¿Quiénes fueron los verdaderos responsables del exterminio de la Unión Patriótica?.

   ¿Quiénes fueron los verdaderos responsables del exterminio de la Unión Patriótica?

La unión patriótica  es un partido colombiano político constituido en 1985 con el fin de brindarle la oportunidad a los grupos armados al margen de la ley de hacer un movimiento legal y tener participación activa en la política. Sin embargo, no poco tiempo después de su conformación enfrentó una persecución política y militar  que acabo en el exterminio casi total del partido, ¿quienes estuvieron detrás del genocidio?

En primer lugar, tenemos como actor a los paramilitares. Dicho grupo inicio una ofensiva contra La Unión Patriótica que consistía en golpear sus bases sociales y locales para debilitar a los líderes y luego asesinarlos. Empleando métodos de tortura públicos lograron generar  miedo en la población y en cualquier individuo que fuera simpatizante con la UP, logrando así el desplazamiento forzado y el quiebre de la base social de los militares de izquierda.

En 1986 se envió al jefe de propaganda de la unión patriótica a un importante narcotraficante y financiador paramilitar: Gonzalo Rodríguez Gacha. Esto con el fin de detener la persecución y los homicidios que estaban realizando los paramilitares. Gacha propuso a las FARC iniciar un negocio con el narcotráfico en donde él seria la cabeza principal, por supuesto, las FARC no aceptaron dicho negocio e iniciaron una guerra que los obligó a empuñar las armas de nuevo y realizar actos terroristas contra el gobierno nuevamente.

Tras la muerte de Gacha, los paramilitares no detuvieron sus acciones y conformaron el conocido grupo paramilitar de extrema derecha  denominado Autodefensas Unidas De Colombia bajo el mandato de Carlos castaño con aportes del estado, políticos. Militares y demás.

Bastaba simplemente con ser simpatizante de la UP, miembro de un sindicato o cualquier nexo con el partido para ser objeto de amenazas, hacinamientos y demás actos por parte del paramilitarismo.

En 1996 los paramilitares lograron un cobijo por parte de la autoridad en donde se permitía el porte de armas a civiles y organizaciones cooperativas de seguridad (Convivir). Esto resulto en una contraposición de la guerrilla en donde aumentaba su frente militar y sus acciones terroristas que nuevamente damnificaron las regiones que habían decidido dejar en paz: Chocó, Urabá, Antioquia, entre otras.

En segundo lugar,  cuando el acuerdo fallido entre Gacha y las FARC resulto en un refuerzo de las acciones militares por esto el gobierno lanzó un ultimátum a las FARC: O se desmovilizaban y bajaban las armas o se acaba el proceso de paz. Por supuesto, frente a la ofensiva de Gacha, las FARC no hicieron caso omiso y rompieron el tratado con el gobierno retirando a sus dos representantes de la unión patriótica para que estos retomaran sus acciones de comando en la guerrilla. Sin embargo, el partido no se disolvió en ese momento, aún tenía ideales democráticos y pacifistas por los que luchar y siguió conformándose con dirigentes, civiles y líderes demócratas con el mismo objetivo.

Los individuos que permanecieron en la Unión Patriótica pronto fueron blanco de acusaciones, entre esos, el de portar la voz de la insurgencia y alentar a conformar grupos rebeldes en contra del estado, dicho esto, el estado se desentendió por completo de su actividades y no ofreció ningún tipo de garantías.  

Otro momento en que el estado ha sido parte activa del exterminio fueron sus actos de negligencia frente a 15 convivir que financiaban grupos paramilitares para perpetuar la persecución a la UP, a la vez que patrocinaban sus intenciones en la población.

También se conocieron giros de dinero que procedía de pactos con las Autodefensas Unidas De Colombia, dichos giros utilizaban a las Convivir para realizar estos pagos. Nuevamente, ningún ente del estado realizo una intervención a tiempo para evitar la financiación y la fuente ingreso que estas organizaciones estaban suponiendo para los paramilitares.

En la actualidad colombiana, se reconocen al estado y a los paramilitares como autores materiales del exterminio, sin embargo, hasta el momento no se han generado las sentencias adecuadas para estos actos y los actos de homicidio siguen impunes. Al día de hoy el debate radica en encontrar los motivos verdaderos para el exterminio y generar justicia para familiares de las víctimas. Este suceso en Colombia podría servir de referente para el proceso de paz que se vive actualmente y por supuesto, entender como el papel del estado puede ser tan negativo como de cualquier otro grupo que quiera usar la fuerza para lograr sus objetivos.

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