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Al cumplir trece años, el 12 de junio de 1942, Ana recibió un pequeño cuaderno que había señalado a su padre en una vitrina unos días antes


Enviado por   •  24 de Noviembre de 2015  •  Documentos de Investigación  •  2.091 Palabras (9 Páginas)  •  226 Visitas

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QUIEN FUE ANA FRANK

Ana Frank  Nace en Fráncfort, Alemania el 12 de junio de 1929,  fue una de los miles de niños judíos que murieron en el Holocausto nazi,  ella guardaba la esperanza que todo cambiaria pronto.   Ana es importante porque  escribe en su diario el testimonio real de lo que es II Guerra Mundial, narrando sus vivencias y reflexiones infantiles que sólo cobran sentido desde el punto de vista del que intenta ver en ellos un reflejo del horror de la guerra.

Muere en el campo de concentración de Bergen-Belsen. De fiebre tifoidea el 12 de marzo de 1945.

EL DIARIO

Al cumplir  trece años, el 12 de junio de 1942, Ana recibió un pequeño cuaderno que había señalado a su padre en una vitrina unos días antes. Si bien se trata de un libro de autógrafos, empastado en tela a cuadros rojo y negro, con una pequeña cerradura en el frente, Ana ya había decidido que lo utilizaría como diario. Empezó a escribir en él casi inmediatamente, describiéndose a sí misma y a su familia, así como su vida diaria en casa y en el colegio. Llamaba Kitty a su diario y usaba «Querida Kitty». Escribió en forma de cartas sobre sus resultados en clase, sus amigos, chicos con los que simpatizaba y los lugares que prefería visitar en su vecindario. Si bien estos  primeros escritos en su diario muestran que su vida era en muchas formas la vida típica de una escolar, también reseña los cambios que se van implantando desde la ocupación alemana. Algunas referencias parecen casuales y sin gran énfasis; sin embargo, en algunas partes describe con mayor detalle la opresión que cada día va en aumento. Escribió acerca de las estrellas que todos los judíos estaban obligados a portar en público, y también enumeró algunas de las restricciones y persecuciones impuestas en la vida cotidiana de la población judía de Ámsterdam.  El diario se  descubre tras la muerte de la niña,  para su padre fue una  gran sorpresa el que Ana hubiese profundizado tanto en el problema y el significado de la pasión judía a través de los siglos, y que hubiese sacado tantas fuerzas de su fe en Dios.

SITUACIÒN

El 5 de julio de 1942, Margot Frank, la hermana  de Ana, recibió un aviso ordenándole presentarse para deportación a un campo de trabajo. Ana fue entonces informada de un plan que Otto (Padre) había preparado con sus empleados de mayor confianza, y que ya conocían Edith (Madre)  y Margot desde hacía pocos días. La familia se escondería en cuartos camuflados en las instalaciones de la empresa en Prinsengracht, una calle al borde de uno de los canales de Ámsterdam.   La  situación que vivía era difícil ellos  debían estar escondidos para poder vivir y en cierta forma ser libres del yugo nazi.

II SEGUNDA GUERRA

La crisis económica del año 1929 que llevo al surgimiento de gobiernos fascistas como el nazismo en Alemania debido a la desesperación de la gente ante las altas tasas de desocupación.  El odio que tenía Hitler por los judíos responde al hecho de que siempre han sido, justa o injustamente, acusados de acaparar riqueza mientras el resto de la población de Europa pasaba hambre. Este odio exacerbado se introdujo en el subconsciente colectivo de la sociedad  y se ha mantenido hasta ahora. Hitler sólo buscó un culpable para justificar la caótica situación económica alemana y se aprovechó del tradicional odio a los judíos.   Los judíos fueron considerados globalmente responsables del ataque y obligados a reparar los daños, a indemnizar al Estado alemán por los destrozos y a entregar el dinero recibido a compañías de seguros. Se los excluyó de la vida económica, se les prohibió el acceso a las universidades, el uso de transportes públicos y el frecuentar lugares públicos como teatros o jardines.

Eran, en síntesis, el enemigo racial, que desde el interior corrompía y contaminaba a la nación, debilitándola.   El judío era el enemigo absoluto que tanto necesitaba el sistema totalitario para la movilización política y social, así como para distraer la opinión pública de los propios problemas.   En 1935, las leyes de Núremberg privaron a los judíos de la ciudadanía alemana y de todo derecho. Se les prohibió el contacto con los arios y se les obligó a portar una identificación. Las leyes afectaban a todos aquellos a quienes el Estado definía racialmente como judíos. Continuaron la violencia y el acoso de las SS y de la policía a los judíos, produciéndose masivas emigraciones. Luego siguió una segunda fase de expropiación, caracterizada por la "arianización" de bienes, los despidos y los impuestos especiales.  En 1938 se les prohibió a los abogados y médicos judíos el libre ejercicio de sus profesiones y se obligó a que los que tenían nombres de pila no judíos que antepusieran los de "Sara" o "Israel" a los propios, para la identificación en los campos de trabajo y en los mismos ghettos). El resultado, distinguirlos.   En noviembre, esgrimiendo como excusa el asesinato de un diplomático alemán en París a manos de un joven judío, fueron atacados por miembros de las SS, en lo que se llamó la "noche de los cristales rotos". El resultado fue de tal magnitud que el mismo Estado hubo de restaurar el orden que el mismo había perturbado.

CAMPOS DE CONCENTRACION

Los alemanes crearon una serie de instalaciones de detención para encarcelar y eliminar a los “enemigos del estado.” La mayoría de los prisioneros en los primeros campos de concentración era comunistas alemanes, socialistas, social demócratas, romas (gitanos), testigos de Jehová, homosexuales, clérigos cristianos, y personas acusadas de comportamiento “asocial” o anormal, los nazis llevaron a cabo arrestos masivos de hombres judíos y los encarcelaron en campos por periodos breves.   Equipos especiales de las SS llamados “Unidades de la calavera” (Totenkopfverbände) vigilaban los campos, y competían unos con otros en crueldad. Durante la Segunda Guerra Mundial, médicos nazis hacían experimentos sobre los prisioneros de algunos campos.  Los nazis abrieron campos de trabajos forzados donde miles de prisioneros murieron de agotamiento y hambre.  Después de la invasión alemana de la Unión Soviética en junio 1941, los nazis aumentaron el número de campos de prisioneros de guerra. Algunos de los campos fueron construidos dentro de campos de concentración ya existentes, como en Auschwitz en la Polonia ocupada. El campo de Lublin, luego conocido como Majdanek, fue creado en el otoño de 1941 como un campo de prisioneros de guerra y fue convertido en campo de concentración en 1943. Miles de prisioneros de guerra soviéticos fueron fusilados o gaseados ahí.   Para facilitar la “Solución Final” (el genocidio de los judíos), los nazis abrieron campos de exterminio en Polonia. Chelmno, el primer campo de exterminio, abrió en diciembre de 1941. Ahí los judíos y romas fueron gaseados en camiones. En 1942, los nazis abrieron Belzec, Sobibor, y Treblinka para asesinar sistemáticamente a los judíos del Gobierno General (el territorio en el interior de la Polonia ocupada).   Los nazis construyeron cámaras de gas para aumentar la eficiencia del proceso y para hacerlo más impersonal para los verdugos. En Auschwitz, el campo de exterminio de Birkenau tenía cuatro cámaras de gas. Al culminar las deportaciones, hasta ocho mil judíos fueron gaseados cada día.    Los judíos en los territorios ocupados por los nazis eran a menudo primero deportados a campos provisionales, como Westerbork en Holanda, o Drancy en Francia. Los campos provisionales eran usualmente la última parada antes de un campo de exterminio.   Bajo la dirección de las SS, los alemanes mataron más de tres millones de judíos en los campos de exterminio de la Polonia ocupada.   Solo después de la guerra se empezó a conocer a la «solución final» como el Holocausto o Shoah, es decir, al proceso que involucró la deportación sistemática y exterminio de toda persona clasificada como judía por los nazis independientemente de la religión que profesara.  La expresión «solución final» fue empleada por Adolf Eichmann, funcionario nazi a cargo de la primera instancia del asesinato en masa, a la que él denominó  reinstalación.

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