Cuento de la historia que en el siglo XVII en un pueblo llamado Tequisquiapan

Narrador: Cuenta la historia que en el siglo XVII en un pueblo llamado Tequisquiapan hay una familia que está integrada  por padre e hijo. El niño se llama David Ricardo el padre bertil Ohlin, estos cada mañana con los primeros rayos del sol trabajan en la  siembran de maíz, tomate, piña, zanahoria y papaya entre otras frutas y verduras. [pic 2]

Cuando ellos completan una buena cantidad de cultivo, las ofrecen a sus mayores, (estos son personas que se encargan de ofrecerlos a pueblos más cercanos). En esa casa no faltaba nada, pues son ricos en sus cultivos.

A base de esfuerzo y trabajo logran adquirir además de su parcela de tierra, un pedazo de tierra adicional lo que le permitirán más cultivos.  

Pasado algún tiempo y ya para anochecer alguien toco la puerta.

Smith: ¿Disculpe señor ya casi es de noche, me podía dar posada solo por hoy?

Narrador: Este es un hombre de mediana edad, su forma de vestir muy formal, además tiene un maletín en sus manos.

Bertil Ohlin: Adelante buen hombre, puede pasar en mi casa solo habitamos mi hijo y yo.

Narrador: Sin pensarlo mucho el entro a casa, dejando a un costado su maletín. Bertil le dijo a su hijo que le hablara al inquilino para cenar,

David Ricardo: gusta acompañarnos a la mesa cenaremos unas quesadillas con licuado de fresas.

Smith: Gracias buen chico, no será muchas las molestias que estaré causando?

David Ricardo: Claro que no! mi padre me ha ordenado invitarle a cenar, Si así usted lo desea.

Smith: indícame en donde queda su comedor.

Narrador: Ellos tres se acomodaron en una pequeña mesa a cenar, quesadilla que había preparado bertil ohlin.

Al día siguiente como de costumbre ellos se despertaron para trabajar en sus tierras, despertaron al inquilino, pues ya se acercaba la salida de su casa.

Bertil ohlin: Buenos días señor, ya es hora nosotros iremos a trabajar, tenemos unas tierra que cultivarlas, sin duda es la riqueza que nosotros poseemos.[pic 3]

Smith: Gracias buen hombre por dejarme quedar, ha sido un gran descanso,

¿ Cómo puedo pagar tan grande hospitalidad?

Bertil ohlin: de ninguna manera es para nosotros un honor brindar ayuda, sabemos que este pueblo no hay maldad, cuando podemos ayudamos en gran manera.

Smith: puedo ayudarles a trabajar en sus tierras, conozco lo suficiente para sembrar si ustedes lo disponen.

David Ricardo: Si padre sería una excelente idea, ya que hoy es el día de cosechar aún más porque tendremos que enviar a nuestros mayores en unas semanas.

Narrador: después de pensarlo por lo menos unos 20 minutos bertil se decidió a dar una respuesta,  y fue que  Smith fuese con ellos a las tierras de su cultivo.

Salieron, de su casa en un viejo pero eficiente Torton (Camión de gran dimensión), al llegar a las tierras, se impresiono Smith por tan grandes sembradíos, son hermosos al ver el tomate tan grande y rojizo, tomo uno lo limpio y disfruto de su sabor tan agradable.

David Ricardo: veo que te gustaron nuestras cosechas.

Smith: Es exquisito este tomate, no he probado uno como este.  

Bertil ohlin: Smith que hará usted? Puede ayudarnos en recolectar las frutas en las cajas. [pic 4]

Smith: por supuesto buen hombre he venido a trabajar sin descasar.

Narrador: todos empezaron a trabajar en cada una de las áreas asignadas, luego de tantas horas trabajando de sol a sol sin parar se dispusieron a descansar, pues es la hora de la comida, fueron a una fonda cerca de su pueblo,

Empezaron a elegir su menú, mientras tanto bertil está muy pensativo, solo mira a su hijo.

Smith: Que te aflige  amigo, en tu rostro se te nota.

Bertil Ohlin: no es nada, solo me quedo observando y pensando en mi hijo y lo feliz que es, él tiene un gran amor a la tierra como me ama a mí, de eso no tengo ninguna duda.

Smith: Eres rico en todo los sentidos.

Bertil ohlin: a todo esto gran hombre a que te dedicas?, que te trae por estos lugares? [pic 5]

Smith: Seré aún más honesto con usted sr, mire que yo antes tenía unas tierras en el oriente, es un pequeño pueblo en donde hay minas para trabajar y sacar piedras preciosas, realmente no se carece de nada en absoluto, pero cierto día llegaron unos griegos a invadir nuestro pueblo fue la manera más ruin de sacarnos, ellos se apropiaron de todo.

 Nosotros teníamos que trabajar para ellos sin recibir ni la tercera parte de lo que se gana en las minas. De tantas discriminaciones me decidí a caminar por estos pueblos, sé que empezar de nuevo implica retos inalcanzables, tengo conocimientos de algunas cosas como por ejemplo vender lo que mis tierras producían.

Bertil ohlin: usted mismo las ofrece a otros pueblos?

O es como nosotros que tenemos intermediarios, que también son llamados mayores. Si has escuchado de ellos

Smith: Si he escuchado mucho de ellos, pero no, no es así nosotros mismos las ofrecemos, porque podemos ver nuestras ganancias y cuanto vamos a distribuir como le repito se algo de todo este mundo.

Narrador: fue una extensa plática que pasaron desapercibido el tiempo, ya era demasiado tarde, se dispusieron a volver a casa en su viejo camión de carga, esta vez. Bertil invito a quedarse unas vez más a Smith le había interesado su plática, incluso como es el, en cuanto a su desenvolvimiento.

Transcurrieron las semanas para ser exactas tres, ellos como de costumbre tendrían que recoger frutos. Es el día de entregar a sus mayores.

Bertil ohlin: Hijo tendremos un día laborioso,

David Ricardo: no te preocupes papa siempre hemos sabido salir adelante, así que este día no será la excepción. [pic 6]

Smith: iré con ustedes

Bertil ohlin David Ricardo: Adelante vamos.

Narrador: cada uno sabía su trabajo, de modo que ya nadie preguntaba, y todos se iban a sus lugares, casi al atardecer se sienta Smith bajo un árbol  para tomar un poco de agua, estaba agotado, empezó a darse ideas de cómo ayudar a esta familia, incluso para que no dependieran de sus mayores y que ellos mismo vendieran su producto tenía todo, desde sus recursos hasta su transporte, le tomo varios días en ordenar sus ideas y pensar cómo se las diría a ellos para que entendieran lo que él les quiera decir.

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