El libro "Proceso de Cristo" del autor Ignacio Burgoa

“EL PROCESO DE CRISTO”

    El libro titulado “Procesos de Cristo” del autor Ignacio Burgoa nos narra que, en la tradición del Derecho Romano, dice que Jesús, llamado el cristo, fue condenado a morir en la cruz, desde el punto de vista jurídico. 

Toda vez que analizamos desde un punto de vista la mala aplicación de la justicia terrenal que concluye en un probable “deicidio” (crimen cometido por los que matan a un Dios), que dicho así el autor no quiera hacerlo una figura jurídica. Aunque de manera muy prudente el autor evita la discusión de si Jesucristo era o no un ser divino, es claro que el proceso nos interesa aún más por la vertiente humana, y no por una vertiente muy metafísica.

Es importante mencionar que Jesús es el centro de algunas de las religiones más importantes de la humanidad, aunque muchos piensan que su existencia no es una verdad historia, y ni siquiera comprobable, pero tarde que temprano se hace necesario reconocer que la figura del Cristo Jesús se ha ido construyendo a lo largo de los siglos acomodándose en la vida del hombre. Por ejemplo, en cuanto aquellos que creen en Jesús, lo conocemos por medio de la biblia de la religión de los católicos por medio de los Evangelistas que fueron expirados por la tercera persona divina, el Espíritu Santo, quien fue creado por obra de los hombres que se diera a conocer su palabra y su persona.    

Esta obra nos habla sin duda alguna de la violación que se cometieron en el proceso de cristo tanto en los términos del Derecho Hebreo como del Derecho Romano, este autor propone hablar de las dos caras de la monea, como un juicio pero doble, tanto como religioso (por parte de los judíos) ante él Sanhedrín y así como también político (por parte de los Romanos) ante Poncio Pilato, aunque el sistema jurídico hebreo estaba basado en lo religioso basándonos en los libros del pentateuco ( base de los primeros cinco libros de la biblia).[pic 1]

Jesús fue un renovador espiritual de la humanidad y un redentor de los pecados de los hombres como enviado de Dios. Para nosotros los cristianos no fue, ni es, simplemente un profeta ni un mero mesías como personaje representativo del Altísimo. Fue y es, en una palabra, el Hijo de Dios.

Este personaje, como dice el Antiguo Testamento, es una Revelación, una profecía, el hijo de Dios claro está que no viene a destruir todo eso, sino a perfeccionarlo, con la autoridad soberana que lo estableció; “No penséis que he venido a abrogar la ley de los profetas, sino a darles cumplimiento”^[1].

Jesús les habla de sus leyes que como son las tablas que le dejo a Moisés, los diez Mandamiento, el habla y predica su palabra en los diferentes lugares el cerro la ciudad, etc.

        La doctrina de Jesús confirma sin duda la causa de su proceso, Cristo se dirige a sus Discípulos y a todos sus seguidores “levantando sus ojos al cielo para dar entender que su doctrina venía de lo Alto” ^[2] y manifiesta en su sermón las bienaventuranzas, parábolas, son enseñanzas que todo cristiano debía de cumplir, a muchos no les gustaba que realizara este tipo de cosas porque estaba infringiendo la ley, leyes que sus gobernadores tenían impuestas para todas las personas habitantes de Roma.  

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