Reforma Agraria
marive.t7 de Junio de 2014
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REFORMA AGRARIA EN EL ECUADOR
Reforma agraria es un conjunto de medidas políticas, económicas, sociales y legislativas impulsadas con el fin de modificar la estructura de la propiedad y producción de la tierra. Las reformas agrarias buscan solucionar dos problemas interrelacionados, la concentración de la propiedad de la tierra en pocos dueños (latifundismo) y la baja productividad agrícola debido al no empleo de tecnologías o a la especulación con los precios de la tierra que impide o desestima su uso productivo.
Las formas de cambiar la tenencia de la tierra son por medio de la expropiación de la tierra sin indemnización o mediante algún mecanismo de compensación a los antiguos propietarios. Generalmente los resultados sociales son la creación de una clase de pequeños y medianos agricultores que desplazan la hegemonía de los latifundistas.
La toma del poder político en el Ecuador por una dictadura militar (1963), que pone en vigencia la primera Ley de Reforma Agraria en el país.
JUNTA MILITAR DEL 63
Junta Militar que Gobernó Ecuador entre 1963 y 1966. Sus integrantes fueron: Contralmirante Ramón Castro Jijón, General Marcos Gándara Enríquez, General Luis Cabrera Sevilla y General Guillermo Freire Posso.
Depusieron al Presidente Carlos Julio Arosemena Monroy debido a su política pro castrista. La Junta del 63 se caracterizó por ser contraria a la Revolución Cubana en materia internacional, sin embargo, puertas adentro desarrolló una política en favor de las mayorías oprimidas. Es el caso de la Reforma Agraria que eliminó el huasipungo, que era una forma precaria de explotación en contra del indígena ecuatoriano.
El gobierno de este periodo de la historia ecuatoriana era de carácter militar ya que estaba conformado por (originalmente) cuatro miembros de las Fuerzas Armadas del Ecuador. Este gobierno es aplaudido por ser uno de grandes reformas que el Estado y sus habitantes requerían en calidad de urgente, pero también es criticado por su autoritarismo así como por la gran represión que existió.
En cuanto a los aspectos políticos y económicos de este gobierno se puede resaltar la existencia de grandes cambios que trajeron un nuevo aire al gobierno. Uno de los más grandes e importantes de cambios que el gobierno realizó fue la reforma agraria. Fue mediante a esta que se logró eliminar lo que se conocía en ese entonces como el huasipungo y de esta manera se le entregó tierras a miles de ecuatorianos de escasos recursos que tenían derecho a reclamar por las mismas. La junta fue, es y seguirá siendo admirada por haber dado un paso adelante al abogar por estas personas que se beneficiaron del reparto. La reforma agraria pudo beneficiar a 23 mil familias y resolvió 14008 casos de huasipungos en 800 haciendas. Esta repartición y expropiación de tierras fue realizada tras un minucioso estudio que permitió determinar los lugares donde existía el Huasipungo y así tomar las respectivas acciones sobre este tema. Uno de los personajes importantes en este episodio es el ministro de Fomento José Corsino Cárdenas ya que fue el quien se encargo de realizar los diversos estudios y en conjunto con una comisión preparar la ley que daría forma a la reforma. El General Marcos Gándara pronunció en referencia al Huasipungo una famosa frase que dice, "Basta un solo hecho para justificar la actuación de nuestro Gobierno: la abolición del huasipungo, ignominiosa institución esclavista que había supervivido a todos los Congresos y a todas las transformaciones políticas, incluida la Revolución Liberal".
INTRODUCCIÓN A LA REFORMA AGRARIA EN EL ECUADOR
Históricamente los sistemas de tenencia en América Latina se basaron en la propiedad privada y la concentración de las tierras agrícolas en manos de pocas familias y en la existencia de una gran cantidad de familias campesinas o de trabajadores sin tierra, ya sea en lo que se denominó el complejo latifundio-minifundio, o en la economía de plantaciones; los latifundistas tenían grandes extensiones de tierra, y las de mayor calidad agrícola, mientras que los campesinos tenían parcelas muy pequeñas, en áreas marginales, viéndose obligados a vender su fuerza de trabajo, también como una forma de acceder a más tierra.
No obstante esta estructura de tenencia, los gobiernos latinoamericanos habían adoptado políticas encaminadas a estimular la modernización del sistema de las haciendas. La introducción de políticas de industrialización mediante sustitución de importaciones en el período de la postguerra ya había comenzado a transformar el sistema tradicional hacendario. Medidas gubernamentales como créditos subsidiados para la compra de maquinaria agrícola y equipo, calidad mejorada del ganado, fertilizantes, semillas de variedades que ofrecían grandes rendimientos, así como programas de asistencia técnica, tuvieron el propósito de estimular la modernización tecnológica de las grandes propiedades de tierra. Las relaciones sociales de la producción también habían comenzado a cambiar. La tenencia de la tierra a cambio de mano de obra y en cierta medida la aparcería comenzó a ser sustituidas por el trabajo asalariado. Algunos terratenientes vendieron parte de sus propiedades con el propósito de financiar mejoras en lo que les quedó de sus extensiones de tierra, con lo cual aceleraron un proceso terrateniente de transformación.
En este contexto, las reformas agrarias iniciadas en varios países de América Latina en los últimos 50 años, fueron un componente de los procesos de modernización capitalista de la agricultura, ya sea que se hayan impulsado con la alianza de gobiernos nacionalistas-revolucionarios o populistas con el movimiento campesino o que hayan sido promovidas en el marco de la estrategia de los gobiernos nacionales en alianza con el de los Estados Unidos. Prácticamente todas las reformas agrarias que se impulsaron en la década de los sesenta, fueron inducidas por la Alianza para el Progreso.
En términos generales, se pueden puntualizar cuales eran los efectos esperados de las reformas agrarias4:
Reducir o eliminar el papel de los terratenientes como eje de la sociedad rural y, por lo tanto, de restringir su peso en el conjunto de la sociedad.
Redistribuir los ingresos e incorporar los campesinos al mercado, para permitir un importante crecimiento del mercado interno y, en consecuencia, favorecer el desarrollo industrial urbano, sector al que se consideraba el más dinámico en términos del desarrollo de los países latinoamericanos.
Generar un proceso de reinversión de capital por parte de los terratenientes y elevar la productividad en el campo.
Poner en cultivo tierras ociosas pertenecientes a las grandes unidades, para ampliar la frontera agrícola.
Aumentar el empleo rural, frenando de esa manera la migración hacia los centros urbanos.
Reemplazar las grandes unidades privadas por las unidades familiares.
EVOLUCIÓN DEL MARCO LEGAL DE LA REFORMA AGRARIA EN EL ECUADOR
REFORMA AGRARIA (1973)
El 9 de octubre de 1973, la Junta Militar dictó el Decreto 1172 (publicado en el Registro Oficial No. 410 de 15 de octubre de 1973) con el nombre de Ley de Reforma Agraria, siendo los aspectos más sobresalientes los siguientes:
Principios básicos
- La Reforma Agraria constituye un proceso de cambio gradual y ordenado de la estructura agraria en sus aspectos económico, cultural, social y político, por medio de operaciones planificadas de afectación y redistribución de la tierra, así como de los recursos de crédito, educación y tecnología, para alcanzar los siguientes objetivos: integración nacional, transformación de las condiciones de vida del campesinado, redistribución del ingreso agrícola y organización de un nuevo sistema social de empresa de mercado.
El proceso de Reforma Agraria se realizará mediante la aplicación combinada de dos métodos: el de la organización nacional de un sistema de regiones, zonas y sectores de intervención prioritaria, en el que se concentren los procesos de afectación de tierras y los recursos de apoyo financieros y tecnológicos del Estado y, el de regulación estatal de la función social de la propiedad sobre la tierra.
- El Estado seleccionará las regiones, zonas y sectores de intervención prioritaria, en territorios cuya localización, condiciones ecológicas, sociales y potencial de recursos físicos permitan la transformación de la estructura productiva por medio de la concentración de inversiones públicas y privadas y la aplicación de una tecnología moderna y adecuada a las condiciones locales.
- Para la determinación de una región, zona o sector de intervención prioritaria, se tendrá en cuenta la posibilidad de asentar el máximo número de familias campesinas y de crear una infraestructura física, de comercialización, comunicaciones, vivienda rural, educación, salud y saneamiento ambiental, así como la de ejercer una decisiva e inmediata influencia en el desarrollo regional.
- Son regiones, zonas o sectores de intervención prioritaria: los que se seleccionen por sus condiciones ecológicas y sociales, con el objeto de centrar en ellos los procesos de afectación de tierras y las operaciones de asentamiento campesino y, los constituidos por tenedores minifundistas, comuneros o campesinos sin tierras y en estado de indigencia.
Dirección, planificación y ejecución de la reforma agraria
- La dirección política del proceso de reforma agraria corresponde al Presidente de la República a través del Ministerio de Agricultura y Ganadería y su ejecución
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