Resumen Nazismo. Evans

Nazismo

Evans

 Se han atribuido a diversas causas el ascenso y triunfo del nazismo en Alemania. Algunos subrayaron el poder carismático de Hitler y la maquinaria de propaganda a través de la cual su mensaje se transmitió al electorado alemán. Otros insistieron en la debilidad política de la República de Weimar y sus defensores. Otros se centraron en la depresión de 1929-1933, crisis que impulso a la gran empresa a buscar una solución dictatorial para el problema del desempleo masivo y el hundimiento de la industria. Pero otros, buscaron las causas en la evolución a mas largo plazo de la sociedad y la política alemana desde mediados del siglo XIX. El movimiento nazi comenzó su andadura formal en Munich el 9 de enero de 1919, con la fundación del Partido Obrero Alemán por el mecánico ferroviario Anton Drexler. Este partido era uno de los tantos de extrema derecha. Pretendía ganarse a las masas trabajadoras para el nacionalismo extremo mediante la combinación de anticapitalismo, pangermanismo y antisemitismo, conceptos que, en el lenguaje político de la época, venían sugeridos por los términos “nacional” y “socialista”. Adolf Hitler no ingreso al partido hasta el 12 de septiembre de 1919. Se convirtió en seguidor del nacionalista, antisemita y pangermanista Georg Ritter von Schonerer antes de la guerra. Su convicción de que todos los alemanes debían unirse en un solo Estado-nación basado en la raza le llevo a no alistarse en el ejercito austriaco, sino en el alemán., en 1914. Terminada la guerra, comenzó a actuar como observador político del ejercito de Baviera y se unió al partido de Drexler. Pero, gracias a su capacidad oratoria, pronto comenzó a desempeñar un papel cada vez mas importante en el partido, y en agosto de 1921 se convirtió en su máximo dirigente. La fuerza de su oratoria fue el principal motivo del crecimiento del partido en los años siguientes. Fue la voluntad de Hitler la que empujo al partido hacia la acción violenta durante la crisis política de la República en 1923, pero su intento de tomar Baviera fue un fracaso. La policía y el ejercito de Baviera se negaron a apoyarlo y su marcha fue dispersada. Hitler transformo el juicio subsiguiente en una victoria propagandística al describirse como el único nacionalista que había estado dispuesto a actuar de manera resuelta. Aun así, el partido fue prohibido y Hitler encarcelado hasta diciembre de 1924.

 Hitler aprendió dos lecciones: en primer lugar, abandono la idea de un golpe de Estado directo y violento por considerarlo peligroso y poco practico. En adelante insistiría por medios constitucionales o al menos aparentando que así era. En segundo lugar, durante su forzosa ausencia entre 1923-1925, Hitler insistió a partir de 1926 en lo que después se denomino “principio de caudillaje”.

 De 1926 a 1928, el partido nazi se dedico preferentemente a unir los diversos grupos dispersos de nacionalistas de extrema derecha bajo la jefatura de Hitler, a reunir un conjunto de jóvenes y dinámicos dirigentes de segunda linea, como Goebbels y Strasser, y a establecer una estructura organizativa. Hitler fue fundamental para el triunfo de los nazis por dos motivos. En primer lugar, su historia y su imagen política ocuparon el lugar mas destacado de la actividad propagandística que el partido desplegó en estos años. En segundo lugar, fue Hitler quien insistió en negarse a entrar en un gobierno de coalición si no era para dirigirlo. El 30 de enero de 1933, Hitler se salio finalmente con la suya y fue nombrado canciller de un gobierno en el que los nacionalistas conservadores disponían de la mayor parte de las carteras ministeriales. En los meses siguientes, Hitler utilizo su cargo para desplazar a sus oponentes, consiguió poderes dictatoriales mediante el decreto presidencial de emergencia promulgado el 28 de febrero de 1933, la mañana siguiente al incendio del Reichstag, y sello la implantación de la dictadura con la aprobación, menos de un mes después, de la ley de Plenos Poderes por el órgano legislativo, del que habían sido excluidos los comunistas y que se reunió en un clima de fuerte intimidación nazi. A comienzos del verano de 1933, todos los partidos y organizaciones políticas habían sido disueltos, y había culminado la creación de un Estado de Partido único.

 A partir de Mein Kampf, se nota que sus objetivos fueron claros y explícitos: la consecución del poder dictatorial, seguida del rearme, la guerra, la creación del lebensraum en Europa Oriental y la aniquilación de los judíos. Sin Hitler, se ha dicho, nada de esto habría ocurrido. Pero el movimiento nazi fue mas que una prolongación de la voluntad de Hitler. El carisma no puede ejercerse sin una audiencia dispuesta a dejarse atraer por el. Hitler no habría triunfado si su mensaje no hubiera respondido a las ideas y aspiraciones de una parte importante del electorado alemán. La propaganda nazi se apunto tantos en su ataque contra la República de Weimar y todo lo que representaba. Parecía la fuerza que contaba con mas posibilidades de terminar con las instituciones políticas de la primera democracia de Alemania. Sobre estas instituciones se concentro el resentimiento popular, y entrego al nazismo muchos de los mecanismos constitucionales esenciales para su táctica de “legalidad” posterior a 1923 en su búsqueda del poder. La República de Weimar nació como consecuencia de la derrota de Alemania en la I Guerra Mundial. Al gobierno encabezado por los socialdemócratas le siguió la elección de una Asamblea Nacional que se reunió en Weimar.

 Muchos historiadores han criticado el sistema de representación proporcional que fijaba la Constitución de Weimar para las elecciones nacionales y provinciales y al que se ha responsabilizado en gran medida de la multiplicidad de partidos que complicaron la escena política de Weimar e hicieron inevitable que todos los gobiernos fuesen de coalición. La ineficacia de esos gobiernos venia predestinada por la necesidad de no hacer nada que desagradara a alguno de los socios de coalición y por la constante rotación de ministros. El principal problema era la formación de coaliciones a partir de los partidos mas importantes: los demócratas, el Centro Católico, los socialistas, los comunistas, el Partido Popular Alemán, y los nacionalistas. Los comunistas nunca fueron candidatos serios para formar parte del gobierno, mientras que los centristas fueron la base de diecisiete de los veintiún gabinetes. La existencia de un sistema pluripartidista se remonta a un momento muy anterior a la instauración de la representación proporcional. La existencia de cinco partidos importantes reflejaba el hecho de que la sociedad alemana estaba cuarteada por múltiples fisuras sociales, religiosas, regionales e ideológicas.

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