Socialización

Socialización

El concepto de socialización remite al tema general de producción de la subjetividad. Constituye un modo sociológico de tratar la cuestión del actor o sujeto social. Su etimología expresa una tesis: la de la primacía de la sociedad sobre el individuo, que es visto como un efecto o construcción social.

La socialización supone, implícitamente, que lo social es primordial mientras que el sujeto es un derivado. Se dice que un individuo se socializa cuando adquiere una lengua, una serie de normas y valores, y va conformando una personalidad. El individuo construye una subjetividad, una conciencia practica y un conjunto de capacidades reflexivas en la medida en que mantiene relaciones con el medio natural y social en el que vive.

Las transformaciones actuales complican este modelo explicativo de la socialización. Los más importantes desarrollos de la teoría sociológica obligan a abandonar toda concepción simple de las instituciones y de los procesos de socialización. Los cambios operados en las relaciones y en las instituciones sociales introducen complejidad y dificultad al déficit arte de construir subjetividades.

Modelo clásico: La socialización es un proceso que va de lo social a lo individual, conformando una subjetividad. Es un proceso de interiorización de la exterioridad. La sociedad que existe por encima de los individuos adquiere la forma de entidades con vida propia (lenguaje, reglas, norma, recursos y las instituciones), modela y produce a los individuos. La subjetividad viene a ser la incorporación progresiva de aquellas cosas sociales.

Todos somos en parte el producto de la sociedad como entidad, el individuo y su subjetividad no son pura interiorización de la exterioridad.

Talcote Parsons hizo suyas las tesis de Durkheim: a sus ojos, la socialización es un recurso discursivo que permite una solución al clásico problema del orden social. Los individuos hacen lo que tiene que hacer (satisfacen los requisitos funcionales del sistema) en la medida en que las normas sociales se han interiorizado y convertido en orientaciones de valor. Esta versión ha perdido la vigencia en la teoría sociológica contemporánea, aun subsiste y orienta de modos de ver de muchos agentes que reivindican una cierta autoridad intelectual cuando hablan de sociedad y de sus principales problemas.

La sociología convencional de la socialización parte de tres supuestos teóricos básicos: el primero postula una separación entre individuos y sociedad. El segundo afirma la prioridad lógica de esta sobre los primeros. Por ultimo, la sociedad es concebida como una totalidad integrada y no contradictoria. Las concepciones contemporáneas de la socialización parten de la crítica de estos tres supuestos. La sociedad existe primero, los individuos son una especie de efecto de sociedad. La socialización debe entenderse como un proceso bidireccional: el agente social es al mismo tiempo una construcción y el constructor de la sociedad.

Existe en la sociedad una división del trabajo entre agentes socializados y determinadas instancias de socialización, que son las encargadas de configurar la subjetividad de esa empresa de socialización en las primeras etapas de su vida. La socialización no es unidireccional entre un agente o instancia socializadora y determinados agentes socializados, proceso en que los primeros tendrían un rol activo, los segundos serian meros agentes pasivos de socialización. Norbert Elias advierte que si bien la relación entre padres e hijos es una relación de dominación, esta es una relación compleja.

El proceso de socialización nunca es unidireccional.

El esquema clásico de la socialización, al enfatizar el movimiento que va de lo social objetivado a los social incorporado lleva a concebir al sujeto como un agente supersocializado, es decir, totalmente constituido como interiorización de la exterioridad. Todo comportamiento y producto de la acción humana es un proceso de socialización. Los conflictos entre el individuo y la sociedad es el resultado de una socialización defectuosa, incompleta o inadecuada.

La socialización debería ser vista como el proceso ininterrumpido de constitución de un habitus, entendido como sistema de estructuras cognitivas y motivadoras. Según Bourdiue, éste no es más que ese complejo producto de la historia que nunca podrá reducirse una formula.

La moderna teoría de la socialización afirma que ésta no es solo una cuestión de internalizacion de valores y actitudes, sino que es una constitución social del cuerpo.

Toda socialización exitosa deja huellas en el cuerpo. No solo el intelecto sabe, sino que también el cuerpo posee conocimientos.

La socialización como proceso de producción de la subjetividad merece una crítica radical. El argumento de fondo gira en torno a la denominada desinstitucionalizacion que acompaña la crisis de la sociedad como concepto y como realidad. El agente supersocialzazo esta siendo desplazado por la idea opuesta de un individuo subsocializado

Se espera que la socialización

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