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EL INFIERNO COMO TÓPICO O TRADICIÓN LITERARIA UNIVERSAL

marpared15 de Marzo de 2015

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LENGUA ORAL LENGUA ESCRITA RELEXIÓN PROPIA

EL INFIERNO COMO TÓPICO O

TRADICIÓN LITERARIA UNIVERSAL

La Eneida

De Virgilio

“Tras una época en que Roma había sido desgarrada por las constantes guerras civiles, instaurada ya la paz de Augusto, Virgilio se había asociado con absoluta convicción al movimiento promovido por el emperador en pro de una restauración moral y cívica en Roma.

La Eneida es la obra que justificaba ideológicamente esa restauración porque sitúa a la familia imperial en una línea de continuidad que partía del héroe troyano Eneas, protagonista de la Eneida. Mecenas, deseaba que el poema épico hubiese tomado como protagonista al propio emperador. Pero a Virgilio no le agradó ese burdo plan; antes bien, decidió que en su obra los destinos de Roma y de Augusto se fusionasen a través de la exaltación de los orígenes de la ciudad: la Eneida sería, pues, la epopeya de los ideales romanos.

Virgilio utiliza todas las fuentes para dibujar como personaje a Eneas, que podría considerarse como el héroe de una novela de aventuras, entremezclada con escenas de tragedia. Con todo, el tema carecía de desarrollo suficiente como para dar pie a un poema épico, que tuviera la extensión adecuada, una magnitud heroica y un interés nacional.

Para darle el desarrollo que necesitaba, Virgilio utiliza procedimientos amplificatorios, muchos tomados de Homero, como las comparaciones, digresiones, descripciones de armas, discursos, intervención de los dioses, etc. Otros elementos utilizados, sin ser totalmente originales, sí son utilizados por Virgilio de una manera genial: los juegos fúnebres en honor de su padre, el episodio de Dido (con el que se justifica la enemistad entre Roma y Cartago), la visita de Eneas a los Infiernos (donde encuentra personajes del pasado y del porvenir), las alianzas y las enemistades con los pueblos del Lacio, aparición de oráculos. Virgilio juega de manera original con el tiempo en su poema; hay un enfoque sincrónico entre los tiempos de la caída de Troya (s. XII a.C.) y la época en que se gesta el poema, los tiempos de Augusto. Esa fusión del pasado legendario y del presente histórico se logra gracias a la idea de Roma, que borra toda noción del tiempo. Eneas debe cumplir la misión que el destino le ha encomendado como representante idealizado de un pueblo, que todavía no ha nacido (el romano), y esa misión no es otra que poner los cimientos de una nueva Troya en Italia.

Como héroe, Eneas no tiene la grandeza épica de los héroes de Homero, aparece mucho más humanizado. Los héroes homéricos son dueños de sí mismos, capaces de enfrentarse a los mismos dioses. Eneas, en cambio, es un personaje valiente, pero dubitativo y algo flojo de carácter. El sentimiento de piedad filial se mezcla en Eneas con otros sentimientos menos nobles, como la indiferencia hacia Dido, enloquecida por su amor. Y sobre todo, Eneas está sometido a un destino que debe cumplir a toda costa.

En el libro IV el héroe desciende al Averno, donde encuentra la sombra de su padre Anquises en los Campos Elíseos y recibe alientos y consejo para los días tormentosos que se avecinan.”

La Divina Comedia

De Dante Alighieri

La Divina Comedia, cuya escritura comenzó Dante en 1321 tiene un posible origen en el último de los capítulos de la “Vida Nueva”, donde el autor expresa haber tenido que sufrir amargas experiencias cívicas y religiosas.

ESTRUCTURA DE LA OBRA

“Dante estructura esta obra en tres áreas: Infierno, Paraíso y Purgatorio. Cada una de estas áreas contiene 33 cantos. La primera de ellas “Infierno” contiene 9 círculos concéntricos descendentes.

El plan del universo dantesco se sustenta en una rara simbiosis de ciencia y religión, puesto que el mismo posee materia corruptible y materia pura, además está de acuerdo con la teoría tolomeica.

El viaje hacia el más allá es un tema muy frecuente en los poetas grecorromanos y más aún en la cristiandad medieval, es posible que a más de una de estas obras sea deudor Dante; la “Eneida” de Virgilio está señalada como la gran precedente.

La Iglesia y el Imperio Romano son instituciones venerables para el autor y a ellas alude constantemente.”

A pesar de que Virgilio pertenece a la era pre- cristiana, Dante lo coloca como guía en su viaje al infierno. Entre las obras virgilianas encontraste la escritura de las églogas. Aquí, una de ellas:

Égloga IV.

Se ha trabajado en estas obras el descenso al infierno.

El descenso a los infiernos en el discurso literario recibe el nombre de CATÁBASIS, palabra de origen griego que significa bajada. Se puede decir que es un descenso metafórico, con un fin de redención o ANÁBASIS, vocablo de igual origen que significa subida, ascenso.

Un poco de historia…

La idea de la catábasis, del descenso al infierno (o inframundo), y la posterior salida del mismo, -anábasis o resurrección- aparece inmersa, desde la más remota antigüedad, en el marco de las creencias funerarias de casi todas las civilizaciones del mundo. Desde que el hombre fue hombre, es decir, desde que adquirió la facultad de reflexionar sobre su propia existencia y tuvo conciencia del hecho de la muerte, necesitó, primero, enterrar los despojos mortales de sus seres queridos, después, honrar los lugares funestos o de enterramiento de los personajes notables con monumentos de entidad sobresaliente, y al mismo tiempo, alimentar la esperanza de una pervivencia en el más allá.

Es un hecho reconocido que en la gestación de los interrogantes que todavía nos asaltan a muchos sobre el más allá, jugó y sigue jugando un importante papel el mundo onírico, en el cual se entremezclan sueños, ensueños y realidades.

La catábasis puede ser pensada como una muerte simbólica y una posterior resurrección , es decir como un pasaje el que el héroe retorna su lugar de partida después de haber alcanzado cierta clase de conocimiento que antes carecía. El motivo supone una topología de las profundidades, que aparecen generalmente como una suerte de laberinto en el que el héroe se perdería si no tuviera junto a él la figura de un guía.

Adan Buenosayres

De Leopoldo Marechal

ESTRUCTURA DE LA OBRA

“La novela está organizada en un “Prólogo indispensable” que funciona como prueba de la salida de Cacodelphia. El prólogo presenta a “Adán Buenosayres” como una novela trabada: un primer libro donde se presenta la muerte del héroe cierra el ciclo que el último libro ha dejado en suspenso.

De los siete libros, los cinco primeros cuentan las peripecias de Adán durante los tres días anteriores a su muerte, momento en que el mismo realiza un itinerario alegórico por diferentes barrios de la ciudad de Buenos Aires y donde entra en contacto con los seres que allí habitan, innumerables personajes del arrabal y de las tertulias literarias que despliegan diferentes teorías acerca del un lenguaje, jocoso o de pretensiones serias.

Los dos libros restantes “El cuaderno de tapas azules” (que se presenta en forma de autobiografía de Adán) y “Viaje a la oscura ciudad de Cacodelphia”, (libro final, basado en el tema del descenso a los infiernos) aparecen como escritos por el protagonista de la novela. . En Cacodelphia, el autor ubica los mismos personajes, eventos, tipologías, en el sistema alegórico de los pecados capitales: juicio de valor de Marechal, atribución directa al pensamiento retrógrado del siglo, (si consideramos a Marechal un vanguardista).

La estructura global ofrece tres finales simultáneos, como si la trama narrativa se moviera en tres tiempos distintos, cerrados sobre sí, y a la vez unidos por la amalgama del héroe:

- tiempo del entierro (muerte de Adán Buenosayres: prólogo),

- tiempo de la redención (reconocimiento en la turba que insulta a Cristo: libro V),

- tiempo cerrado de Cacodelphia (exclamación final ante la hoya del Paleólogo, no-salida de la oscura ciudad: libro VII).

Cada uno de estos finales resuelve simbólicamente los principales quiebres del texto.

Puede señalarse que el tiempo de la novela (tres días) corresponde a la estructura predeterminada del Auto sacramental (tres carros, tres actos, tres lapsos representados: pasado - presente - futuro). La analogía es posible si se tiene en cuenta la sólida formación clásica de Marechal)”

ADAN BUENOSAYRES Y LA TERRITORIALIDAD ESPACIO- LITERARIA

Los referentes de este infierno han sido mostrados en libros anteriores tales como la “Eneida” de Virgilio, “La Divina Comedia” de Dante Alighieri, “Gargantúa y Pantagruel”de François Rabelais, “Fausto” de Goethe

La

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