamiento renacentista.

Hablar del Renacimiento implica entrar en complicadas disquisiciones sobre el carácter de éste momento histórico y su relación con la Edad Media y con la Modernidad.

Contamos con dos realizaciones intelectuales con una elevada solidez de estilo: la resultante del renacimiento del siglo XII que dio cabida a la escolástica, y la revolución científica y cultural del siglo XVII; y en el medio, el Renacimiento.

La visión del mundo que sostienen los hombres del siglo XVII presenta caracteres precisamente opuestos: se valora la vida terrena en sí misma y la naturaleza se vuelve el centro de atención. El hombre se proyecta autónomo y libre, consciente de su valor, confiado en su capacidad de perfeccionarse y progresar.

El hombre moderno se dirige hacia el porvenir como soberano del mundo y esto solo es posible en la medida en que la razón se ha liberado de la fe. Entre estos dos modos de entender y vivir el mundo no hay un salto histórico inexplicable ni un despertar violento.

El Renacimiento es un momento de fermentación y de gestación en el que muchas ideas se ensayaron por primera vez, primero tímida y luego más sagazmente.

Representa, si se quiere, el punto a partir del cual la historia se precipita hacia la modernidad. Desde una cierta perspectiva, puede pensarse que el intento revolucionario de los hombres del Renacimiento resultó, al final, algo trunco.

Las creencias y las disposiciones psicológicas que vinculan a los hombres del Renacimiento con su pasado cercano, la Edad Media, inhiben o menguan la fuerza creativa y revolucionaria que parecía gestarse en la época. Pensar que los hombres del Renacimiento no podían obviar su contexto, no solo hace insostenible el mito del Renacimiento como ruptura radical, sino que permite concebir al desarrollo humano como un proceso y a la historia como un continuo.

Pero si hacia finales del siglo XVI la renovación espiritual se fue haciendo más marcada y los pensadores más dispuestos a romper con las opiniones y creencias aceptadas, en la misma época sobrevinieron el recrudecimiento de la ofensiva de la iglesia a partir de la Contrarreforma. Suceso este, que hizo de Italia un lugar inhóspito para el desarrollo intelectual.

Fueron amenazados, excomulgados y procesados por la Inquisición todos los que cuestionaron dogmas y se atrevieron a pensar libremente. De este modo, hacia finales del siglo XVI el Renacimiento agoniza en su intención revolucionaria. La historia personal de los hombres que vivieron y propusieron sus obras en este contexto, permite ilustrar la confusión mental que caracterizaba la época.

Quienes se aproximaban a la modernidad arrastrando tras de sí todo el bagaje simbólico y cultural de la Edad Media, eran incapaces de percibir claramente los límites de su propia posición teológica.

Esta ambivalencia manifiesta al menos dos cosas: por un lado una resistencia psicológica cambio, experimentada por hombres que veían tambalear un sistema que durante dos mil años los había ubicado en el mundo y les había servido de guía espiritual y cotidiana. Toda cosmología lleva implícita una metafísica que le da sentido, de modo tal que las modificaciones al orden natural traían tras de sí consecuencias filosóficas desestructurantes.

Por otro lado, estos cambios de actitud son también opciones políticas ante las transformaciones vertiginosos que se dan entre el siglo XV y el XVI: Intelectualmente el mundo se modifica ya desde la influencia ejercida por el renacimiento del siglo XII, ya desde las fuentes griegas y árabes que antes de la caída de Constantinopla (1453) habían empezado a conocerse gracias a la llegada de profesores griegos que huían exiliados.

El auge técnico también modificó la forma de entender el mundo: el arado permitió que muchas campesinos emigraran a la ciudad y se estimuló así el desarrollo comercial (y el Renacimiento es, ante todo, un fenómeno urbano); la carabela y la brújula permitieron no solo desarrollar la astronomía y la física, sino concebir la tierra de otro modo a partir del encuentro con América.

La iglesia comienza a perder su carácter de poder único ante la formación de los Estados nacionales (cuyo hito histórico es quizás la división del imperio Habsburgo en 1556) y de las altas burguesías. Pero fue la Reforma y la consiguiente Contrarreforma los sucesos que mutilaron y fragmentaron la autoridad de la iglesia precipitando la historia hacia la modernidad secular.

La cultura del renacimiento.

El Renacimiento fue un fenómeno artístico y cultural que se desarrolló a comienzos de la Edad Moderna en Italia durante el siglo XV y que se extendió al resto de Europa en el transcurso del siglo XVI. El Renacimiento fue un movimiento cultural basado en la recuperación del saber de la Antigüedad clásica, en el desarrollo de la razón y la crítica y del Humanismo, una doctrina homocéntrica que desplazaba el Teocentrismo medieval.

En el siglo XV, Italia fue el foco principal en el que se fraguó la cultura renacentista. Durante este siglo, Italia vivía una

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