Sintesis La Utopia De Duarte Capitulo III

Síntesis del Capitulo III

Vicisitudes de Duarte por su Utopía

En este Capitulo se hace notable las persecuciones y contratiempos que padeció nuestro padre de la patria por hacer realidad su utopía, y estas dificultades llegaron a tocar de manera directa a sus familias y allegados. Muchos de los acontecimientos que fueron previos y posteriores a la proclamación de la independencia el 27 de febrero de 1844 y también de la guerra restauradora de 1863-1865, y además tuvo que enfrentar a los traidores de la patria y anexionistas como fueron Bobadilla, Santana y Báez entre otros, a los cuales Duarte denominó “Orcopolitas” o “ciudadanos del infierno”, mientras que el apóstol de la independencia cubana, a hombres como esos los denominó “hombres secundarios”.

Mientras, a quienes enfrentan a estos “ciudadanos del infierno” o “hombres secundario” Duarte los llama “Providencialistas” mientras que José Martí, los denomina “hombres primarios”, a esta categoría pertenecieron tanto Duarte como Martí. Estos son hombres que tienen un sueño de porvenir, sin importar en que circunstancias se encuentren, y además tienen un anhelo por buscar la unidad de su pueblo y el bienestar de los ciudadanos(as).

Los sacrificios realizados por Duarte en pro de la libertad y la independencia del pueblo dominicano, se refleja por su figura inmaculada lleva en si el decoro y la dignidad de miles de hombres, de todo un pueblo. Si algún error cometió lo hizo pensando plenamente en el bienestar absoluto de su patria.

Duarte informa que a partir del cambio de gobierno ocurrido en Santo Domingo, en octubre de 1864, habían cesado sus funciones como representante oficial de la República Dominicana ante el gobierno venezolano, y nos recuerda a través de que tuvo que enfrentarse para hacer realidad su utopía:

“Si me proclame dominicano independiente, desde el 16 de julio de 1838, cuando los nombres de Patria, Libertad, Honor Nacional se hallaban proscritos como palabras infames, y por ello merecí en el año 43 ser perseguido a muerte por esa facción entonces haitiana, y por Riviére que la protegía, y a quien engañaron; si después en el año 44 me pronuncié contra el protectorado francés ideado por esos facciosos y cesión a esta potencia de la Península de Samaná, mereciendo por ello todos los males que sobre mi han llovido; si después de veinte años de ausencia he vuelto espontáneamente a mi patria para protestar con las armas en las manos contra la anexión a España llevada a cabo al despecho del voto nacional por la superchería de ese bando traidor y parricida, no es de esperarse que yo deje de protestar y conmigo todo buen dominicano cual protesto y protestaré siempre no digo solo contra la anexión a mi Patria a los Estados Unidos sino a cualquier potencia de la tierra, y al mismo tiempo contra cualquier tratado que tienda a menoscabar en lo mas mínimo nuestra independencia nacional y cercenar nuestro territorio y cualquiera de los derechos del pueblo dominicano”.

Aquí se refleja la traición llevada a cabo por Tomas Bobadilla, Pedro Santana y Buenaventura Báez, que colaboró estrechamente con los haitianos, tanto en la gestión de Jean Pierre Boyer como en la de Charles Hérard. Mas adelante este grupo procedió a entregar el país a España mediante la ejecución de una anexión perversa el 18 de marzo de 1861, sin contar con el voto de la mayoría de la población dominicana, con el propósito del General Pedro Santana y sus acólitos perpetuarse en el poder, trayendo al país todo tipo de agravios y desventuras, incluyendo el fusilamiento del patricio Francisco del Rosario Sánchez, en San Juan de la Maguana y de miles de ciudadanos dominicanos.

Tomas Bobadilla fue unos de los principales anexionistas que desde antes de la fundación de la República Dominicana, pero solo al final de sus días luchó contra la anexión a los Estados Unidos, Propiciada por Báez entre 1868 y 1874.

Sobre el ostracismo que vivió el patricio Duarte en Venezuela, tras el golpe de Estado perpetrado por el General Pedro Santana el 12 de julio de 1844 contra el general Francisco del Rosario Sánchez y los trinitarios, la vida que vivió en las selvas del Orinoco del país suramericano, su retorno posterior al país tras la anexión de la República Dominicana a España y el desencadenamiento de la Guerra de la Restauración.

Duarte, con otros cuatros compañeros, regresó al país el 25 de marzo de 1864 por el Puerto de Monte Cristi a luchar por la Restauración de la República, tras

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