Capítulo 1 Algo perderás por algo que encontraras

Capítulo 1

Algo perderás por algo que encontraras

Esta historia se sitúa en un pequeño pueblo, esos pueblos en los cuales las personas se conocen unos a otros, donde los niños saludan a las personas adultas, donde los perros ladran y mueven la cola cuando el amo llega a casa, un pueblo donde la alarma para despertarse es un gallo que canta todas las mañanas en un horario fijo, un pueblo muy acogedor donde las personas son amables y te ayudan en lo que puedan, pero así como existe todas estas cualidades buenas, también se encuentran las críticas, los malos entendidos y muy frecuentemente son por cosas insignificantes que la mayoría de veces sucede en los pueblos, al menos eso es lo que yo creo.

En un lugar pequeño todos están relacionados o por lo menos se conocen en la mayoría de los casos pero existio un momento en el que hubo una excepción. Esta parte de mi historia se desarrolló cuando yo tenía aproximadamente unos 12 años, esa edad cuando los niños empiezan a mejorar sus relaciones de amistad y presentan curiosidades sobre diferentes aspectos de la vida, pero sobre todo son curiosos con respecto de los humanos de diferente sexo, dicho esto, yo me encontraba en la plaza central de este pequeño pueblo, la plaza tenía un nombre muy extraño que luego llegue a notarlo, porque cosas como estas no se aprecian en principio, la plaza de las almas tercas este era su nombre y como yo, ustedes también opinaran lo raro que es este nombre, regresando a la historia. Felipe era uno de mis mejores amigos y con él me encontraba conversando y si mal no recuerdo empezamos a correr.

_ vamos a ver si alguien más parece

_ está bien pero hagamos una carrera

_que fatiga, pero para que veas que te puedo ganar acepto.

Empezamos a correr y cuando de repente sin darnos cuenta ya nos encontrábamos en una calle a 6 manzanos de la plaza, pero que singularidad presentaba esto se preguntaran y es que a pesar de haber nacido y crecido en dicho pueblo esa calle nunca fue transitada por nosotros, o por ninguna de las demás personas, en esta calle se encontraba una casa muy antigua que todavía poseía algunas características muy coloniales, sin darme cuenta di una pausa a mi carrera, muy forzado por que algo de esa casa que me llamo mucho la atención, con la fuerza con la que yo corría no pude parar de tacada así que recorrí varios metros hacia adelante, una vez reducida a cero mi movilidad tome aire y regrese la mirada a ver qué fue lo que tanto llamo mi foco de atención, en la ventana derecha de la casa que en cierto modo generaba malestar de verla vi un rostro de una niña

_esto es real? Me pregunte_ En ese momento calcule que tenía mi misma edad, aún recuerdo las características físicas, pues el color de su piel resaltaba sobre cualquier cosa, en dqwudhqhd un pueblo localizado a unos 3500 metros sobre el nivel del mar, el viento y su intenso sol hacia que la piel de las personas se resecara y que endureciera, pero este no era el caso de aquella niña, su piel se notaba tan blanda y de un tono tan blanco  que me impresiono mucho, su color de pelo era rojo que hacia una combinación perfecta con el color de su piel, y aparte de esto y como si fuera el aderezo de un helado o el postre luego de la cena, fue el color de sus ojos lo que paralizo mis músculos, lo que produjo que mi corazón latiera más rápido, ese color tan intenso que no pude darle una definición, me hipnotizo dándome la impresión de que ella sabía todo sobre mi, que me conocía a la perfección y me comprendía.

Desde aquel día no había lugar ni hora en la que me quedaba parado con la mirada perdida a la distancia pensando en las características de esa niña, quería tener todos los detalles, no quería que se me olvidase algo acerca de ella. Con el afán de retenerlo lo más posible empecé a dibujarla_que es lo que estoy haciendo_ pero la cuestión era que yo nunca dibuje, ni trate de aprender pero era tanta mi obstinación que quise retratarla, siempre los ojos era lo primero que dibujaba ya que fue lo que más me llamo la atención y además lo que mejor podía dibujar, solo el hecho de tener la imagen de sus ojos yo podía completar todo su rostro con mis imágenes mentales, con mi recuerdos. Así pase todo el tiempo por el resto de mis vacaciones, puesto que había terminado la primaria y existía un periodo de tiempo hasta poder ingresar a secundaria.

Mi vida en la escuela no fue la mejor que digamos, no tenía muchos amigos con cuales jugar, la mayor parte del tiempo pasaba solo, la única persona con la que compartía buenos momentos era con Felipe pues él era mi vecino y prácticamente nos criamos juntos, casi como hermanos. La escuela no me pareció nada interesante por lo que me propuse tener una mejor vida en la secundaria puesto que ya podría estar en el mismo salón que Felipe.

_tengo que decirte algo

_sí que pasa Felipe dímelo

_mi padres se mudaran y me tendré que ir

_pero acordamos que iríamos a la misma secundaria y haríamos muchas cosas

_mis padres ya tomaron la decisión y no podré hacer nada, espero te vaya bien

_no Felipe, yo espero que te vaya bien a ti, si alguna vez necesitas algo solo dímelo

_yo tengo tu dirección José cuando este en mi nuevo hogar te escribiré

Fue así como Felipe se despidió de mí, ese día regrese a casa y lo único que hice fue seguir pensando en aquella niña. Al final las vacaciones casi habían acabado y yo estaba cada vez más con miedo porque no sabía que me tendría preparado el destino.

Capítulo 2

Era una mañana fría de abril me costó mucho levantarme puesto que me había acostumbrado a dormir hasta altas horas del día, ya las aves cantaban y mi madre me llamaba a desayunar

_Felipe a desayunar

_ quiero dormir mas

_a levantarte que tienes clases

_ nooo quiero dormir!!!

 Me levante con los parpados caídos y camine sosteniéndome a la pared para no caer, llegue al comedor y ya estaba sobre la mesa una taza de café en leche, un poco de jugo y dos panes, yo sentía que estaba dormido todavía y soñaba que estaba comiendo, cuando repentinamente se me callo la cuchara al piso haciendo un ruido agudo que me levanto completamente.

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