El Arte De La Guerra De Sun Tzu
josetorres198311 de Junio de 2014
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1. INTRODUCCION
Este ensayo aborda la obra literaria “El Arte de la Guerra” con dos finalidades, primera: dar un reforzamiento al valor de la lectura y comprensión, segundo: analizar y entender estrategias de suma importancia que nos pueden ser de mucha utilidad ante situaciones en las que se requiera iniciar un combate, aclarando que por combate se hace referencia no solo a un ámbito bélico, sino englobando cualquier ambiente.
Ahora bien ¿Qué es el Arte de la Guerra?
Es una colección de escritos atribuidos al estratega militar chino Sun Tzu, quien vivió por los tiempos del siglo V antes de cristo. Sus pensamientos y filosofía fueron tan interesantes que se expandieron de una manera impresionante; incluso grandes personalidades de gran renombre como Napoleón y Maquiavelo hicieron uso de ellas. Estas ideas han perdurado a través del tiempo siendo vigentes todavía y sin pasar de moda.
Curiosamente a pesar del título que hace referencia al confrontamiento armado, este libro aporta los elementos necesarios para que únicamente se gire el ambiente donde se da el conflicto, es decir, para que se tome lo requerido y sea aplicado ante cualquier situación de la vida. El autor nos explica él porque de los conflictos y como darles solución de una manera que se salga adelante por encima del contrincante.
Se hará una síntesis de cada uno de los 13 capítulos iniciando con los objetivos del ensayo y, agregando posteriormente las conclusiones y recomendaciones.
2. OBJETIVO
2.1 Objetivo General
Estudiar y analizar la obra literaria para comprender y plasmar las ventajas y estrategias que proporciona el autor para poder así emplearlas en cualquier entorno que se nos presenten.
2.2 Objetivo Especifico
Desarrollar la comprensión durante la lectura para conocer formas de solución de problemas que nos permitan situarnos siempre un paso adelante que nuestros competidores, así como para su correcta aplicación sin cometer errores comunes.
3. CAPITULO I
3.1 Estimación Inicial
Tanto en la guerra como en cualquier problema de la vida, si se quiere ganar, se debe primero analizar la situación.
Para poder realizar este análisis debemos determinar cinco variables que pueden permitirnos si estamos en ventaja o desventaja:
La política: ¿Hay confianza en la relación entre nosotros y nuestros seguidores?, ¿nos seguirán sin importar hacia dónde y en qué circunstancias? Si es afirmativo, entonces podemos avanzar.
El clima: Si avanzamos durante lluvia en terreno fangoso, seguro fracasaremos, por ello se debe tomar él cuenta las situaciones atmosféricas, ya que como son cambiantes, pueden estar a favor o en contra.
El terreno: Debe ser acorde a nuestra conveniencia y condición.
Liderazgo: El líder debe saber actuar ante cualquier circunstancia, ser justo y darse a respetar.
El Orden: Mantener reglas y medidas, evitara el exceso y la insubordinación.
Sin dudad alguna el subestimar es un error que comúnmente se comete, más sin embargo si esto se hace de manera intencional será una táctica eficaz, si hacemos aparentar al enemigo que mantiene un paso delante de nosotros, podremos distraerlo de lo que realmente pasa y darle una estocada que no esperara. Si recalcamos sus debilidades lo desmoralizaremos dejándolo más débil.
Así pues, al realizar este análisis y determinando las estrategias resultantes de una manera adecuada, podremos estimar el resultado final.
4. CAPITULO II
4.1 Inicio y Dirección de la Guerra
Tras el análisis y determinación de los elementos que se deben poner en práctica el momento de actuar llega, la acción de ejecutar debe ser veloz y concisa, de una manera tal, que el adversario no tenga oportunidad alguna.
Falso es que con mucha persistencia se ganara, al menos no en estos casos, curiosamente al estar mucho tiempo en combate las fuerzas y uno mismo se van debilitando, por tal razón mientras menos dure la guerra, más beneficios se obtendrán, siempre se debe buscar la manera más eficaz y pronta de terminar una confrontación.
No se debe retroceder para por provisiones, toma lo ganado y sigue adelante; claro, hay que tener en cuenta que se deben cubrir todos los aspectos, con esto quiero decir que, se le deben dar fuerzas tanto a aliados como contrarios caídos; a los seguidores más sobresalientes compárteles beneficios, con ello los demás se esforzaran por obtener de esos beneficios; cuando tengas un seguidor de tu adversario, no lo pisotees, al contrario, hazle ver que los que están de tu lado y te apoyan son bien recompensados; te preguntaras ¿y que gano con ello?, pues mucho más de lo que te imaginas, ese soldado puede llegar a luchar por ti y como valor agregado, también conoce las tácticas de tu oponente lo cual créelo, será muy beneficioso.
5. CAPITULO III
5.1 Planeación de la Ofensiva
¿De qué sirve ganar un combate donde no te quedara recurso beneficioso alguno?
La mejor victoria que se puede obtener es aquella en la que existe la pérdida mínima de recursos tanto materiales como humanos, ya que el conservar todos esos recursos en buen estado será de gran apoyo para tu avance en la lucha.
Para poder ganar una batalla no necesariamente hay que lucharla, si planeas y coordinas tus movimientos harás que tu enemigo se rinda antes de entrar en confrontación. El conocerse a sí mismo y a tus contrincantes el crucial, es necesario determinar nuestros propios alcances, capacidades, recursos, y también los del enemigo, de esta manera sabremos las fuerzas y debilidades que podremos aprovechar. Debemos crear las condiciones que lleven a nuestro adversario hacia la derrota, Hay que saber discernir entre cuando luchar y cuando no, para ello, después del exploramiento propio y del adversario, y de saber sus fuerzas y debilidades se deben hacer vulnerables estas últimas; hay que acortarle en recursos, aliados, caminos, todo lo necesario para que poco a poco se desmoralice y sea más propenso para atacarle y vencerle sin siquiera empezar la lucha.
Así entonces, aquel que tenga la prudencia de saber esperar el momento propicio; y de haber realizado un análisis sigiloso acerca de si mismo, de sus fuerzas, de las fuerzas de su oponente y de su medio, tendrá seguridad en sus ataques ya que no importa a cuantos enfrentara, ni la cantidad con la que cuente, esto porque sabe con precisión donde, cuando y de qué manera dar el golpe correcto.
6. CAPITULO IV
6.1 Disposición de Medios
La cuestión del autoconocimiento, y del conocer al enemigo no es por mera evaluación, es más bien una estrategia bien planteada.
El conocerte te permitirá saber los aspectos en los cuales puedes fallar, te dejara detectar tus errores, más sin embargo, esto no es suficiente ya que, tu estas consciente de ello, y por lo tanto tu enemigo también podría estarlo y sacar provecho de ello; si estas al tanto de las vulnerabilidades de tu enemigo, pero no de las tuyas, como saber si el si las conoce y usarlas en tu contra.
Por tal motivo, tan importante es tu autoconocimiento como del de tu enemigo.
Bueno es aquel militar que hace las cosas con orden y siempre al pie de la letra, pero mejor es aquel que sin dejar de planear, improvisa conforme al plan.
Si sabes encubrir tus errores pero sabes descubrir los de tu adversario, seguro lo harás caer; por eso siempre trata de no tener plan alguno, cambia de estrategia constantemente, no dejes que tu enemigo detecte patrón alguno del cual pueda sacar ventaja en contra tuya.
Muchos competidores son conocidos, por lo tanto, debido a que su fama les precede sus enemigos les temen, más sin embargo esto no es necesariamente cierto.
7. CAPITULO V
7.1 El Poder de la Estrategia
El tener o contar con todos los recursos necesarios para dar inicio un combate, no significa que reúnes todos los requisitos para ganarlo.
La organización de los elementos reunidos es una parte fundamental, el usarlos en el orden y manera correcta ofrece un gran ventaja sobre el combate, y más aún cuando logras usarlos haciendo aparentar que el al azar, con desorden, de esta manera dejas fuera la oportunidad de que el enemigo se dé cuenta de cual será tu siguiente golpe.
Aquí vuelve a entrar en juego el autoconocimiento, el saber en lo que eres bueno es de gran ayuda, así, de esta manera puedes provocar a tu enemigo para emboscarle y que caiga en tus terrenos, esto es, que las cosas en las que eres bueno disimula que eres malo, los terrenos que se te facilitan, aparenta todo lo contrario para que el enemigo busque llevarte a estas “debilidades”.
Tener la astucia de hacer que tus soldados luche primero con fuerza, luego con precisión, y posteriormente combinando ambas para que tu enemigo no pueda defenderse; si eres derecho y tu enemigo sabe querrá anticiparse a tu ataque, igual si eres izquierdo, pero si eres ambidiestro y tu adversario lo ignora, podrás atacarlo de manera directa e indirecta, serás impredecible.
El
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