El vendedor más grande del mundo

RESUMEN

Capítulo 1:

Hafid es un hombre anciano, él se miraba en el espejo murmurando "Sólo los ojos cerrados conservan su juventud" y caminó lentamente por un espacioso piso de mármol pasando por lujosas columnas de oro y plata. Este era el palacio de Hafid.

Hafid mientras pasaba por su jardín vio a lo lejos a Erasmo su principal tenedor de libros. En el paso Erasmo lo saludo y Hafid inclino la cabeza levemente, cerca de las plataformas de carga Hafid se detuvo a contemplar las mercancías que eran sacadas de vagones de carga. Había varias cosas entre ellas: lana, lino fino, mieles, alfombras, aceites, cristales y piedras preciosas de Arabia; estatuas de Grecia maíz, papeles traídos de Egipto. Y en medio de un intenso aroma a bálsamo, Hafid con su fino olfato percibía la presencia de dulces ciruelas y manzanas.

Después de eso Hafid se dirige a Erasmo y le dice: mi viejo amigo ¿cuánta riqueza hay ahora acumulada en nuestro tesoro?

Y Erasmo responde casi palidecido, y él cálculos que había casi 10 millones de talentos de oro ya sumado con lo que calculó de inventario.

Hafid asintió con la cabeza y le dijo que ya no compre más mercancía y que de inmediato empiece lo planes de vender todo y convertirlo en oro.

Erasmo abrió la boca anonadado, y le dijo que no entendía la orden que le entendía. Y Hafid sonrió y se dirigió a Erasmo diciéndole: Mi camarada digno de confianza, ¿tu memoria es lo suficientemente te vivida para recordar la primera orden  que recibiste de mi  cuando comenzaste a trabajar para mi hace muchos años? Y Erasmo contesto que él se encargaba de sacar la mita de las ganancias y repartirla entre los pobres este hecho ocurrirá cada año.

Entonces Hafid expresó que ahora es anciano y que sus necesidades son sencillas y elementales, ya que su amada Lisha había fallecido después de ofrecerle tantos año de felicidad, y que era su deseo distribuir sus riquezas a  todos los pobres de la ciudad y que guardaría lo suficiente para vivir cómodo, y además pidió a Erasmo que aliste la documentación necesaria para transferir los títulos de propiedad a cada uno de los emporios que manejaba, y también que distribuya 5000 talentos de oro a cada gerente que administraba esos emporios como recompensa de los años de lealtad que le tuvieron a Hafid. Es ahí también cuando Hafid reconoce a su camarada diciéndole que no sería justo que solo piense en sí mismo así que también le ordeno que el mismo Erasmo se transfiera 50,000 talentos de Oro y que también se quede con Hafid

acompañándolo hasta sus últimos días, luego después de cumplir todo eso Hafid le otorgara su palacio y almacén a Erasmo,  y así podrá reunirse en paz con su amada Lisha.

Pero el anciano tenedor es decir Erasmo no se sentía digno de recibir tal recompensa, es ahí donde Hafid asintió la cabeza y reconoció la amistad y lealtad de Erasmo, también resaltando que su reloj de arena ya está casi lleno.

Erasmo ocultando sus lágrimas pregunto a Hafid sobre la promesa que aún tiene que cumplirse ya que nunca lo había escuchado hablar de eso, entonces Hafid solo sonríe y le dice que se  volverán a reunir cuando Erasmo haya terminado  de cumplir las órdenes que le dio esa mañana y solo así le revelara el secreto que ha estado guardando por más de 30 años. Y que solo él y su esposa lo saben.

Capítulo 2:

Hafid se jubilaba y dio obsequios junto a una caravana a cada uno de los que administraban sus emporios, desde certificados de propiedad y oro.

Erasmo quien era fiel empleado de Hafid llego triste a ver a su señor, porque las banderas de él ya no estaban en sus emporios.

Hafid llevo a Erasmo a una cúpula del palacio la cual Hafid protegía cuidadosamente, el guardia de seguridad que siempre cuidaba las escaleras, ese día no estaba debido a que Hafid tenía planeado subir.

Hafid saco las llaves para abrir la misteriosa habitación que celosamente resguardaba, y que nunca la había abierto, los trabajadores contaban historias y rumores de lo que podría haber en esa habitación, Hafid invito a Erasmo a pasar, y allí solo había un pequeño cofre.

Hafid y Erasmo de rodillas se sentaron frente al cofre, Hafid sacaba las correas de cuero y abrió el cofre, Erasmo vio con curiosidad el interior del cofre y en el solo había pergaminos de cuero.

Hafid le dijo a Erasmo que así esa habitación este llena de diamantes no podía sobrepasar el valor que tenían los pergaminos y que todo lo que él había construido en su vida se lo debía a los pergaminos y que nunca podría saldar la deuda que tenía con los sabios que se los habían legado.

Erasmo le hizo dos preguntas a Hafid ¿Es éste el secreto al cual se ha referido? ¿Guarda este cofre alguna relación con la promesa que aún tiene que cumplirse? Y las respuestas de Hafid fueron afirmativas.

Hafid explico que todos los pergaminos a excepción de uno, se trataban de una ley, o una verdad fundamental escrita en un estilo singular para ayudar al lector a comprender su significado, A fin de dominar el arte de las ventas, uno debe

aprender y practicar el secreto de cada pergamino y cuando lograba dominar los principios podría acumular la riqueza que quisiera.

El pergamino que era la excepción debía leerse primero puesto que cada uno debía leerse en un orden específico.

El primer pergamino, contenía un secreto que había sido revelado solo a un simple puñado de sabios a lo largo de la historia, Hafid explicaba a Erasmo que tenía que tener tiempo y concentración para que cada principio se volviera parte de su personalidad y habito de vida.

Erasmo tenía la duda del por qué su señor no había compartido esos pergaminos con otras personas para que ellas también fuesen ricas como el, a lo que él respondió que cuando se los entregaron a él, hizo un juramento, de que solamente podía confiárselo a una sola persona y que el mismo no entendía dicha petición.

Con los conocimientos de los pergaminos, Hafid se convirtió en el vendedor más grande del mundo de su época, tanto sus conductas como sus decisiones fueron guiadas por los pergaminos.

Erasmo pregunto si es que llegaría esa persona algún día y Hafid le pregunto si él se quedaría hasta que llegue ese día.

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