Resumen Del Libro De Los Vencidos

Visión de los Vencidos

Presagios de la venida de los españoles.

Hubo ocho presagios que anunciaban la venida de los españoles los cuales eran:

1) Una como espiga de fuego hacía su aparición en el cielo.

2) Se inició un incendio de la nada en la casa de Huitzilopochtli.

3) Un templo fue alcanzado por un rayo.

4) Paso, posiblemente un cometa, un fuego aun cuando había sol.

5) Empezó a hervir el agua sin razón aparente.

6) En las noches se escuchaba a una mujer llorando y gritando.

7) Motecuhzoma vio las estrellas y el Mastelejo, en una especie de espejo en la cabeza de un pájaro.

8) Gente deforme que luego desaparecía.

Motecuhzoma fue informado del avistamiento de como cerros pequeños que flotaban en el agua, barcos españoles llamados bergantines, donde había gente de piel blanca y con barba que estaban pescando, esto asustó e intrigó a Motecuhzoma, pero no lo creyó.

Varios mensajeros fueron enviados a observar y dar crédito a lo que decían las personas sobre estos “cerros”; Motecuhzoma envió a sus mensajeros para que ellos les llevaran obsequios a estas personas, ya que ellos creían que podría ser el regreso de su dios Quetzalcóatl.

Los españoles quedaron fascinados, principalmente por el oro, e interrogaron a estos mensajeros preguntándoles que de donde venían, que quienes eran; Cortés trató de poner temor en los mexicas, amarrándolos, disparando su cañón; pero los mexicas solo se desmayaron y al volver en sí los españoles les dieron de beber vino y los alimentaron, con esto los mexicas recuperaron sus fuerzas, su aliento.

Cortés desafío a los mexicas a un duelo; pero estos se negaron porque no habían sido enviados para eso, ellos habían sido enviados para darles obsequios a los españoles; así que los mexicas regresaron a México.

Al llegar hablaron con Motecuhzoma, le dijeron que la comida de los españoles es diferente, le contaron sobre el cañón que hizo que se desmayasen.

Motecuhzoma al escuchar tales cosas le entró temor; también le contaron que tienen vestimenta, espadas, arcos y lanzas de hierro, que ellos son soportados en sus lomos por sus “venados”, eran caballos, que están totalmente cubiertos y solo se ven sus caras blancas, sus bigotes y barbas. Le hablan sobre sus perros, grandes y con lenguas de fuera. Motecuhzoma entró en más pavor, en más angustia.

Al saber todo esto Motecuhzoma decidió enviar a magos y a hechiceros, a personas valientes y a guerreros. Estos mostraron los sacrificios a los españoles, y ellos se repugnaron de asco al ver tales cosas, estaban con nauseas.

Mientras los magos y hechiceros trataban de echarles algún maleficio, que les aparecieran llagas o les soplara algún aire, que se enfermaran o murieran, o que regresaran al lugar donde habían venido; pero nada de esto funcionó a los españoles no les paso cosa alguna.

Al regresar le informaron a Motecuhzoma que habían fracasado, que no eran nada ante ello, que no eran sus iguales; Motecuhzoma ordenó a sus mayordomos, a sus capitanes y a sus principales que cuidaran todo lo que pudieran necesitar a futuro.

Todo el mundo, Motecuhzoma también, estaban temerosos. El tlatoani pensó en huir, en irse a refugiar en alguna cueva, huir de los “dioses”; sus sacerdotes le daban ideas sobre a qué lugares podía; pero al final, Motecuhzoma decidió quedarse porque ya nada se podía hacer, se resignó a esperar la llegada de los españoles y así se dispuso a ver y admirar todo lo que estaba por pasar.

Los españoles por su parte habían iniciado su viaje hasta el valle de México, hasta Tenochtitlán; pasaron por Tlaxcala y los trataron como dioses, les dieron de comer y los llevaron a la casa real y los españoles preguntaron por México y los tlaxcaltecas les dijeron que pronto llegarían y que muy valiente, fuerte, guerrera y conquistadora es la gente de México.

Los de Tlaxcala les dijeron a los españoles que tenían un enemigo, los de Cholula, y todos ellos junto con los de Cempoala fueron a atacarlos. Atacaron por sorpresa, sin aviso, los de Cholula, aunque valientes, no pudieron hacer frente al ataque sorpresa y fue una matanza. Después de esto se dirigieron hacia México, pero esta matanza llegó a oídos de Motecuhzoma.

Después de esa carnicería, Motecuhzoma envió más presentes a los españoles y estos no dejaban de levantar el oro, como puercos querían mas y mas oro.

Los españoles le preguntaron a uno de los enviados si él era Motecuhzoma, pero los tlaxcaltecas y los de cempoala le habían dicho que él no lo era, entonces el enviado dijo que si lo era, provocando que los obsequios no hayan servido de nada volviéndose así todo en una misión fallida.

Motecuhzoma al saber esto envió a mas hechiceros y a sacerdotes, para echarles mal de ojo a los españoles, para dominaros; pero ellos nunca llegaron con los españoles.

Así con el tiempo los españoles llegaron a Ixtlilxúchitl, y estos les trataron muy bien, les dieron comida que fue traída de Tetzcuco; los españoles se sentían tan maravillados que

...