¿Qué hacer con el indio?

¿Qué hacer con el indio?

La Conquiste del Desierto se llevo a cabo en la Argentina contemporáneamente a las guerras indias de los Estados Unidos, se utilizaron mortíferos rifles Remington y se justificación las ofensivas militares y la ocupación territorial a partir de premisas ideológicas semejantes. Al fin y al cabo se trataba de un país americano con un problema semejante a la violencia fronteriza y de poblaciones indígenas no sometidas. Sin embargos las elites argentinas no dejaron de invocar modelos como las referencia constantes a la misión de las armas francesas en Argelia. Los jefes militares estudiaban la guerra contra los árabes y los apaches para poder aplicar sus enseñanzas a la situación local.

La primera conquista fue realizada por la Corona de España, había incorporado los territorios del extremo sur de América al ámbito geopolítico de Occidente y la segunda conquista venia a cerrar simbólicamente el círculo iniciado por aquella acción. Es decir, por su intermedio la porción más extrema del subcontinente debía quedar culturalmente integrada en el ámbito de la civilización occidental. Y el termino civilización fue asumido con toda la carga culturalmente jerárquica que le imprimieron el pensamiento ilustrado y su hijo directo, el positivismo. Porque civilización era lo contrario de desierto, concepto que, en el contexto de la ocupación de los territorios meridionales, implicaba que esa región era un “no man´s lands” una tierra de nadie, ya que sus pobladores tradicionales no contaban para la civilización habían quedado evolutivamente marginados de ella.

La segunda mitad del siglo XIX la visión tradicional de algunos grupos indígenas como barbaros o salvajes se solapó con algunos conceptos acuñados y profusamente utilizados por el pensamiento occidental decimonónico en su relación con la diversidad humana: el de primitivos o razas inferiores. Los pueblos primitivos que entraban en contacto con un medio más avanzado estaban condenados a desaparecer. Dicho de otra manera, el avance de la civilización sobre las tierras mas ignotas (como la Patagónica) se suponía incontenible, a lo que se agregaba el convencimiento de que las formas fósiles de la vida primitiva solo podían preservarse en el aislamiento, nunca en el contacto con formas superiores, que llevaban todas las ventajas en el proceso de selección operado en la lucha por la existencia.

Cierto es que, como se ha dicho, hoy se sabe que los indígenas de la pampa y la Patagonia tenían organizaciones socio-económicas más complejas y hábitos mas sedentarios de los que tradicionalmente se ha reconocido.

En consecuencia con estas ideas, todos los que opinaron acerca de qué hacer con el indio” en un debate que se prolongo por varios años y que se puede ver en libros de la épocas, en documentos oficiales y sobre todo en las columnas de los periódicos. Compartieron

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