Ensayo "Cartas del diablo a su sobrino"

Miércoles, 23 de mayo de 2017

Cartas del Diablo a su Sobrino

Entrega final

Vida, Razón y Fe

La muerte es uno de aquellos paradigmas que rige la vida del ser humano en la tierra y la trascendencia en el tiempo es por aquello que todos luchamos todos los días. Es por esto, qué en estas páginas, analizaré de manera personal estos dos conceptos y cómo se relacionan con ciertos momentos del libro Cartas del Diablo a su Sobrino del escritor C.S Lewis.

La muerte del latino mortis, tiene su significado literal del término de la vida, por la incapacidad orgánica del cuerpo de seguir estando de forma activa en todos sus procesos.  Para los seres humanos, la muerte ha sido la base para muchos escritos y la literatura está llena de ello. Sin embargo, como menciona Alain Marchadour en su escrito Muerte y Vida en la Biblia, aunque para muchos es importante para algunos otros les es indiferente como para Epicuro quien dice “La muerte no tiene relación alguna ni con los vivos ni con los muertos: para los primeros no es nada; los últimos ya no existen cuando ella viene” y para otros es el final estando presente todo el tiempo, como para el pueblo de Israel, ya que tiene este sentido de “Vida después de la muerte” gracias a que fue el centro de la vida de Jesús Cristo en la tierra. Para este escrito asumamos que la única verdad será la última, en donde para todos nos es importante la muerte y es esta quien nos va a guiar y será crucial en la toma de decisiones en la vida, para evitar siempre la Condena.

En cuanto la trascendencia, empecemos diciendo que esta está completamente ligada con nuestra primera afirmación, pues si pensamos que nuestro ideal es dejar un lago, primero tendríamos que morir para poder dejar un legado y que nuestros ideales siempre estuvieron ligados a nuestro final.

El significado literal de trascendencia según la RAE es 1. f. Penetración, perspicacia. 2. f. Resultado, consecuencia de índole grave o muy importante. 3. f. Fil. Aquello que está más allá de los límites naturales. Por esta vez nos va a ser indiferente la primera afirmación y tendremos en cuenta las últimas dos. El ser humano siempre quiere ser reconocido por los demás y sentir que es él quien es importante por sus ideales y que estos le generar un sinnúmero de fieles, que son los que impulsan este legado. Es por esto, que quienes han dejado un legado en el mundo, son quienes son recordados en cada momento y para quienes el tiempo es irrelevante, dado que siempre estarán en la “boca de todos” y en el pensamiento del ser humano como raza. Por otro lado, la trascendencia tomada como resultado, es que nosotros mientras nuestro cuerpo pueda mantenernos con vida en la tierra, buscamos que como resultado de todo nuestro esfuerzo, esta vida se mantenga en la esencia de lo que fuimos y por esto mismo nos recuerden. Sin embargo, hay personas que piensan que para dejar un legado es importante ser político, famoso, estudioso, filosofo, millonario u otra forma en la que nuestros pensamientos lleguen en masa a otras personas, pero esto no es cierto. El legado de nuestros antepasados, de culturas enteras, de familias, de religiones, de políticas y sin ir más lejos, el legado que nos dejan nuestros abuelos y padres. Estos dos últimos son en realidad los que han regido a generaciones de seres humanos y os que han definido pensamientos y actitudes de cada uno de nosotros y son estos la base de todos los demás. Sin conocimiento compartido no habría culturas, religiones, familias, conductas, actitudes e incluso pensamientos. Teniendo todo lo anterior en cuenta empecemos a analizar qué relación tienen estos con el libro Cartas del Diablo a su sobrino.

El libro consiste en el envío de 31 cartas de un demonio experimentado llamado Escrutopo quien es el asistente del “Padre de las profundidades hacia su sobrino, un demonio joven e inexperto en el tema de condenar a los seres humanos (tenga en cuenta que desde este mismo momento aparece una palabra ya mencionada antes; Condena). Cada carta, es un exquisito instructivo lleno de verdades y lleno de ironía y sarcasmo, que tanto nos gusta a los hombres, para que este joven demonio logre condenar a un pobre cristiano, por medio de las tentaciones, el orgullo, la rabia y por si fuera poco por medio de lo que nuestro aclamado Dios nos invita a hacer en su palabra, quien para ellos es el “Enemigo”.

Empecemos por el primer Capítulo. En esta carta, Escrutopo le menciona a su sobrino cómo puede empezar a condenar a este hombre por medio de la “Vida Real” y le dice que no lo puede condenar por medio de la razón hecha ciencia, ni por el materialismo, ni por lo que puede considerar Real. La mejor forma de condenar a este hombre es por medio del orgullo y el narcisismo escondido que tenemos los seres humanos de querer ser la verdad, tener la razón, el poder y la valentía. Además, es un buen comienzo llamarles Vida Real a todas aquellas experiencias sensoriales. Es aquí donde nuestra teoría de muerte y trascendencia empieza a ser cierta. La mejor forma de empezar a condenar el alma es buscando precisamente esas sensaciones por medio del éxito de nuestros ideales y de nuestros objetivos cumplidos. También de nuestra sed por ser poderosos, valientes, sobrios y de tener siempre razón, pero no por medio del conocimiento siempre, sino por medio de un sí absoluto.

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