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Ensayo, el proceso de franz kafka


Enviado por   •  28 de Noviembre de 2020  •  Ensayos  •  3.197 Palabras (13 Páginas)  •  1.376 Visitas

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                El PROCESO[pic 1]

                de Franz Kafka

                   Ensayo por Juan Carlos Arizmendi Morales

                   Catedrático: licenciado Pedro Santos Caro

                                                   Licenciatura en Derecho burocrático

                                                                   DERECHO FISCAL II.

Una vez que se nos encomendó leer un libro del autor Franz Kafka, y antes de leer el libro el proceso, recordé cuando en la preparatoria hace ya varios años, leí su libro la metamorfosis, lo cual me dejo pensando si seria igual de complicado entender lo que este autor desea plasmar en sus obras literarias, lo primero que  se me viene a la mente es lo kafkiano, que también tiene un concepto en si solo y es el siguiente:

Cuando se dice que algo, alguna cosa o situación es kafkiana, quiere decir que es absurdamente complicada, extraña, irreal como las que describía Kafka. El adjetivo kafkiano se aplica a las situaciones absurdas y fantásticas, por referencia al universo angustioso y opresivo descrito por el autor.

Visto lo anterior, si efectivamente resulta harto complicado, entender a Kafka desde su punto de vista anacrónico, definitivamente surrealista, muy en su propio mundo, como el era, como el veía las cosas desde su perspectiva muy personal, escribiendo sobre conceptos y realidades bajo su visión filosófica socialista y entendida del derecho, puesto que al investigar más sobre él, resulta que obligado por su padre estudio la carrera de Derecho, e inclusive llego hasta el doctorado en leyes.

Luego entonces surge en mi la pregunta, --por que tenia tales conceptos de los fiscales, de los jueces y de las leyes que plasma en su libro “el proceso”?..

Por que ese concepto de un proceso inaudito en donde no se sabían situaciones tan esenciales en un proceso judicial, como, ….quien te acusa, de que se te acusa, quien es el juez que llevara tu juicio, es decir un proceso fuera de la ley, totalmente.

Bajo estas preguntas y sin tratar de profundizar en su influencia externa y al investigar mas sobre su vida, pude darme cuenta que él vivió en pleno holocausto Alemán, lo que es más perdió a 2 de sus hermanas en el mismo, creo que tal vez eso influencio fuertemente su obra, de el proceso, toda vez que plasma muchas situaciones en su libro como cuando inicia al describir lo siguiente:

Alguien tenía que haber calumniado a Josef K, pues fue detenido una mañana sin haber hecho nada malo . (kafka, 1828)

La obra inicia cuando Joseph K es allanado en su propiedad, cuando aún se hallaba en cama, desde el principio se muestra el carácter hostil de la situación confusa existente, se le informa al señor Josef K. que su proceso ha comenzado y que se encuentra detenido, durante el mismo de una manera particular ya que aún tiene la posibilidad de realizar sus actividades de cierta forma normalmente. El derecho del detenido a ser informado y notificado de la acusación que existe en su contra le queda desconocido, el ambiente de la novela está orientado a la culpabilidad que se presume desde el principio de Josef K. y no se toma en cuenta al derecho de la presunción de inocencia hasta que se complete el proceso, los oficiales que lo detienen también muestran una actitud denigrante, intentando robar la ropa de Joseph alegando mentiras absurdas.

––¡Cielo santo! ––dijo el vigilante––. Que no se pueda adaptar a su situación actual, y que parezca querer dedicarse a irritarnos inútilmente, a nosotros, que probablemente somos los que ahora estamos más próximos a usted entre todos los hombres. (kafka, 1828).

 K tiene que enfrentarse a varios interrogatorios cortos los días domingos o en la noche, para que no interrumpan con su vida laboral, por parte de una Comisión investigadora como la llama él, ya que no encuentra otra forma de denominarla, un día cuando llega al interrogatorio se encuentra con un lugar de aspecto desagradable repleto de personas apiladas, los cuales son el tribunal el cual parece estar dividido en dos bandos y el juez de instrucción, dando más el aspecto de una reunión política, un bando del tribunal lo aplaude mientras que el otro lo abuchea mientras Joseph realiza un discurso magistral cuestionando al juez de instrucción, acusando a los guardias que lo custodiaban por su comportamiento y al proceso al que él está  sometido. Dando a conocer su sentir ante este proceso, el cual se ha iniciado en su contra pero que hasta ese momento y en toda la novela, jamás se revela cual fue el delito por el que fue sometido a dicho proceso; solo muy de vez en cuando se le advertía que era algo grave.

––Bien ––dijo el juez instructor, hojeó el libro y se dirigió a K con un tono verificativo: ––¿Usted es pintor de brocha gorda? ––No ––dijo K––, soy el primer gerente de un gran banco. Esta respuesta despertó risas tan sinceras en la parte derecha de la sala que K también tuvo que reír. La gente apoyaba las manos en las rodillas y se agitaba tanto que parecía presa de un grave ataque de tos. También rieron algunos de la galería. El juez instructor, profundamente enojado, como probablemente era impotente frente a los de abajo, intentó resarcirse con los de la galería. Se levantó de un salto, amenazó a la galería, y sus cejas se elevaron espesas y negras sobre sus ojos.

(kafka, 1828)

Un día cuando K. esta en el banco descubre un cuarto escondido del banco en el cual estaban los guardias que lo custodiaban los cuales le dijeron que serían azotados y castigados por la acusación que el haba hecho en contra de ellos con el juez de instrucción y estos a su vez alegaron que por su bajo sueldo y sus condiciones acostumbraban a robar las pertenencias de los detenidos, uno de ellos le imploro que lo salvara de los azotes, porque jamás había estado en una situación similar, y lo que era peor es que su prometida lo esperaba debajo en las escaleras, pero K. advirtió que esto era mentira, toda vez que cuando bajó, no había ninguna mujer esperando en las escaleras.

––¿Qué hacen aquí? ––preguntó K, precipitándose por la excitación, pero no en voz alta. Uno de los hombres, que parecía dominar a los otros y que fue el primero que atrajo su atención, estaba embutido en una suerte de traje oscuro, que dejaba al aire el cuello hasta el pecho y todo el brazo. No respondió. Pero los otros dos gritaron: ––¡Señor! Nos tienen que azotar porque te has quejado de nosotros ante el juez instructor. Y ahora comprobó K que, en efecto, se trataba de los vigilantes Franz y Willem. El tercero sostenía un látigo para azotarlos. (kafka, 1828)

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