Ensayo critico la resistenca ernesto sabato

La resistencia de Ernesto Sábato.

Por: Jorge Mario Vargas Beleño.

Mucho se dice sobre el contexto cultural y humanístico por el cual la sociedad esta atravesando, sin embargo, pocos son capaces de expresar tan profundamente una verdad visible, como lo hace el tan ilustre literato Ernesto Sábato; nos encontramos ante un ensayo crítico, donde la libertad de pensamiento son la orden del día, la ideología del escritor prevalece sobre la forma, y el contenido es una sátira abierta a la modernidad. Sábato inicia el ensayo, como quien escribe una página en su diario personal al entender algo inexplicable, se acusa a sí mismo, de despertarse con una “esperanza demencial”, con ese sentimiento de quien todo lo puede, e invita abiertamente a la grandeza a sus lectores.

Sábato hace una reflexión bastante extensa y critica sobre lo cotidiano, sobre todo aquello que hace del presente justamente el presente, y lo hace a través de cinco cartas donde explora axiológicamente la condición humana y su desarrollo en la nueva era evolutiva del hombre. El argentino hace aportes significativos al deber ser del individuo, vislumbra la forma como el hombre se ha convertido en un autómata, empecinado en realizar labores cotidianas, bajo una mentalidad conformista que coarta el libre desarrollo del pensamiento humano, opacando todo impulso creativo, y alienando a las masas bajo un modelo de pensamiento igualitario.

El tema central de su escrito, se basa en como a los seres humanos se les hace cada día más difícil distinguir los sentimientos, como se emocionan por el silencio pero olvidan apreciarlo, como un televisor se ha convertido en una herramienta de desinformación masiva, que termina por destruir los pocos rezagos de realidad que le sobrevienen al hombre, así mismo hace una intervención sobre como las grandes sociedades han erguido su futuro degradando los valores clásicos y tradicionales;  como arquitectónicamente se denota un claro desprecio por la belleza clásica y mítica de las ciudades, y aún más importante como la sociedad deja de lado a aquellos quienes considera no son productivos para la evolución estoica de la humanidad, sin mediar los logros que éstas hayan alcanzado lo largo de su vida.

Sábato, hace un analisis de como el ser humano se ha convertido en un mar de inseguridades, cuyos pensamientos de reafirmación se obtienen a través de un cubo con luz, y como éstos han creado una imagen propia a través de los estándares establecidos por una sociedad indolente, señala una realidad en la cual los paisajes se aprecian mejor en un fondo de una computadora, como un atardecer no evoca sentimiento de agradecimiento y majestuosidad, sino que por el contrario es un evento recurrente y repetitivo que no es digno de alterar el espacio y el roce humano durante su acontecimiento. Y es que para el escritor el ser humano se encuentra alienado de la belleza de la realidad, y se ha limitado a lo expuesto a través de los medio de comunicación; para este ensayista, quien cree ciegamente en el destino y entiende como las casualidades no son casualidades, y como los pequeños momentos de magia, esos instantes de mediana locura que conllevan a sucesos de felicidad, crecimiento profesional y desarrollo personal, son todos causalidades de un poder superior, que si bien nos ayuda con una mano en momentos decisivos, ofrece un espacio de libertar en el cual las decisiones que se tomen son netamente propias, y el camino que se escoja forjara una reacción en cadena menester para el futuro inmediato, e inclusive actúa como especie de efecto mariposa, ahondando en la evolución inefable de la humanidad.

Sábato, es tan exacto con sus prominentes palabras, tan locuaz y certero con sus brillantes pero razonables metáforas, acercando la realidad del país albiceleste, al tan prominente contexto del resto del mapamundi, y que a pesar de haberse producido hace ya algún tiempo, sigue siendo afable a la realidad actual. Por cuanto no hay nada más cierto, que la insensibilidad con la que estamos creciendo, con el contexto tecnológico que nos aleja de lo simple, con el ruido que no nos permite disfrutar de una charla con amigos, y que no permite escuchar el susurro de ayuda que pide la humanidad, vivimos en mundo donde es más sencillo pedirle ayuda a un extraño a través de una computadora, que hablar con las personas que te rodean, donde las personas no valoran el don de vivir, y es más fácil silenciar el dolor con la muerte, que compartirlo con los que dices querer, y no es un pensamiento fatalista, es simplemente la realidad de un mundo que calla para elevar el volumen de la música, hemos fracturado nuestro espíritu alejándolo de nuestro cuerpo, no hemos aprendido que somos un todo, y debemos mantener el equilibrio entre cabeza, mente y corazón.

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