Reforma Agraria
keitli9 de Enero de 2014
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LOS PROBLEMAS DE LA ECONOMÍA CONTEMPORÁNEA. LATIFUNDIO Y REFORMA AGRARIA
LA REPONSABILIDAD DE LOS LATIFUNDIOS EN EL RETRASO DE LA EVOLUCIÓN SOCIAL.
• EL ATESORAMIENTO DE LA TIERRA Y EL SUBEMPLEO AGRÍCOLA.
Latinoamérica se caracteriza por un retraso notable de las sociedades rurales con respecto a las urbanas. Será el latifundio el que acentúe y perpetúe este retraso y aislamiento. Ha provocado el atesoramiento de tierras en pocas manos que monopolizan una gran cantidad de tierras, pero que cultivan una escasa proporción de ellas. Además, se utilizan unos modos de cultivo que no permiten el pleno empleo, por tanto, nos encontramos con el fenómeno del subempleo agrícola, que no se debe a una falta de tierra cultivable.
Un segundo problema que deriva de la concentración de la tierra es que el sistema de tenencia de la tierra ha sido bajo fórmulas diferentes (arrendamiento, aparcería) de tal manera que dentro de la gran propiedad han surgido pequeñas explotaciones personales o familiares como el principal medio de vida de esta población rural, pero en unas condiciones demasiado precarias y que provocan ciertas apatías en el mundo rural porque el latifundios ofrece una cierta seguridad pero a cambio del rechazo de cualquier tipo de cambio. No hay revueltas porque los campesinos aceptan el régimen paternalista que les ofrece el latifundio. Sólo cuando esa seguridad se ve amenazada, se producen las revueltas, por ejemplo cuando el patrón abandona sus propiedades en manos de un administrador o comete abusos. Por tanto, se perpetúa una sociedad arcaica y una economía de subsistencia en las sociedades rurales.
• LA DESTRUCCIÓN PREMATURA DE LA “FRONTERA”.
Latinoamérica, al igual que Norteamérica (excepto la América nuclear) se encontraba débilmente poblada. Por tanto, podía haber contado con una frontera agrícola-ganadera que se hubiera ido abriendo poco a poco a medida que se hubiese ido necesitando, al igual que sucedió en Norteamérica. Sin embargo, en Latinoamérica esa frontera fue destruida rápidamente porque se monopolizaron grandes extensiones de tierra desde el periodo colonial, lo cual dificultó enormemente la colonización de tierras libres porque están quedando en terrenos muy alejados. Los gobiernos debían tener las infraestructuras necesarias para permitir la colonización de tierras tan alejadas. Grandes extensiones de terrenos infrautilizados eran el lugar donde los medios de transporte habían llegado más rápidamente.
Ante esta situación, era necesaria una reforma agraria en países de gran extensión como Brasil, Perú o Venezuela donde existe una propiedad pública en lugares bastante alejados. En cambio, en América Central no existe tierra vacía, ya que fue ocupada rápidamente por la gran propiedad.
Sólo entre el 10 y el 15% de la tierra cultivable para los años 70 estaba puesta en cultivo. Los gobiernos dominados por las clases oligárquicas han tenido mucha responsabilidad en esto, ya que han vivido ajenos a los problemas rurales. Con haber arbitrado una buena política fiscal, se hubiera solventado gran parte del problema.
Para los campesinos sin tierra que quisieran poner en explotación nuevas tierras, éstas eran demasiado lejanas e implicaban el exilio.
• LA AUSENCIA DE LAS CLASES MEDIAS RURALES.
Al comparar la sociedad rural de Latinoamérica y de Europa occidental aparecen grandes diferencias. En la Europa occidental se advierten diversas clases de explotadores de tierra independientes o semiindependientes, debido a la fragmentación de la tierra y a la mayor flexibilidad de las formas de arrendamiento. De tal manera que entre un jornalero y un gran propietario existían situaciones intermedias que debemos vincular a la formación de una clase media rural.
Sin embargo, en Latinoamérica la estructura rural, al estar dominada por la gran propiedad impidió la formación de esos sectores sociales intermedios porque toda la población rural está en una situación de dependencia de la gran propiedad. Así, entre un gran propietario y un jornalero hay muy pocos sectores intermedios. Se trata de una estructura tan arcaica que es más fácil descender que ascender.
• LA AGRAVACIÓN DEL AISLAMIENTO RURAL.
Latinoamérica está marcada por un peligroso divorcio entre la sociedad rural y la urbana, aún más grande que en la Europa del s. XIX. Este divorcio tiene que ver con las grandes transformaciones que han sufrido las ciudades que han sido muy aceleradas. Sin embargo, el medio rural se caracteriza por la población débil y dispersa y por insuficientes medios de transporte y comunicación. La gran propiedad se ha presentado como el instrumento más eficaz del aislamiento rural porque alberga en su interior todo lo básico para desarrollar una forma de vida en términos de subsistencia.
LAS REFORMAS AGRARIAS.
• LA NECESIDAD URGENTE DE LA REFORMA DEL LATIFUNDIO.
Hay que hacer una reflexión sobre dos nociones inexactas sobre el mundo rural:
• Latinoamérica es un territorio de monocultivo.
• Latinoamérica es un territorio de grandes explotaciones.
La primera noción es inexacta porque aunque existieron monocultivos dirigidos a la exportación, ocupaban una mínima parte del territorio agrícola y empleaban a un número bajo de trabajadores agrícolas. En cuanto a la segunda, Latinoamérica es un territorio donde predomina la gran propiedad, pero estuvo en parte constituida de pequeñas explotaciones que eran cedidas en régimen de arrendamiento o aparcería.
La combinación de estos dos elementos nos ayuda a explicar una distribución de funciones clave en el mundo latinoamericano, que consiste en que los monocultivos que existían estaban dedicados al sector exportador, mientras que a la gran propiedad le quedaba la función de producir los alimentos básicos para la población. El monocultivo de exportación ha provocado sobreproducción y, paradójicamente, el latifundio ha sido incapaz de desempeñar su función de alimentar a una población en constante crecimiento.
Lambert opina que más que una reforma agraria, lo que se necesita es una revolución agraria, porque el reparto de tierras sin más no solucionaría nada.
• LA RESISTENCIA FEUDAL A LA REFORMA AGRARIA Y LA INDIFERENCIA DE LA SOCIEDAD URBANA.
La resistencia a una reforma agraria parte de la gran clase propietaria de tierra, pero cuenta con los apoyos suficientes, ya que encuentra una extraordinaria complicidad en los sectores urbanos, que sólo se preocupa de desarrollar el país mediante la industrialización. Esto se nota cuando tiene lugar un crecimiento económico en un país determinado. Existe una especie de insolidaridad del mundo urbano latinoamericano hacia el mundo rural. Cuando exista un crecimiento económico serán las poblaciones urbanas las que exijan un aumento del bienestar económico y social en las ciudades: más salarios, más escolarización, más hospitales, más higiene...sin embargo, el grado de exigencia para alcanzar el bienestar es mucho menor en el campo. Un informe de las Naciones Unidas de 1958 hablaba sobre el egoísmo de las sociedades urbanas que es común a la mayoría de los países subdesarrollados.
El latifundio, por tanto, está en todas partes, pero al mismo tiempo agoniza porque no permite el desarrollo del mundo rural, por lo que es necesario llevar a cabo profundas reformas de las estructuras agrarias.
Lambert en los 70 afirmó que si las reformas agrarias no se daban prisa para reorganizar la sociedad rural, la población huiría del campo y se precipitaría en unas ciudades que no podrían emplear a tanta gente. También afirmó que los que quedaran aislados en medio rural estarían dispuestos en cualquier momento a participar en revueltas populares pero no en revoluciones constructivas.
• LAS REVOLUCIONES AGRARIAS DEBIDAS A REVOLUCIONES POLÍTICAS.
• MÉXICO.
Hunde sus raíces en la revolución de 1910, fue consagrada en la constitución de 1917 declarando que la tierra pertenece a la nación. Se empezaron a hacer redistribuciones de tierras, pero la redistribución no fue intensa hasta el gobierno de Cárdenas en 1934, donde se hizo una redistribución masiva entre quienes cultivaban y también se restituyó de tierras a las comunidades indígenas. Los propietarios de las tierras no iban a ser personas, sino las comunidades que las trabajaban, se restituye el ejidoè gran propiedad comunal indígena, esas tierras ejidales se redistribuyen en parcelas para explotarlas de forma personal o familiar. Esta reforma tuvo sus inconvenientes:
El ejido volvía a reproducir esquemas arcaicos y seguía siendo improductivo, por tanto, bajo Cárdenas la mitad de las tierras agrícolas se habían convertido en ejidos, pero con escasos resultados. La reforma agraria se frena hasta el mandato de López Mateos que emprende otra reforma consistente en repartir tierras de forma individual en plena propiedad. Tampoco esta reforma sirvió para mejorar la situación sensiblemente, la aportación al mercado nacional fue débil, y, en muchos casos, los campesinos abandonaron las tierras emigrando a la ciudad. Sí hubo algunas propiedades no expropiadas que modernizaron las explotaciones aportando más al mercado nacional y respondiendo mejor a las demandas alimenticias del país.
• BOLIVIA.
En 1952 estalla una revolución organizada por el Movimiento Nacional Revolucionario, lleva a Paz Estenssoro a la presidencia con la idea de una revolución social: se monopoliza la exportación del estaño, se nacionalizan las minas y se impulsa una reforma agraria promulgada en agosto de 1953. Se distribuyeron tierras en parcelas
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