ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Surgimiento De La Tradicion Romanica

karla_mata20 de Marzo de 2015

11.881 Palabras (48 Páginas)1.681 Visitas

Página 1 de 48

Surgimiento de la tradición románica

LA MONARQUÍA ROMANA

Se cree que la monarquía de Roma inicia aproximadamente en el año 753 y termina en el año 510 antes de Cristo, con la expulsión del último rey etrusco, Tarquino el Soberbio. Tuvieron los romanos tres reyes latinos al principio, y tres etruscos, al final de la monarquía, aunque existe un lapso de 400 años que no corresponde al número de reyes que se registran de Eneas a su hijo Ascanio, ancestro de Rómulo, por lo que hasta este rex romano se puede considerar como leyenda. En esta etapa los reyes romanos fijan las bases de la religión y la guerra: mientras unos reyes son muy religiosos otros son grandes guerreros. Numa Pompilio se destaca, entre otras cosas, por ser un rey religioso, pues es quien sienta las bases del sacerdocio romano por medio de los/lamines, quienes reemplazarían a los reyes en caso de ausencia por motivos bélicos, y es además quien impulsa el uso del calendario;Tulio Hostilio, un guerrero cruel que libró una batalla con Alba Longa, la ciudad madre, que finalmente destruyó; Anco Marcio, extendió el territorio romano hasta la desembocadura del río Tíber. Este dualismo (estereotipo opuesto de los reyes) va a reflejarse en sus instituciones y estará presente en cada etapa del derecho.

El aparato político estaba constituido por un rex, o rey, un senatus, senado, y las curiae, o curias. La elección del rey era ratificada por las curiae, curias, previo un proceso de selección por medio de los augures, encargados de la adivinación, quienes solicitan los auspicios, voluntad o designio de los dioses para aprobar la elección por medio de un trueno o del vuelo de las aves, y hasta entonces era inaugurado, consagrado. Este proceso continuó durante la República con los cónsules.

El rey gozaba de autoridad religiosa, política, militar y de administración de justicia, de la cual era iudex, juez. El imperium, imperio, estaba integrado por el ius edicendi, el derecho a otorgar edictos; el ius agendi cum popolum, facultad de convocar al pueblo; el ius agendi cum senatus, facultad de convocar al senado; la iurisdictio, facultad de impartir justicia; y la coertio, el poder represivo, es decir, la facultad de imponer multas y sanciones, incluso la pena de muerte. También incluía el auspiciorum, que es la facultad de consultar la voluntad de los dioses, con precedencia a la celebración de ciertos actos, independientemente del imperium militae, que se reduce al ius vitae necisque, el poder de vida y muerte sobre los soldados.'

El senado era un cuerpo colegiado de 100 patricios que Rómulo había escogido como cuerpo consultivo el cual, en el lapso en que se elegía un nuevo rey, nombraba un interrex, por 5 días, para que regresara la autoridad a dicho cuerpo colegiado y ésta pudiera ser entregada al nuevo rey. El senado se reunía solamente a instancias del rey.

Las curias, en la época mencionada, eran las asambleas de patricios que había constituido Rómulo, divididas en tres tribus, ramones, tuties y luceres, las cuales estaban subdivididas ficticiamente en 10 lictores cada una, lo cual hace un total de 30. Las curias eran divisiones locales, aunque sus miembros estaban vinculados por parentesco. Estas funcionaban como unidades integrantes de una familia-asamblea primitiva, la comitia curiata. La competencia de la comitia curiata era la adrogatio, que se refiere a la adopción de un hijo, y la lex curiata de imperio, que se refiere al acto por el que tal vez se investía al poder soberano con ocasión de la inaguratio del rey.

Servio Tulio reformó las asambleas curiatas y las convirtió en asamblea centuriata, centurias, empleando un criterio timocrático, riqueza, de acuerdo con las yugadas o ganado que tuviese cada pater familias, padre de familia, equivalente a sextercios, la moneda utilizada entonces.

Había dos clases de centurias, las políticas y las militares, los cuales hacían un total de 193, que se subdividían a su vez en cinco clases. Correspondía a la primera clase que aportaba 80 hombres, de 100 sextercios, de los cuales 40 eran iuniores, jóvenes, de entre 18 y 46 años, y 40 eran séniores, señores, mayores de 46 y menores de 60 años; de la segunda a la cuarta clase aportaban 20, de 75, 50 y 25 sextercios respectivamente, 10 jóvenes y 10 señores cada una de ellas; y la quinta clase 30, aportaba 15 jóvenes y 15 señores. 2 Cada una de estas centurias era una unidad de combate; las tres primeras constituían la artillería pesada y las dos últimas la ligera. Las funciones de la comitia centuriata era votar en la elección de los magistrados mayores que tenían imperio, votar las leyes rogatas, rogadas, y votar en la provocatio adpopolum, que se refiere a la apelación de un tribuno para la aplicación de una sanción de un magistrado mayor, en contra de un plebeyo. En la monarquía el padre de familia era el dueño absoluto de vida y muerte de los miembros de su gens, es decir, podía considerarse un rey en pequeña escala de esa comunidad, puesto que los familiares incluían a los hijos, las hijas, los nietos, los bisnietos, las esposas de los hijos e incluso los clientes, un

1 María del Refugio González, compiladora, Facultad de Derecho, Universidad de

Guadalajara. Módulo Historia del Derecho, p. 33,

2 Juan Iglesias, Derecho romano. 10 ed, Ariel. Barcelona, 1990, p. 16.

grupo de extranjeros que a cambio de protección prestaban servicios y lealtad al padre de familia. Además, éste podía administrar justicia a los de su núcleo familiar, llevar el rito sagrado de sus antepasados y de los dioses de la familia (ya que cada actividad tenía su propio dios) y era el único con representación sagrada ante los otros jefes de familia. Los principales valores de los romanos, de acuerdo con Barrow, eran la religio, que es una liga permanente con los dioses en una subordinación activa, y que tiene fuerza vinculatoria para el romano de la monarquía, por lo que se habla de un hombre de la más alta pietas, o piedad, que es cuando el romano forma parte de la religio; el hombre es pius cuando se subordina, por lo que es pius respecto de los padres, los mayores, los hijos, los amigos, la patria, los bienhechores. Por tanto, se les tenían que otorgar sus derechos sin que fuera necesario exigirlos. La pietas y el oficium, el deber y el servicio, se refieren a lo sagrado de las relaciones, de allí su existencia. Este conjunto de sentimientos y conductas es lo que constituye la costumbre, el código no escrito, pero que tiene fuerza vinculatoria. Además, antes de recurrir a la ley como último recurso, estaban las mores mairorum, la costumbre de los antepasados. Para comprender este código de honor y justicia basta con estudiar a Fustel, quien indica que la única limitación de conducta que tenían los pater familias era la moral, que también podemos señalar como la religio.

En forma personal, los patricios tenían como valores la gravitas, la seriedad del asunto que se les encomendaba, y la levitas, lo contrario, frivolo, ligero e informal. También estaban la constantia y la firmitas, constancia y tenacidad en el propósito, atenuadas por las comitas, desenvoltura o buen humor; la diciplina y la severitas, que son la formación y la severidad con uno mismo; la virtus, virilidad y energía; la industria, trabajo arduo, la clemencia, cesión de derechos propios y legítimos; la frugalitas, gustos sencillos. Y, como lo refiere Barrow, estas virtudes, unidas a los ritos sagrados a los dioses y a los antepasados, constituyeron la base del armazón jurídico del Estado, aunque a estas costumbres de los antepasados, o tradición, también se les ha llamado leges, leyes, o instituías?

Ante esta comunidad sagrada se erigió el rito nacional, y así como en cada gens el padre de familia era el administrador de justicia, el sumo sacerdote y el representante de todos los miembros de la misma, el rey fue para toda la comunidad sagrada o ciudad-Estado, en un principio, el sumo sacerdote, el administrador de justicia ante los padres de familia y el jefe del ejército. Para ello tenía que ser elegido por los augures del senado, instituido por Rómulo y reformado por Servio Tulio, para lo cual contó con los libros sagrados y los rituales religiosos para cumplir con las funciones de sumo sacerdote, previa elección, votación de los-patricios y ratificación del cargo por el senado. El rey también se encargaba de consultar la voluntad de los dioses por medio de la observación del firmamento y las entrañas de animales muertos, puesto que también se adoraba a los dioses malignos, costumbre que heredaron de los etruscos.

3 R. H. Barrow, Los romanos, 2a. ed., Fondo de Cultura Económica, México, 1992, pp. 23-25.

Fuentes del derecho romano en la monarquía

En la etapa de la monarquía se puede considerar que prevaleció una fuente del derecho romano, que es la mores maiorum, la costumbre de los antepasados, aunque existió también un conjunto de leyes regias.

Estas costumbres se refieren a todas las creencias que se desarrollaron en la comunidad sagrada, en donde la característica principal fue la adoración, el respeto y el temor hacia los dioses. Los romanos de la primera época histórica tenían mucho cuidado de no contravenir la voluntad de los dioses, pues en esos tiempos las personas creían que los dioses eran caprichosos, rebeldes, envidiosos, tardaban en contentarse con los sacrificios y era fácil hacerlos encolerizar. El culto a los muertos era esencial: antes de adorar a Indra o a Zeus, los romanos temieron a sus difuntos antepasados, les rezaron y les fabricaron altares. Fustel señala que dicha adoración pudo ser el germen del sentimiento religioso.4 Estos dioses fueron los lares,

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (73 Kb)
Leer 47 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com