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Teoría democrática según Giovanni Sartori


Enviado por   •  2 de Mayo de 2014  •  Prácticas o problemas  •  3.432 Palabras (14 Páginas)  •  393 Visitas

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Teoría democrática según Giovanni Sartori

Capítulo 1: ¿Puede la democracia ser cualquier cosa?

1 - La época de la confusión democrática.Después de haber sido duramente dañada en el período precedente, en la era post-segunda guerra mundial todas las fuerzas políticas reivindicaron la democracia, desde los liberales del bloque occidental hasta los comunistas del bloque del Este. Más que un consenso sobre los principios, se trataba de une distorsión terminológica: existían varias definiciones, a menudo incompatibles, de la democracia. Otros factores de confusión fueron los corrientes intelectuales del significado arbitrario, del Wertfreihezt -partidario del análisis de la política sin valores-, y del behavioralismo.

2 - Descripción y prescripción. Sartori plantea que lo descrito por la teoría democrática empírica (como la de Dahl, que prefiere hablar de “poliarquía” en lugar de democracia), siempre se base sobre un ideal que forma la base normativa de lo existente, aunque el producto real de lo normativo siempre es distorsionado en cuanto al proyecto normativo. Entonces lo descrito es un producto del normativo. La democracia es un concepto ambos descriptivo y normativo.

3 – La democracia política y otras democracias. Sartori subordina todas las democracias no políticas (económicas, sociales…) a la democracia política, dado que ésta es la sola soberana, y por lo tanto un requisito para la existencia de democracias “sub.-políticas”. Aquí critica frentalmente al marxismo que pretende según él sustituir la

democracia económica a la democracia política.

4 – Idea general. Sartori hace hincapié en lo que aunque hay dos definiciones de la democracia, una descriptiva y otra prescriptiva, que se refieren respectivamente a una realidad y a un ideal, hay también que superar esta distinción mostrando que toda descripción trata de una realidad que es un intento de cumplir con un ideal.

5 – Una conclusión sobre la teoría. La teoría tiene como objetivo de des-construir su objeto, pues la teoría democrática trata de des-construir la democracia, es decir evidenciar las ideas que son su punto de partida, Entonces toda teoría de la democracia es a la vez empírica y normativa. Sin embargo las más deductivas serán llamadas normativas, las más inductivas empíricas. La teoría aquí desarrollada es operativa en la medida que estudia el proyecto de democracia.

Capítulo 2: La democracia etimológica.

1 – El significado de pueblo. Sartori da seis definiciones posibles del pueblo, como soberano, y solo una le parece operativa, la del principio de mayoría limitada por los derechos de la minoría.

2 – El pueblo en la sociedad de masas. El pueblo contemporáneo se caracteriza por su atomización, debida al desarraigo histórico tanto como geográfico. Esas masas son pronas al “miedo a la libertad” (Fromm), al apoyo al autoritarismo o incluso al totalitarismo. Ello muestra que la significación del concepto de pueblo cambia con las evoluciones históricas.

3 – Poder del pueblo y poder sobre el pueblo. A la ficción medieval de la

representación del pueblo en el monarca para ejercer el poder, se suma en la época moderna el principio de elección, sola manera según el autor de cumplir con la exigencia de un poder a la vez eficaz (sobre el pueblo) y legítimo (del pueblo). Ello es necesario para cualquiera democracia.

4 – El principio de la mayoría limitada. Los derechos de la oposición son imprescindibles según Sartori: no sólo para garantizar los derechos individuales, sino también porque en el caso contrario la minoría se convierte en un no-pueblo, es decir que el pueblo pierde su integridad. Pues dar todo el poder a la mayoría es anti-demócratico.

Capítulo 3: Los límites del realismo político

1 – ¿Qué es la política “pura”? Según los realistas, la política siempre es pura, es decir que sólo trata de la lucha por el poder, y nunca por ideas; en el lado teórico opuesto sería la política idealista, sólo verbal. Sartori plantea a contrario que la política, incluso de fuerza (Machtpolitik) siempre se nutre de un ethos, de un ideal (el Príncipe de Maquiávelo tiene el objetivo de mantener o construir la unidad de su Reino, por ejemplo), o bien perece.

2 – Política proclive a la guerra versus política propensa a la paz. Sartori propone el clivage política beligerante/política legalista como alternativo a lo expuesto y criticado anteriormente. Aquí lo discriminante es el uso de la fuerza, privilegiado o de último recurso; en este último caso la política es sometida a las leyes: es el liberalismo. Por lo tanto el realismo político nunca se

encuentra solo: el realismo sólo es cognoscitivo, para ser aplicado necesita una dinámica normativa, cualquiera sea.

3 – Realismo versus racionalismo. El idealismo radical, o racionalismo, construye ilusiones coherentes pero no se preocupa del lado operativo y por lo tanto produce desilusiones, lo que conduce a un realismo “retardado” en la medida que no pudo evitar la desilusión. Lo óptima según Sartori es un idealismo corregido por un realismo cognoscitivo. Pues el realismo tiene utilidad, pero aplicado al idealismo y no de manera exclusiva.

4 – La democracia racional y la democracia empírica. Esos dos modelos típicos corresponden a las experiencias europeas continentales y anglosajones respectivamente: el primero se preocupe de que es la democracia, el otro de cómo puede funcionar. El primero debería nutrir al segundo para llegar a una democracia óptima. Sin embargo Sartori no menciona los defectos de ningún de los dos modelos.

Capítulo 4: Perfeccionismo y utopía

1 – El malentendido de la deontología. El perfeccionismo, o exageración del idealismo, conduce a la reacción realista. El error de los perfeccionistas según el autor es de no entender que los tres conceptos clave de la democracia, la soberanía popular, la igualdad y el autogobierno, son ideales que tienen un rol normativo, y sólo pueden ser útiles si se acepta el décalage que existe entre ellos y los hechos, de manera a acercar, poco a poco, los últimos a los primeros.

2 – El mito y la utopía reconsiderados. El marxismo es un nuevo

racionalismo, un racionalismo activo, en la medida que contrario a los antiguos, actúa sobre los hechos para realizar su ideal construido racionalmente. La noción de utopía pierde su sentido de imposibilidad y se vuelve ideología revolucionaria.

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