Ensayo La Eneida

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El amor en La Eneida es una temática que puede ser abordada desde varias perspectivas, debido a la extensión de la obra y como esta logra profundizar en algunas relaciones entre personajes. En relación a esto, nos encontramos con varios asuntos que juegan un importante papel dentro de los vínculos amorosos, como es el caso del poder o gobierno, los cuales afectan directamente en el actuar y pensar de los involucrados, exponiendo así la relevancia que tenían (dentro del contexto de la historia) las facultades de los dioses o las posiciones jerárquicas.

Es así como ocurre con Dido y Eneas, una pareja que a pesar de ser conformada por voluntad de los dioses, logra exponer el papel que tienen los puntos anteriormente mencionados en un amor romántico. Es claro ver como ambos personajes cuentan con grandeza y poder, Dido por su parte ha fundado Cartago luego de haber huido de su patria y pasado por distintas dificultades, Eneas también ha tenido que huir de su país, y cuenta con el apoyo de todos sus compañeros troyanos para llegar a Italia y cumplir con su destino de fundar Roma, por todo esto, la formación de un vínculo entre ambos traería grandes ganancias en la esfera del gobierno, siendo esto un aspecto importante para que se pueda realmente concretar una pareja de ambos individuos.  Incluso, vemos como Anna aconseja a su hermana a favor de un posible matrimonio con Eneas, exponiéndole lo provechoso que sería esto para ella.

“¡Qué ciudad hermana, qué reinos verás surgir de esas bodas! ¡Qué imperio será tuyo con ese enlace! ¡Cuánto se sublimará la gloria cartaginesa con el auxilio de las armas troyanas!” (Virgilio : 83)

Esta relación la volvemos a ver reflejada cuando Latino promete a su hija Lavinia con Eneas, debido a una profecía que aseguraba grandes bienes y fama en su nombre al concretarse este matrimonio. A pesar de Lavinia ya estar previamente comprometida, esto es pasado completamente por alto debido, nuevamente, a la real trascendencia que tenia el poder o gobierno en una relación amorosa. Así queda ejemplificado en la siguiente cita:

“ Tal destino aguarda al Lacio, que me ha de venir de extranjeras playas un yerno, cuya sangre levantará hasta los astros la fama en nuestro nombre.” (Virgilio : 158)

A diferencia de lo anterior, en la Odisea nos encontramos con un ambiente completamente distinto, donde vemos a todos los pretendientes que se pelean por conseguir casarse con Penélope. A pesar de que estos personajes no son simples ciudadanos, en el texto no se manifiesta una real importancia por el dominio que tiene cada uno de ellos para poder pretender a la reina, de hecho, se llega a realizar una contienda para determinar quien finalmente se casará con ella.

Es interesante el contraste que hay de un mismo tema para ambos relatos, los cuales tienden a semejarse bastante en otros aspectos más generales como son el argumento, los viajes, el actuar de los dioses, etc. Es en estas características donde se aprecian los distintos momentos históricos en los que fueron escritos ambos textos, y cuales eran algunos de los valores de cada cultura.

Otro tipo de amor se encuentra muy presente en la Eneida es el familiar, representado principalmente por Venus hacia su hijo Eneas. La diosa se muestra en gran parte del relato con actitudes maternas que resaltan mucho más que su papel como divinidad, la vemos preocupada porque Eneas logré cumplir su destino de llegar a Italia y así conseguir gran fama heroica por finalmente dar paso a la fundación de un imperio.

Para Venus, es importante que su hijo finalmente consiga aquel propósito, y por lo tanto, utiliza sus dotes y poder como deidad para encaminarlo y recordarle constantemente lo que debe completar. Es ella la principal responsable de que finalmente Eneas llegue a Italia, pues en el texto este es representado con una actitud más dispersa que otros héroes en la historia, y su madre debe guiarlo durante todo el recorrido.

La relación entre el poder de Venus y el amor maternal que tiene por su hijo Eneas es fundamental para el desarrollo de la historia, sin embargo, su necesidad de protegerlo incondicionalmente genera variados conflictos y tensiones durante el relato. Los dioses que están involucrados en la historia, cuentan con características que se asemejan bastante al actuar humano, es decir, impulsados por fuertes emociones y sentimientos. Esto es justamente lo que ocurre con Venus, cuando debido a su rol de madre y gracias a sus facultades como divinidad, decide intervenir en gran parte de los actos y decisiones de Eneas, quitando en su mayoría la espontaneidad de la obra. Esta conducta materna queda en evidencia, por ejemplo, cuando le suplica a Vulcano que elabore armas para Eneas, quien se enfrentará más adelante a Turno junto a sus aliados:

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