Ernesto Sábato Ensayo referente a presentación oral Aka

Ensayo

Nombre: Acamaro Escobar

Curso: 1ro B.I.

Fecha: 11 de dic. de 16

Amor de Castel a María en la obre “El Túnel” de Ernesto Sábato

Ernesto Sábato, nació en Rojas, Argentina en 1911 y falleció en Santo Lugares, 2011. Fue un investigador científico en París, dentro del elogiado Laboratorio de Curie y sobre todo un escritor argentino, su literatura fue animada por André Breton perteneciendo al boom Latinoamericano del género de 1920 a 1950, se puede presenciar su ingenio intelectual marcada en raíz surrealista y existencialista en la obra “El Túnel”, la misma que fue publicada en 1948. El fruto literario de Ernesto fue por las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, principalmente marcadas de una gran depresión y asimismo agravadas por la dictadura de Perón. Ernesto Sábato presenta como tema principal el afecto amoroso de Castel y como subtemas que ayudan al desarrollo de la obra al amor a María, la carencia de manifestación, cobardía, obsesión, análisis continuo, envidia y sensación de engaño, y sobre todo el odio y desesperanza ante la soledad.

De entrada en cuanto a su falta de manifestación se revela en un principio en la pequeña ventana del cuadro “Maternidad” de Castel y asimismo  fue agravada por su soledad: “[…] una playa solitaria y una mujer que miraba el mar […] una soledad ansiosa y absoluta.”^[1]. Expresando evidentemente su aislamiento del mundo, con llantos de entendimiento. La apreciación de su pintura para Castel figura mucho, puesto que al ser un pintor demuestra mucho sus sentimiento a través de sus cuadros, sin embargo su sensación más pura solamente es distinguido superficialmente e incensario, sin embargo en el primer momento que el artista conoce a María, siente que la única persona que ha logrado comprender el cuadro: “[…] Una muchacha desconocida estuvo mucho tiempo delante de mi cuadro […] miró fijamente la escena de la ventana […]”^[2]. Siendo esta aparentemente la única quien entendía y comprendía el sentimiento de Castel, sin embargo Juan Pablo se rinde ante su miedo y cobardía y la pierde entre la multitud: “[…] La observé todo el tiempo con ansiedad. Después desapareció en la multitud […]”^[3]. Ocasionando al pintor a caer en gran tristeza y a pensar que María le es necesario por el simple hecho de mirar fijamente su pintura. El sentimiento de soledad de Castel y su falta a la expresión de sus sentimientos a María, produce que la pierda a la única persona que pensó que le comprendía, siendo esta el primer paso a su amor ilusionado, la atracción a María.

Por otro lado el pintor se define como tímido: “[…] concluí que jamás tendría suficiente valor para hacer esa pregunta […]”^[4], dándonos a conocer a un ser pensante y que constantemente tiene que pensar debido a su angustia ante lo posible e imposible de cada situación. Teniendo así que razonar las situaciones y acciones más eficaces para llegar a su objetivo, lo que le pone gran esfuerzo expresar sus verdaderos sentimientos ante María. Los cuales van evolucionando y se convierten cada vez más profundo y abismal para Castel. El razonamiento constante de Juan Pablo influenciado por su vergüenza y cobardía de la situación cambiante, remarca claramente su impedimento a expresar su desilusión a María y que siente de ella.

En cuanto a la obsesión de Juan Pablo comienza desde el momento en que pierde a María entre la multitud. Castel  hace un gran esfuerzo mental durante meses, analizando los posibles métodos que podría encontrarse con ella y además de lo ya mencionado sobre su forma de ser muy cuidadoso en sus acciones y las posibilidades de una conversación,  llegando hasta ser fantásticas: “[…] terminaba por advertir que todo eso era imaginario y que al menos seguía quedando la posibilidad real […]”^[5]. De la misma manera  con Iribarne en la Recolecta muestra su obsesión amorosa monótona, es decir, Juan Pablo cumplía únicamente sus ansias y deseos que normalmente al no encontrar respuesta se entregaba a la violencia: “[…] Le retorcía los brazos y la miraba fijamente en los ojos […]”^[6]. El amor que se presenta en la obra no es real, es una mera ilusión que Juan se crea y al pasar los días con María: “[…] Prométeme que no se irá nuca más. La necesito, la necesito mucho […]”^[7], aunque dice busca un “amor verdadero” tal es el caso que exigió a Iribarne la unión física, es decir, Castel le opuso y le forzó a tener relaciones sexuales a causa de obsesión amorosa como también su vacío de la soledad que tenía: “[…] yo la forzaba, en la desesperación de consolidar de algún modo esa fusión, a unirnos corporalmente […]”^[8]. La obsesión amorosa de Castel, al optar a conseguir el amor verdadero por parte de María, produce que se vea influenciado a su desasosiego  a la violencia. Al no conseguir lo que quiere de María.

Con respeto a la envidia y la sensación de engaño, el cual fue marcado por su tremenda obsesión sobre los detalles, principalmente en las conversaciones que tuvo el con Iribarne y además por las contiendas que siempre tuvo Juan, vivió en un estado de ánimo complejo con María, creía en el amor verdadero sin saber qué en verdad significaba, su apego a  María fue continuamente opresivo a preguntas sobre lo que había expresado. Por ejemplo le pregunto porque se hacía llamar  “Señorita Iribarne” y no  “Señora Allende”, continuada por otras preguntas acerca del porqué de sus acciones y como ellas demuestran que Juan no fue el primer amante de María, siendo redundante en lo que había mencionado María: “ pero dijiste: ´cuando cierro la puerta saben que no deben molestarme […]“^[9]. Castel se ve obligado a preguntar la veracidad de los sentimientos de Amor que tuvo María, aun ocasionaría afectada su relación ante la crueldad de sus preguntas.

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