Surgimiento y fin de los Soviets

Surgimiento y fin de los Soviets

Introducción

Los Soviets surgieron en el transcurso de la revolución rusa de 1905 y fueron una creación espontánea de las masas durante el desarrollo de los acontecimientos revolucionarios. No surgieron como órganos políticos, sino de coordinación de la lucha gremial, de las luchas por las demandas económicas de la clase obrera, por lo tanto puede decirse que fueron el resultado de la transformación de los distintos organismos de lucha creados durante el proceso revolucionario. Lenin (1918) dijo “en 1905 no eran más que fuerzas locales, en 1917 se convirtieron en una organización de toda Rusia” (p. 348)

En general, nacieron bajo la forma de “comisiones obreras” por fábricas, encargadas de dirigir la huelga y representar a los huelguistas en las negociaciones con la patronal. Algunas de estas comisiones evolucionaron transformándose en sindicatos a la manera usual, por otro lado frente la necesidad de coordinar las huelgas más allá del ámbito de cada fábrica, surgió la iniciativa de reunir representantes de todo el movimiento huelguístico de una región, formando así una especie de comité de huelga interfabril, por ejemplo, en Ekaterinos-lav, Rostov, Novorosisk, Kransnoyarsk, Kiev, Libau, Reval y en otros puntos. Dichos comités pasaron a ser organismos representativos de toda la clase obrera, que se ponían de acuerdo con los representantes de los distintos partidos proletarios estableciendo una coalición de combate. Este origen tuvieron los Soviets en Petersburgo, donde surgió el más importante que llegó a tener más de 3000 diputados obreros y soldados.

Los soviets fueron una creación inédita de la clase obrera rusa, distinta de todas las que ya existían y lo original es que fue una iniciativa suya, como también sus objetivos. Como indica Adamovsky (2005):

En la mayoría de los procesos revolucionarios anteriores habían existido consejos democráticos de representantes de las masas: los hubo durante la primera Revolución inglesa, en las Revoluciones francesas de 1789 y de 1848, y también en la Comuna de París. Sin embargo, no existía en la Rusia de principios del siglo XX ninguna tradición que apuntara a una forma política tal. Existían sí sólidas costumbres de organización y deliberación colectivas, por ejemplo en las comunas campesinas. Pero ninguna de ellas puede tomarse como antecedente directo de los soviets. (p. 2)

En palabras de Lenin (1917):

Pero ¿Es que hay en un país de Europa, pregunto yo, un país burgués, democrático, republicano, donde exista algo parecido a estos soviets? Necesariamente tendrán que admitir que no, que no lo hay. […] Los soviets son una institución que no existe en ninguno de los Estados burgueses parlamentarios de tipo corriente ni puede coexistir con un gobierno burgués. (p. 84)

Por lo tanto, la clase obrera rusa dio al proletariado internacional una nueva forma de organización revolucionaria que persigue la transformación inmediata y radical de las relaciones sociales.

Los obreros rusos consideraban al soviet como su propio Gobierno y no dudaban en llevar a la práctica sus órdenes y decretos. Los obreros en las fábricas elegían a sus diputados del Soviet, estos debían dar cuenta de su gestión a sus electores, el diputado que no cumplía era destituido y sustituido por otro. Trotski (1909) lo define “El soviet es el poder organizado de la masa misma y domina a todas sus facciones: es la verdadera democracia, no falsificada, sin las dos cámaras, sin burocracia profesional, conservando los electores el derecho de reemplazar cuando quieran a sus diputados.”

Las funciones y el papel de los Soviets se modifican. En un principio, son simplemente Comité de Huelga, después se convierten en órganos representativos de la clase obrera, para finalmente tomar la forma de dictadura del proletariado. Según Lenin (1907) eran la dictadura en germen pues, pues ese Poder no reconocía ningún otro poder, ninguna otra ley, ninguna otra norma, procediera de donde procediera. Un poder limitado, extralegal, que se apoya en la fuerza en el sentido más directo de esta palabra, es la dictadura. Pero la fuerza en que se apoya y aspiraba a apoyarse este nuevo Poder, era no la fuerza de las bayonetas, no la fuerza del dinero ni de cualquiera de las instituciones anteriores. Nada de esto. El nuevo Poder no tenía ni las armas, ni el dinero, ni las antiguas instituciones. ¿En qué se apoyaba esta fuerza? En la masa popular.

En un principio, los partidos obreros no se dieron cuenta de la inmensa importancia de los Soviets, hasta diciembre, cuando la lucha tomó la forma de insurrección armada, no comprendieron toda su profunda significación. Sin embargo, los bolcheviques fueron los primeros en comprender la importancia de los Soviets como órganos de la insurrección y a medida que los acontecimientos tomaban un carácter decisivo, eran los bolcheviques los que desempeñaban el papel principal de los Soviets.

Trotski (1909), quien fue el principal protagonista de las luchas libradas por el soviet de San Petersburgo en 1905, explica así su nacimiento:

El consejo de los diputados y obreros fue formado para responder a una necesidad objetiva, generada por el conjunto de las circunstancias de la hora. Se hacía necesario tener una organización que gozara de indiscutible autorizad, libre de toda tradición, y que se reagrupara de primera intención las multitudes dispersas y sin ligazones: esta organización debía ser un punto de confluencia para todas las corrientes revolucionarias dentro del proletariado.

Los Soviets no surgieron en una región determinada, sino a lo largo de toda Rusia, no existe una lista completa de los Soviets de Diputados Obreros que funcionaron en Rusia durante la Revolución de 1905, aunque los que desempeñaron el papel más importante fueron los de Petersburgo y de Moscú. Con respecto a los Soviets de campesinos y soldados, los datos que se poseen son todavía más incompletos. Sin embargo, lo que se puede afirmar es que desempeñaron un gran papel.

El primer Soviet en Ivánovo-Vosnesensk.

Ivánovo-Vosnesensk es el centro más importante de la industria textil rusa. El movimiento obrero de dicha ciudad era uno de los más antiguos del país. El primer soviet de 1905 surgió el 12 de mayo a partir de una junta de representantes de los huelguistas que se encargó de establecer una lista de reivindicaciones económicas. Acompañados de una enorme movilización, entregaron esta petición a las autoridades, las que se comprometieron a permitir la elección de representantes por fábrica. Las elecciones se celebraron y los 110 delegados electos se reunieron por primera vez el 15 de mayo en el “Soviet de delegados de Ivanovo Voznesensk”. La misión del soviet era dirigir la huelga y negociar con la patronal. Pero las soluciones requeridas para el conflicto no aparecían y comenzaron a aparecer en el soviet las primeras reivindicaciones propiamente políticas (por ejemplo, la convocatoria a una asamblea constituyente).

El Soviet adquirió gran importancia bajo la influencia de los acontecimientos que se desarrollaban en el país, ya que los soviets de toda Rusia habían desarrollado una vinculación.

Después de las matanzas del 3 de julio, las Asambleas se interrumpieron durante dos semanas y al reanudarse acudieron a la primera reunión hasta 40.000 obreros. A las Asambleas siguieron manifestaciones pacíficas y mítines en el centro de la ciudad. El 25 de julio, el Soviet decidió dar por terminada la huelga en vista de que el hambre empezaba a reinar en los hogares obreros y de que los patrones habían hecho concesiones considerables. Ese día el Soviet de Ivánovo-Vosnesenk se disolvió espontáneamente, pero los miembros del mismo siguieron desempeñando un papel de representantes de los obreros.

Soviet de San Petesburgo

Petersburgo era la capital oficial del país y el centro del movimiento revolucionario, donde estaba el proletariado más activo. En octubre de 1905 surgió el Soviet de Diputados Obreros, que ejerció una influencia enorme sobre el movimiento revolucionario de todo el país.

El Soviet surgió en el momento de la lucha revolucionaria más aguda. La idea de su creación fue lanzada el 12 de octubre en una Asamblea celebrada en el instituto Tecnológico. En su primera reunión plenaria, uno de los principales acuerdos fue dirigir un manifiesto a todos los obreros y obreras, en el cual, entre otras cosas, se dice: “No se puede permitir que las huelgas surjan y se extingan de un modo esporádico. Por esto hemos decidido concentrar la dirección del movimiento en manos de un Comité Obrero Común. Proponemos a cada fábrica, a cada taller y a cada profesión que elija diputados a razón de uno por cada quinientos obreros. Los diputados de cada fábrica o taller constituyen el Comité de Fábrica o de taller. La reunión de los diputados de todas las fábricas y talleres constituyen el Comité general de Petersburgo”.

El Soviet era un centro que arrastraba a la organización y a la lucha, bajo la dirección de la socialdemocracia, no sólo al proletariado, sino también a los sectores pequeñoburgueses de la población. Trotsky (1909) indica: “La organización socialdemócrata, que unía estrechamente en sus reuniones clandestinas a varios centenares, y por medio de la circulación de las ideas a varios miles de obreros…” No se trataba de un simple Comité de huelga, su misión era la huelga política. Sus consignas fundamentales eran el derrumbamiento de la autocracia, la Asamblea Constituyente, la República democrática y la jornada laboral de ocho horas.

En el período de auge de la Revolución, actuó realmente como Poder y fue de

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