ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Critica A La Economia


Enviado por   •  9 de Junio de 2015  •  2.818 Palabras (12 Páginas)  •  189 Visitas

Página 1 de 12

CRITICA A LA ECONOMIA

La economía como ciencia fue constituida en el siglo XVIII, y desde entonces, tiene un protagonismo cada vez mayor en la vida de la población. En un sentido ideológico, asume una esencia etnocéntrica que induce a atributos a los agentes la aptitud del comportamiento económico racional. Y suprimir así la cuestión de las condiciones económicas y culturales del acceso. Lo que se transforma en algo indispensable si se pretende universalizar las condiciones. Se maneja con una lógica paradójica y utiliza como creencia que los agentes se conducen bajo el ejercicio de la racionalidad, en su visión del mundo. Se le asigna un lugar central a la razón, pero que a la vez, no tiene la razón por principio.

La economía clásica reduce erróneamente cualquier clase de interés, al interés económico. Las disposiciones económicas más fundamentales no son exógenas sino endógenas ya que dependen de una historia. Esto se traduce en una distorsión en la economía de las prácticas económicas, debido a la lógica de la razón y el cálculo. Las decisiones de los agentes no siempre se basan en el cálculo y la razón. Lo que contradice el carácter construido, arbitrario y artificial, de la inversión, la apuesta y la búsqueda de ganancias. Es una ciencia de estado que responde políticamente, mediante preocupaciones normativas, a la política con contribuciones formales.

PENSAMIENTO EVOLUTIVO EUROPEO

Darwin elaboró un marco general para la comprensión de fenómenos que en variaciones aleatorias acumulativas podrían dar origen a cambios en gran escala en el tiempo. Si bien esta línea, a nivel económico, intentó ser abordada por los economistas del pensamiento evolutivo europeo como Robert Owen, Charles Fourier y Pierre Proudhon, fue en Estados Unidos donde el pragmatismo de William James, Charles Peirce y John Dewey permitieron la fundación de dos nuevas disciplinas orientadas a la catalogación y el desarrollo de marcos explicativos: la antropología y la sicología. De toda esta corriente de gran efervescencia intelectual deriva Thorstein Veblen, el primer auténtico economista en la línea de la “economía evolutiva”.

Thorstein Veblen ve la necesidad de tomar en consideración ciertas variaciones culturales a la idea de “naturaleza humana” propuesta por David Hume y pone en relieve el conflicto entre lo industrial y lo material, estableciendo la necesidad de un marco más real para el análisis económico. Veblen detecta que cada cultura depende de su base material y de las habilidades que apoyan su proceso de vida. Su dicotomía es una variante de la “teoría instrumental del valor”, que toma algunas ideas de sus conversaciones con John Dewey.

SAINT SIMÒN

Claude-Henri de Rouvroy, conde de Saint-Simón (París, 17 de octubre de 1760 - ibídem, 19 de mayo de 1825), fue un filósofo y teórico social francés, que puede incluirse entre los pensadores del socialismo utópico. Sus ideas dieron nacimiento a un movimiento nacido después de su muerte y conocido precisamente con el nombre de sansimonismo.

Representó un prototipo del espíritu ilustrado creativo y visionario. Puede considerarse como el primer teórico de la sociedad industrial, lo que causó que algunos le atribuyeran el título de fundador del socialismo francés, incluso de iniciador del socialismo. Escribió una obra voluminosa, centrada en la economía.

Luchó a favor de la independencia de los Estados Unidos y pasó por diferentes niveles económicos a pesar de ser aristócrata. Su contexto social es el de la Revolución, la revolución estadounidense y la primera industrialización. Recibió influencias de la Ilustración y el Romanticismo.

Estuvo relacionado con Auguste Comte, padre de la sociología. Por un largo tiempo trabajó con este, pues Saint-Simon lo contrató como secretario, junto al historiador Augustin Thierry; al parecer, la teoría de los tres estadios de Comte, surgió de aquella colaboración.

Saint-Simon se planteó acabar con la «anarquía» capitalista sustituyéndola por un nuevo Estado dirigido por los científicos y por los «industriales» que sustituirían a los «incapaces»: curas, nobles y explotadores. Por eso su propuesta ha sido calificada como «socialismo aristocrático», antecedente de lo que en siglo XX se llamaría tecnocracia.2 De ahí también que buena parte de sus seguidores fueran banqueros, financieros, industriales, inventores, etc., algunos de los cuales desempeñaron funciones importantes en la vida económica de Francia y fuera de ella.3

Para Saint-Simon el conflicto de clases fundamental de la sociedad de su tiempo no era el que el enfrentaba a la «burguesía» con el «proletariado», como afirmarán otros socialistas y desarrollará el marxismo, sino el que oponía a los «productores» o «tercera clase» —que incluía tanto a los patronos como a los obreros, «los que dirigían los trabajos productivos y los que los realizaban»— con los «ociosos» improductivos que no contribuían en nada a la riqueza y al bienestar económico de la nación, y entre los que se encontraban en primer lugar los miembros del clero y de la nobleza.4

PENSAMIENTO MARXISTA

Marx escribe en la época de consolidación del capitalismo. Su obra parte de la filosofía y se dirige a la economía política. Concibe la economía cuestionando el carácter natural de la formación económica que defendían los

Marx se opone a la dialéctica de Hegel y se contrapone con la tesis materialista (materialismo dialéctico o histórico), donde el estudio de la historia de los hombres tiene un lugar central. Marx cuestiona el orden natural que dicen los clásicos en el capitalismo y dice que este surge del hombre a través de la historia de formaciones sociales, a través de la idea de Trabajo que es lo que caracteriza al hombre. Para Marx el trabajo es aquello que diferencia al hombre de los animales.

El hombre es un ser de necesidad, orientado hacia su satisfacción, y existe una adecuación objetiva y directa entre la necesidad y su objeto. El hombre encuentra en un principio al objeto frente a él, con el otro de sí mismo, pues es un ser que tiene vocación de hacerse objeto. Para Marx, el trabajo es un acto plenamente humano, pues el hombre utiliza la naturaleza libremente y escoge sus objetos de trabajo entre las fuerzas de la naturaleza: su actividad sobre ella se extiende indefinidamente. El animal no se produce más que así mismo, mientras que el hombre reproduce a la naturaleza entera. El trabajo cumple además un papel de mediación social, porque es un trabajo colectivo gracias al perfeccionamiento de los medios de producción, y la relación social es una exigencia

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (18.1 Kb)  
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com