Te amo luis miguel rendon

Te amo luis miguel rendon

Estamos en el siglo XXI, tiempo de evolución,  avances,  nuevas técnicas, pero la gran pregunta es ¿Cómo llegamos hasta aquí, porqué es nuestro siglo el de los mayores avances? Para responder a estos interrogantes es más que lógico que necesitamos de nuestra historia, conocer de nuestros antepasados, que nos dejaron y cuáles fueron las evoluciones anteriores que nos llevaron a ser lo que somos ahora. La revolución de nuestra capacidad de comprender ha llegado hasta tal punto de poder controlar nuestros pensamientos, nuestra forma de ver y de hacer las cosas, la manera en la que vemos la naturaleza o el mundo depende exclusivamente de dicha revolución; pero, ¿Qué tiene que ver esto con nuestra historia? Las técnicas implementadas en nuestra época no son claramente las mismas de los siglos pasados o incluso de los años, y las “técnicas modernas” nos han llevado a ser seres humanos incapaces de expresar nuestras propias ideas, inconscientes de lo que pasa más allá de nuestras narices.

Como somos seres humanos empleados con técnicas, se puede decir que al enfrentarnos al mundo somos como “objetos” que podemos ser manipulados, controlados y hasta modificados sin articular una sola palabra para decir lo que pensamos o sentimos. No nos preocupamos ni le damos importancia a conocer sobre las herramientas que se utilizaron para llegar a los avances tecnológicos, industriales y entre otros que tenemos en nuestro siglo, pero ¿Por qué no lo hacemos? No lo hacemos porque somos, seres humanos de técnica, que no hacemos algo diferente a lo que nos ordenan, no nos interesa saber cómo llego nuestra raza a este mundo, o porque nos encontramos justo en este lugar del mundo. Cuando la realidad es que nos debería importar, mejor expresado y más puntualmente nos menciona  Estanislao Zuleta en su texto Conferencia sobre historia económica de Colombia “Si bien es cierto que lo nuevo no habría podido existir sin las etapas anteriores” (9) Nos convencemos de que el perfeccionamiento o la evolución de las cosas nos indican que el pasado ya no importa, desvalorizamos el trabajo arduo de nuestros antepasados tan solo porque ya hemos evolucionado y lo que ellos hicieron “carece de importancia”. Citando de nuevo a Zuleta para dejar un mensaje más claro de nuestra idea nos menciona él en su texto “porque la historia como método y perspectiva de la investigación es ante todo una manera de comprender el presente”.

Ahora, una respuesta más generalizada al gran interrogante ¿Para qué la historia? La respuesta depende esencialmente del fin que se proponga la investigación, esto quiere decir a lo que yo quiero llegar con lo que estoy haciendo, un pequeño ejemplo, si nos proponemos a investigar la vida de los animales callejeros, debemos hacer un pequeño recuento del pasado de este problema, es decir, probablemente desde cuando se da, que se ha hecho para cambiar esta situación, darle respuesta a estas y más preguntas que nos indican a primera instancia que necesitamos de la historia de este problema, de estos animales, de su pasado.

Sobre las relaciones sociales tenemos el problema que se nos ha presentado durante décadas y es el de la falta de comunicación entre las personas, si queremos considerar lo social como una estructura debemos empezar por analizar que la característica fundamental de sus partes es su libertad de poder expresarse y llevar la vida conforme él o ella quiere. Una sociedad puede estar constituida por una variedad de culturas, creencias, técnicas, etcétera, pero decir que todo eso es la totalidad de una sociedad es falso, una sociedad en sí es la relación que hay entre cada una de esas partes.

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