Educar¿para Que?

EDUCAR ¿PARA QUÉ?

La educación para la economía y la sociedad del siglo XXI

El siglo XXI se distinguirá por cambios fundamentales rápidos, el crecimiento rápido de la población joven en la mayoría de los países en desarrollo; la transición a una economía y sociedad globales basadas en el conocimiento y sumamente interconectadas en redes, y por una firme conciencia de desarrollo sostenible mucho más allá de la dimensión ambiental.

Implicaciones económicas y sociales de las nuevas tecnologías

El progreso tecnológico da como resultado cambios comunitarios en las estructuras económicas y sociales, los que llevan implícito la evolución de actitudes y valores y tienen a la vez un gran impacto en la dirección y la velocidad del desarrollo y la innovación en el ámbito tecnológico.

Para principios del siglo XXI se espera un progreso m{as rápido en lo referente a la tecnología de la información, tecnología genética, de protección ambiental y energía. Sin embargo solo algunas de ellas son capaces de proporcionar nuevas capacidades habilitadoras básicas como para influir en el paradigma económico y social.

El potente equipo de procesamiento de información del mañana se caracterizará por el uso de dispositivos de entrada y salida sensoriales, una conectividad total en redes; lo que llevará a la inteligencia universal.

Globalización de las actividades económicas

La innovación ha sido fundamental para que el proceso de globalización se haya acelerado, ampliado y profundizado.

Desde mediados de los años ochenta, los flujos internacionales de inversión y tecnología han sido el motivo principal de desarrollo. El hecho de que el comercio mundial continúe siendo una importante fuerza impulsora del proceso de globalización se debe a los avances tecnológicos que trajeron consigo reducciones sustanciales en los costos de las comunicaciones y los transportes.

Implicaciones para la formación y la capacitación

La globalización continua de las estructuras de producción y distribución como los rápidos avances de las nuevas tecnologías traen consigo variedad de beneficios económicos y sociales. En la dimensión económica podemos asegurar que los países industrializados el nivel promedio del ingreso y la riqueza actualmente es el más alto de la historia, pero los beneficios del progreso económico y tecnológico no se limitan al mundo de la OCDE. La economía y sociedad del siglo XXI liberarán a la gente de muchas de las limitaciones de espacio y tiempo.

Un cambio en el paradigma básico de la economía y la sociedad, implica grandes desafíos y riesgos; en primer lugar el aumento de la interdependencia internacional ocasionado por el proceso de globalización, se corre el riesgo de que la sociedad padezca más desigualdad y fragmentación, lo que se relaciona con la posibilidad de que la desigualdad en la distribución del ingreso y la riqueza se incremente de manera gradual, la polarización de facto e incluso más potencial entre aquellos que poseen más información tecnológica privilegiada y los que no, y el problema de una dicotomía creciente entre una pequeña elite bien educada y con perspectiva internacional y la mayoría de la población, cuyos intereses se orientan a los fines locales y nacionales.

La educación puede desempeñar un papel clave en relación con las tres cuestiones de la polarización económica y social. la educación es decisiva para la vida privada y para la vida comunitaria en un mundo en el que disminuye el tiempo de trabajo y a aumenta su tiempo de ocio. La educación tiene que ayudar a las personas a conservar su identidad social y cultural.

Una primera responsabilidad de la educación es mejorar las posibilidades de empleo de la gente. Es necesario acentuar el énfasis en competencias básicas

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