Reinvindicacion Marítima
Yuyi1995Reseña2 de Mayo de 2018
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María Judith Padilla Ch.
Por lo que reste
de nosotros
2017
Sin pensarlo, tomamos nuestras manos
en aquel auto, nos miramos, y en silencio..
ambos sentimos lo mismo.
Ya ha pasado un tiempo de ello, mas la
Sensación es igual de impresionante..
Gracias por ser siempre mi mejor ayuda.
Te amo infinitamente mas..
Capitulo Uno
Esa tarde las cosas habían empezado a acomodarse un poco, y no exactamente como él lo quería. Era una tarde calurosa para todos en la oficina, el amotinamiento de personas corriendo de un lado a otro con papeles, firme aquí y firme allá, y la mirada desafiante de la gerente de la empresa parecía que recortaba el poco aire acondicionado que llegaba a la oficina de Luis.
Había tenido una mala tarde, ¿cómo no? No habían parado de llegar centenares de carpetas de solicitantes a su escritorio, como un impulso miro su reloj.
-Ok, falta ya poco...- susurro casi para él.
Se mentía solo para no estresarse más de la cuenta, apenas eran las 4:30 de la tarde y su cuerpo debía aguantar el calor hasta las seis.
Había solo algo en el mundo que podía poner a Luis de buen humor: un momento intimo con una cerveza fría y una guitarra. Anhelaba tanto el fin de semana desde que caía la noche del domingo, aunque a veces tenia tanto trabajo que el fin de semana ni siquiera existía.
También había solo algo en el mundo que ponía a Luis de mal humor: su esposa.
Y justo recordó a su esposa hoy... justo hoy que estaba a punto de explotar de tanto estrés.
-Luis...- entra a la oficina su compañero de trabajo...-la Licenciada Rodríguez desea verte en su oficina, me pidió que te sugiera que vayas rápido.
- Así? ¿Y que desea su majestad? ¿Otro innecesario informe de mi trabajo? -sonrió sarcásticamente.
-Deberías agradecer que por lo menos tienes un trabajo para huir de tu esposa.
Es cierto, pensó.
Su compañero ya se había retirado, Luis tomo su agenda y un bolígrafo, caminó como caminan los condenados a la horca hacia su muerte inmediata.
Llego a la puerta del despacho de la Lic. Rodríguez, que en si era la típica jefa esclavizadora a la que todos odian y evitan hasta cruzar palabras durante los recesos en la oficina. tomo aire, toco la puerta y abrió.
-Pase Don Luis, justo a usted lo andaba buscando...- la Lic. ni si quiera levanto la vista mientras leía unos papeles...-tome asiento y póngase cómodo, lo suficiente como para escucharme bien sin poner su típica cara de yo lo sé todo.
Tenía mala fama en la oficina, jamás vieron una sonrisa en el rostro de Luis, siempre se enojaba de todo y por todo, sí. Todo le parecía aburrido.
-Usted tiene familia?
-Mis padres viven en lejos Licenciada...- Luis agacho la cabeza.
-Hablo de su familia, su esposa y sus hijos..-tomo un papel y se lo paso a Luis..- estamos recortando personal Don Luis, su desempeño es bastante bueno, siempre puntual, siempre organizado pero jamas lo he visto en las reuniones de la empresa, ni siquiera en los días de familia que organizamos los 3 años que usted lleva trabajando aquí.
-Me llamo para interrogarme sobre esto Licenciada? Y que tiene que ver el seguro de salud en todo esto?..-exclamo Luis mientras movia la hoja..-si, tengo esposa. Pero aun no tengo hijos.
-Y entonces porque tu esposa no aparece en el seguro de salud que te da la empresa, se supone que te cubre a ti y a tu familia.
-Es que..- Luis se detuvo un momento..
Recordó cuando Yane le había pedido con lagrimas en los ojos que se casaran, que formalizaran su relación.
-es que?..-pregunto la Lic.
-Aun no nos casamos..
-y eso porque?.. si es dinero lo solucionamos rápido, además es solo formalidades de la ley, ustedes llevan tiempo juntos.
-Y usted como sabe eso?..- Luis entre si pensaba, y a esta mujer que le importa lo que hago o dejo de hacer?, es mi vida..
-Tu esposa vino hoy a hablar conmigo, me dijo que estas muy cansado con el trabajo y que teme que enfermes debido a eso, me pidió que te de unos días libres y le aconseje que fuese al doctor, cuando busqué los documentos de tu seguro de salud descubri que tu esposa no figuraba ahí, le dije que conversaría contigo acerca de su petición.
-Mire Licenciada, no es necesario que se preocupe mi , no necesito días libres, es mas yo me casare cuando quiera.. no tengo nada, yo me encuentro muy bien de salud y la verdad, me hubiese gustado que asi como ahora, me mande llamar cuando ella estuvo aquí, disculpe la molestia no volverá a pasar, ella no debio venir..- Luis se dispuso a irse del despacho..
-Calma muchacho, ella lo hizo de buena voluntad, por algo es tu pareja, esta cuidando tu salud.. tomate los días que necesites para descansar y regresa cuando te sientas mejor..
-no es necesario..- exclamo Luis mientras cerraba la puerta.
Mientras caminaba nuevamente a su oficina pensaba en todo lo que le diría a su esposa al llegar a casa,estaba furioso. El no soportaba muchas cosas, el odiaba cuando ella hacia cosas por el sin que se las pidiera, odiaba que ella reciba sus llamadas cuando el no podía, odiaba que ella caminara sola por la calle sin que el lo supiera, odiaba mas aun cuando su ex pareja llamaba para saber como estaba Mateo, el hijo de 5 años de Yane, cuando ella se separó de él, mateo apenas tenía unos meses de nacer.
Luis y Yane se conocieron por casualidad en un pequeño bar, cuando la banda de Luis que era el cantante principal se había presentado. Tomaron unos tragos y comenzaron una amistad, a los meses Luis decidió mudarse con ella y empezar una relación, ya habían pasado más de tres años desde esto.
Cerro la puerta de su oficina y como cuando regañas a un niño, se sentó en su sillón con los brazos cruzados. Miro su reloj, las 5:30 pm. Falta solo media hora y seré libre.
Capitulo Dos
El móvil de Luis sonaba mientras el hojeaba los últimos papeles antes de irse a casa.
Después de la charla de ayer con la Licenciada, y salir del trabajo llego a casa y tomo una ducha. No dijo nada, simplemente se fue a dormir.
La idea de casarse no estaba tan mal, porque no? Pensaba “llevo mucho con Yane y pues quiero mucho a Mateo, no digo que sea como mi hijo, pero lo quiero mucho”.
El móvil sonaba por cuarta vez. Se apresuró a buscarlo y contestar.
-Hola? - con Luis Farell? -una voz masculina pregunta.
-si... el habla, quien es disculpe?
-Soy Andrés Roca. Me facilitaron su número hace unos días, soy dueño de una productora y soy caza talentos. quisiera tener una reunión con usted, he escuchado el material que tiene en la red, y créame que es muy bueno.
Luis había dejado de cantar el mismo tiempo que estaba con Yane, no porque ella se lo prohibiese, sino porque jamás volvió a ser lo mismo. Los cantantes normalmente tienen muchas fans y fama de mujeriegos así que fácilmente se dejarían llevar por los encantos femeninos, así que, para evitar estos inconvenientes, Luis había dejado de asistir a ensayos y poco a poco dejo la banda y los escenarios.
-Pues muchas gracias, pero. ¿Quién le dio mi número telefónico? - tal vez es solo una mala jugada de mis antiguos amigos de la música, pensó.
-Su esposa Luis, ella incluso me dio la dirección de su trabajo si es que no contestara el teléfono.
-y usted como la conoce? -pregunto algo extrañado.
-Yane y yo fuimos compañeros de colegio, yo viví en el extranjero todo este tiempo, y ahora estoy formando una banda con músicos muy buenos de la región, un proyecto grande, de alcance internacional.
¿Porque Yane haría esto? Hay algo raro en todo esto pensó. Quiere que me dé un libre en la empresa, ahora resulta que quiere que vuelva a cantar, ¿qué sigue?
-hola? ¿Sigue ahí? -pregunto el hombre.
-si sí. Disculpe, es solo que me cuesta asimilarlo aún. Está bien puedo reunirme con usted cuando desee.
-Hoy tenemos reunión con los demás, solo me faltabas tú, justo perdí el papel donde anoté sus datos, gracias a Dios lo encontré.
“¿Porque agradecen a Dios por todo? Es absurdo agradecerle a algo que no existe, a algo que tu mente creo para tener con que distraerse...” sonrió para sí mientras pensaba todo esto.
-ok, y eso a qué hora seria?
- a las siete de la noche, en el Bar de la esquina San Juan, contamos contigo?
- sí, salgo de la oficina en 30 minutos y ahí estaré.
Estaba solo a dos calles del bar, ¿emocionado? no la verdad, había dejado por un tiempo de cantar y temía que no pudiese impresionar al desconocido ¨caza talentos¨. La verdad, es que Luis ni siquiera quería hacerlo, solo le invadía la curiosidad de saber de qué se trataba el plan de su esposa. Se dio cuenta que ya estaba afuera del lugar acordado.
Era un bar pequeño, sus paredes tenían cuadros de músicos de Jazz, era un lugar acogedor para quien busca tener una charla agradable.
...