EDIPO EN COLONO

EDIPO EN COLONO

Situación: Es la última de las obras de Sófocles, compuesta casi a los noventa años, pero que no fue representada hasta el 401 a.d.C, cinco años después de la muerte de su autor.

Contexto: Edipo, rey de Tebas, en cumplimiento de un trágico destino, mató a su padre y se casó con su madre, de la que tuvo cuatro hijos: Eteocles, Polinices, Antígona e Ismena. Los dos varones se disputan el trono de Tebas. El oráculo ha profetizado que ganará el que tenga de su parte a Edipo.

Argumento: Edipo, ciego y cansado después de muchos años de destierro, llega a Colono, pueblo del Ática, cerca de Atenas, acompañado por su hija Antígona. Un ciudadano de Colono les informa de que pisan suelo sagrado dedicado a las Euménides y les conmina a marcharse. Edipo se niega. Llegan más ciudadanos, y al enterarse de su identidad, quieren echarlo del lugar. Edipo pide que avisen al rey del lugar, que a la sazón es Teseo. Mientras van a buscarlo, llega Ismena, su otra hija, quien le cuenta lo que pasa en Tebas y que van a venir a por él. Teseo llega hasta Edipo y le ofrece protección. Poco después se presenta Creonte, aliado de Eteocles, y pretender conseguir que Edipo le acompañe. Este se niega, pero Creonte captura a sus dos hijas e intenta llevárselo con violencia. Se oponen los colonenses y Teseo, que impide la acción y va en busca de las secuestradas. Viene entonces Polinices, pero tampoco consigue convencer a su padre.

En este punto, se oye tronar, señal de Zeus para anunciar la muerte de Edipo, quien reclama a Teseo, puesto que él será el único que conozca el lugar de su sepultura, sepultura que atraerá bienes sobre el país. Ambos entran en el bosque de las Euménides.

AGUMENTO 2

En el prólogo el viejo Edipo se ha sentado a descansar cuando un habitante de la región le advierte que está en un recinto sagrado y que debe abandonarlo. Es un recinto dedicado a las Euménides. Al mencionar esta palabra, Edipo reconoce que el fin de su vida está cerca y solicita la presencia del rey de la ciudad Teseo. El hombre va en busca de los ancianos de Colono.

El coro invita a Edipo a abandonar el recinto sagrado y le promete no expulsarlo del país. Pero cuando se enterra de su identidad olvida su promesa y le ordena abandonar el Ática.

Edipo pide asilo al coro. Éste opta por aceptar lo que Teseo decida. Llega Ismene con la noticia de la guerra entre sus dos hermanos y advierte a su padre que, a la vista de un nuevo oráculo de Delfos, van a venir a buscarle. Edipo maldice a sus hijos. El coro le aconseja celebrar unos ritos de expiación a las diosas Euménides. Ismene los cumple. El coro recuerda las desgracias pasadas de Edipo. Al fin llega Teseo y le asegura su protección.

El coro realiza un canto a Colono y a la grandeza de su patria, el Ática.

Se presenta Creonte, con la esperanza de convencer a edipo para que vuelva con él a Tebas. Edipo le increpa duramente y se niega. Creonte le amenaza con llevarse por la fuerza a sus hijas. Se las lleva y cuando está a punto de prender a Edipo, llega Teseo. Enterado de lo que ocurre, ordena a Creonte que le lleve junto a las muchachas.

El coro observa la lucha entre los raptores tebanos y los soldados áticos que han ido a salvales. Predicen la victoria de estos e invocan la ayuda de los dioses.

Entran las dos muchachas rescatadas por Teseo. Satisfacción de Edipo. Teseo comunica a Edipo que un desconocido solicita, en actitud de suplicante en el altar de Poseidón, hablar con Edipo. Antígona intercede para que lo reciba.

Los ancianos de Colono comentan la locura que supone desear prolongar la vida cuando las fuerzas abandonan al hombre. Es una realista y bella evocación de las penalidades que trae consigo la vejez.

Llega Polinices y cuenta a su padre el estado de cosas y le suplica que deponga su

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