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El amor en Pedro Páramo de Juan Rulfo


Enviado por   •  30 de Agosto de 2015  •  Ensayos  •  1.058 Palabras (5 Páginas)  •  756 Visitas

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El amor en Pedro Páramo de Juan Rulfo

El amor es un tema recurrente en las novelas, puede ser causa de dicha o de grandes tragedias. En el caso de Pedro Páramo de Juan Rulfo no se encuentra de la manera tradicional o como base para toda la historia sino que se encuentra escondido y disperso hasta una lectura atenta y sólo expresamente visible en los monólogos del personaje que da nombre a la obra.

Puesto que el amor en la obra se encuentra explícito en estos monólogos de Pedro Páramo cualquiera podría pensar que en la novela su amor por Susana San Juan es el único que hay pero, en realidad, demostraré en este ensayo que Pedro Páramo es incapaz de amar.

Primero, en orden de menor familiaridad, están todas aquellas mujeres gustosas por estar con Pedro Páramo, siendo esta la prueba de que él no amaba a ninguna de estas mujeres ya que sólo las utilizaba para satisfacción suya. Un ejemplo es lo que sucedió con Damiana Cisneros quien se negó de hacerlo y “Pedro Páramo jamás regresó con ella”.

La única mujer con la que Pedro se casó fue Dolores Preciado, pero su boda fue para eliminar las deudas de la familia Páramo con los Preciado. Es incluso de admirar la manera sin escrúpulos con la que Pedro mandó a Fulgor Sedano por ella:

“La pedirás para mí. Después de todo tiene alguna gracia. Le dirás que estoy muy enamorado de ella. Y que si lo tiene a bien. […] Le dirás a Lola esto y lo otro y que la quiero. Eso es lo importante. De cierto, Sedano, la quiero. Por sus ojos ¿sabes?”

Lo de quererla por sus ojos no es más que para tener en su poder cosas bellas o, tal vez, porque le recordaban a los de Susana; lo que demuestra que en ese casamiento no hubo amor de parte de Don Pedro, quien a su primera oportunidad se deshizo de ella. Con Doloritas tuvo un hijo que no conoció y tuvo muchos más que él no reconoció, al único que sí fue Miguel pero Don Pedro nunca lo amó. Desde que Miguel era bebé él sólo lo acepto para llevar la contraria al padre Rentería justo cuando diálogos antes le había pedido que se lo llevara.

La absoluta libertad con la que lo crio, junto a otras cosas, hicieron del niño una persona malvada a sus 17 años de los que no pasaría por un accidente. En el momento de su muerte su padre no sintió ningún dolor, no le lloró y aunque se vengará del caballo “Colorado” no fue por amor a su hijo sino porque el caballo sentía más dolor que él.

        Con su familia fue algo parecido porque aunque no se sabe cómo murió su madre o abuela es seguro que no amaba a quien él robaba sabiendo que era pobres. No está por demás decir que si no amó y procuró a su familia mucho menos a los que trabajaban con él: Fulgor Sedano, su mano derecha y el licenciado Gerardo Trujillo. Del primero, a pesar de todo lo que hizo por Don Pedro, al enterarse de su muerte no hizo ni siquiera algo por vengarlo pues hasta invitó a sus asesinos a cenar para poder manipularlos, él lo dice: “No le preocupaba Fulgor, que al fin y al cabo ya estaba ‘más para la otra que para ésta’.”; por el segundo que esperaba dinero por todos los años de servicio a la familia no recibió nada y es bien sabido que por la gente que alguien se preocupa trata de ayudarlos en lo se pueda, cosa que Pedro Páramo no realizó y no quiso prestarle más de mil pesos.

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