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De humo y espejos


Enviado por   •  12 de Febrero de 2019  •  Ensayos  •  1.679 Palabras (7 Páginas)  •  163 Visitas

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Javier Eduardo Ramos Morales

6to B

De humo y espejos

En México, el país donde todo es posible, uno ya no sabe que creer; un mal gobierno, corrupción hasta por debajo de las piedras, noticias sensacionalistas, coberturas excesivas a noticias que no se la merecen, todo ha mermado la credibilidad del mexicano. El engaño abunda, y las teorías conspirativas casi por igual.

Y acercándonos al 2 de octubre, fecha en que se conmemora el movimiento estudiantil del 68, y también fecha en que ocurrió uno de los mayores encubrimientos mediáticos en la historia de México, vale la pena hacer un breve recuento

El termino “doctrina del shock” fue acuñado por Naomi Klein en el año 2007 en su libro del mismo título, pero por su definición, puede ser utilizado perfectamente para explicar y describir numerosas situaciones pasadas y presentes alrededor del mundo.

Pensada y creada por el economista estadounidense Milton Friedman y pasada a sus muchos alumnos (llamados en conjunto, la Escuela de Chicago) durante tres décadas, consiste en usar o crear algún tipo de trauma colectivo (un desastre natural, un enfrentamiento, un ataque terrorista, una guerra) para aprovechar el estado de shock de la población, y su incapacidad momentánea de actuar y organizarse y así realizar cambios sociales, políticos y (principal y primordialmente) económicos drásticos saltándose por completo la democracia y los procesos legales apropiados

Estos ataques organizados contra las instituciones y bienes públicos, siempre después de acontecimientos de carácter catastrófico, declarándolos al mismo tiempo atractivas oportunidades de mercado, también reciben el nombre de capitalismo del desastre.

Ejemplos tenemos muchos:

En la Argentina de los años setenta, las desapariciones de más de 30 mil personas que la Junta llevó a cabo fue parte esencial de la reforma de la economía que sufrió el país, con la imposición de las recetas de la Escuela de Chicago lo mismo sucedió en Chile, donde el estas medidas fueron el principal motor de las reformas económicas.

Durante el 89 en China, la masacre de la plaza de Tiananmen fue el shock que desató oleadas de detenciones, las cuales permitieron al Partido Comunista convertir el país en una zona de exportación masiva, bien surtida de trabajadores austados y amenazados como para exigir cualquier derecho laboral.

En Rusia, por el año 1993 Boris Yeltsin decidió enviar los tanques al parlamento para impedir que los líderes de la oposición fueran un obstáculo para la privatización que dio lugar a la nueva clase dirigente del país: los famosos oligarcas.

La guerra de las Malvinas, en 1982, permitió a Margaret Thatcher superar la crisis de las huelgas de los mineros. Gracias a la excitación patriótica que recorrió el país, pudo aplastar las revueltas y lanzar el primer gran plan privatizador de una democracia occidental.

En 1999, el ataque de la OTAN hacia Belgrado permitió que más tarde Yugoslavia sufriera rápidas privatizaciones.

Cada ejemplo comparte una trinidad política común: la eliminación del rol público del Estado, la libertad de movimientos de las empresas y un gasto social nulo.

Por supuesto, y como se mencionó anteriormente, México no es la excepción. De la historia moderna de nuestro país se pueden extraer diversos ejemplares de la doctrina del shock y del miedo como medio para un fin. Hay que mencionar que el shock en México no ha sido causado solamente por el miedo, sino tambien por la distraccion mediatica generada por  noticias prefabricadas o sensacionalistas que atraen nuestra visión de asuntos que requerirían más atención.

Esta última se ha convertido en una herramienta tan recurrente y tan abusada por los grupos de la élite que en México la sospecha (bien fundada o no) ya es casi del día a día.

Pero vamos por orden, empecemos por el que quizá es el ejemplo más común de la doctrina del shock en el país y que, por esár proximo a conmemorarse, nos atañe primero.

El 1968 surgía un movimiento estudiantil masivo en México, particularmente en el aquel entonces Distrito Federal. Este movimiento fue de protesta contra la forma y represión por parte del gobierno hacia la población. Aquel año era importante debido a que el país sería la sede de los Juegos Olímpicos, por lo cual era de primordial importancia que se mantuviera una buena imagen. Había reporteros de todo el mundo, por este motivo el presidente de la República en aquellos años, Gustavo Díaz Ordaz llegó, al límite de lo impensable para hacer parecer que todo estaba en paz.

El 2 de octubre había entre 5 mil y 10 mil personas en la Plaza de las Tres Culturas, entre ellos se encontraba el batallón Olimpia. Momentos más tarde se vieron bengalas en el cielo, inmediatamente después los francotiradores comenzaron a disparar a la multitud y a los militares, mismos que respondieron al fuego disparando indiscriminadamente hiriendo incluso a los suyos.

Se carecen de datos oficiales, sin embargo, por los reportes de desaparecidos y los heridos que lograron llegar a hospitales se piensa que alrededor de 400 personas fueron asesinadas. El movimiento estudiantil murió ese mismo día, y los Juegos Olímpicos se llevaron a cabo sin problema alguno.

Los medios manejaron datos que oscilaban entre los 20 y 25 muertos, también había aquellos que catalogaban el hecho como un enfrentamiento entre terroristas y militares del cual estos últimos habían salido airosos.

Noam Chomsky filósofo y lingüista estadounidense, en sus diez Estrategias de Manipulación Mediática habla de una que reza “Crear problemas y después ofrecer soluciones. El 68 encaja bastante bien si tomamos en cuenta que después del a derrota de los “terroristas” a manos de las fuerzas armadas había quienes, de hecho, se sentían más seguros.

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