Programa social para el desarrollo de la sociedad mexicana en el sexenio de Ernesto Zedillo: PROGRESA

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Programa social para el desarrollo de la sociedad mexicana en el sexenio de Ernesto Zedillo: PROGRESA

Meléndez Chávez Guillermina

Navarro Nolasco Diana Karina

Pérez Aranda Guadalupe Jaqueline

Rodríguez Rendón Porfirio Daniel

Santana Morales Itzel
México: Economía, política y sociedad

SC05B

Beatriz Nadia Pérez Rodríguez

10 de julio del 2015

ÍNDICE

Introducción………………………………………………………………………………………..3

Inicios de un nuevo programa……………………………………………………………………..5
Políticas públicas…………………………………………………………………………………..8
Progresa 1994-2000………………………………………………………………………………..9

Conclusiones …………………………………………………………………………………….15
Anexos……………………………………………………………………………………………16
Bibliografía……………………………………………………………………………………….21

INTRODUCCIÓN

La situación económica de México, ha tenido constantes altibajos. Ha habido momentos en que la economía mexicana ha presentado grandes niveles de crecimiento y desarrollo, pero también han existido crisis económicas que han afectado a todos los niveles de la población. Una de estas crisis,  tomaría lugar finalizado el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, e iniciado el de Ernesto Zedillo. Las medidas tomadas por el gobierno de Ernesto Zedillo debían aplicarse lo más pronto posible con el fin de evitar un mayor hundimiento económico. Los programas sociales serían de gran importancia para alcanzar el objetivo de desarrollo y estabilidad económica, para ello habría que modificar el programa Solidaridad puesto en marcha durante el sexenio de Gortari y transformarlo en el programa Progresa.

El programa Progresa, a diferencia de otros, tenía el fin de atender a los sectores más desfavorecidos de México, aplicándose en zonas marginadas. La aplicación del programa giraba en torno a tres ejes: educación, salud y alimentación. Cada uno de estos ejes tenía el objetivo particular de generar bienestar social a las personas de bajos recursos. El programa se origina bajo la idea de que la forma en que el país creciera en lo social y económico,  teniendo una población que viviera cómodamente. Para lograrlo se debía garantizar el abastecimiento de alimentos, una educación que fuera más accesible para los habitantes de zonas marginadas, y un sistema de salud eficiente. A pesar de que el programa tenía fines beneficiosos para la población, tenía que enfrentar algunas dificultades, como aquellas familias que tenían hijos con la finalidad de que se les diere apoyo económico, además de que nada garantizaba que el dinero que se destinaba con el fin de apoyar a la educación de los hijos, no fuera utilizado con otros fines por los propios padres.

El programa tuvo sus diferencias con otros aplicados anteriormente, debido a esto las transformaciones del mismo respondían a necesidades básicas que cada vez eran más difíciles de garantizar por la crisis económica, por tanto el programa enfrentó complicaciones al momento de su aplicación. ¿Fue entonces efectivo el programa Progresa? ¿Cuáles fueron las ventajas y desventajas del programa?

Pregunta de investigación

¿Qué alcance y qué impacto tuvo en la sociedad el programa Progresa durante el sexenio de Ernesto Zedillo?

Acotamiento

Identificar el principal programa social que se implementó durante la presidencia de Ernesto Zedillo en México, durante el periodo que va de 1994 al 2000, así como determinar el alcance  logrado por dicho programa durante su sexenio.

Argumentación

La relevancia de este trabajo enfocado en el sexenio de Ernesto Zedillo, radica en que el país pasaba por una de las crisis económicas más significativas de su historia, cuando éste asumió el cargo de presidencia, por lo cual, es importante conocer la finalidad que tenía la transformación del programa Solidaridad a Progresa, y si es que cumplió sus objetivos establecidos.

Objetivo General

Conocer y analizar el principal programa social implementado durante el sexenio de Ernesto Zedillo.

Objetivos particulares

Identificar las ventajas y desventajas que tuvo el programa para la sociedad mexicana.

INICIOS DE UN NUEVO PROGRAMA

El sexenio del presidente Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000) se inició en circunstancias particularmente difíciles que reflejaron la situación del país en ese momento: la deuda externa e interna era más grande de lo que sabíamos los mexicanos; una alta tasa de desempleo abierto; una inflación que se desarrollaba de manera rápida; movimientos guerrilleros en el sur del país; corrupción en las instituciones y cuerpos policíacos; asesinatos y ajusticiamientos masivos como los casos de Aguas Blancas y Acteal; “magnicidios políticos” (Juan Jesús Posadas Ocampo, Luis Donaldo Colosio, José Francisco Ruiz Massieu y Abraham Polo Uscanga)^[1]; todos estos problemas y muchos otros más arrancaron en medio de una crisis económica de gran magnitud que planteó al país retos enormes.

Por tal situación, en el gobierno del presidente Zedillo se trató de contener la crisis económica que se avecinó mediante la implementación de algunos programas sociales en pro de la sociedad mexicana.

Los últimos cinco presidentes de México han dicho que una de sus prioridades es acabar con la pobreza del país, y tres han sido los programas sociales implementados desde 1988 para lograrlo: el Programa Nacional de Solidaridad, el Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa) y el Programa Oportunidades; aunque desde hace dos décadas el promedio de pobres en el país ha sido la mitad de la población, según cifras del Coneval.

Para poder iniciar de lleno con los aspectos característicos del mandato de Ernesto Zedillo, es necesario revisar el periodo presidencial que le antecedió, correspondiente al ex presidente Carlos Salinas de Gortari; de esta manera quedará más claro, de dónde surgen muchas de las problemáticas que se observarán con el gobierno de Zedillo.

Carlos Salinas, incorporó durante su gubernatura el Programa Nacional de Solidaridad, que tenía por objetivo “revertir la baja en los niveles de vida” de los mexicanos. Tenía como base la participación social comunitaria, pues un comité recibía y administraba los apoyos del programa, lo cual sería la principal crítica de los partidos opositores, que acusaron que dicho programa era clientelar y usado con fines electorales.

A nivel nacional, la administración del presupuesto de Solidaridad recaía en una comisión, encabezada por el presidente Salinas,  coordinada por SEDESOL e integrada por diferentes secretarios de Estado como el de Hacienda, el de Presupuesto y el de Educación Pública.

El presidente Salinas, dijo que Solidaridad funcionó con 250,000 comités en todo el país, que repartieron y ejercieron por seis años 52,000 millones de pesos. Según cifras de Hacienda, el gasto en desarrollo social a través del programa pasó de 6.3% del Producto Interno Bruto, en 1988, a 10.2% en 1994. ^[2]

Según el Coneval, el sexenio de Salinas concluyó con 47 millones de pobres, es decir, el 52% de la población de 1994. Cabe mencionar que al iniciar su gobierno, en el país había 46.1 millones de personas en pobreza alimentaria.^[3]

Posteriormente, tras la crisis económica de 1994 en México, que derivó en la devaluación del peso y el colapso de la economía del país, el número de pobres en el país llegó a 63 millones en 1996, es decir, el 69% de la población, la cifra más alta que se ha tenido desde 1990. ^[4]

Al principio del sexenio de Zedillo se planteó el Programa de Alimentación y Nutrición Familiar (PANF), dirigido por el DIF; sin embargo, una evaluación crítica de los alcances de la política social y alimentaria de esa época, llevó a darle un giro radical a la propuesta con la instauración del Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa).

En esta faceta de la política social, se eliminan los comités que estaban establecidos para la entrega y administración de los recursos, sustituyéndolos por un modelo que nos rige hasta la actualidad, en el cual, se realiza la entrega de dinero en efectivo a las familias afiliadas al programa con la condición de cubrir ciertos requisitos (la asistencia de los niños a la escuela, realización de chequeos médicos periódicamente por parte de las familias) y haber pasado antes por un estudio socioeconómico.

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