Entre un millón de problemas

Entre un millón de problemas

Estaba yo en mi pequeña casa tejiendo en paja un sombrero para poder sobrevivir. Tenia que mantener a mis 3 hijos (Juan Andrés, María Ángela y Sergio Nicolás) con solo el dinero que me ganaba vendiendo sombreros, jarrones y objetos hechos en oro. Conseguir dinero no era tan complicado pues por que no había ningún otro artesano en 3 caminos.

Un día cualquiera, mi amigo Ambrosio López (otro artesano que me ayudaba) y yo escuchamos gritos en el pueblo, decidimos ir a investigar. Una gran parte de la población estaba gritándole a Francisco Cruz, el mensajero del pueblo. Francisco fuertemente dijo:

“ Hoy el partido conservador domina a Colombia. Tomás Cipriano de Mosquera a quedado como presidente de nuestro país!!!”

El partido conservador era una porquería, lo único bueno que había logrado era el proteccionismo (Esta ley protegía a la industria colombiana del los productos exteriores, para hacer esto tenían que subir los impuestos). Ninguna otra ley me convenía ni le convenía al resto de la población pobre, si tan solo nosotros los pobres pudiéramos votar…

En 1848, Tomas Cipriano de Mosquera implementó leyes y para algunos “mejoró Colombia”, el arregló carreteras, trajo la navegación de vapor (por el rio Magdalena) y permitió el libre cambio, todo esto fue para mejorar el comercio.

Cuando me entré que se había realizado la ley del libre cambio, estaba muy confuso porque era muy raro que un conservador apoyara una de las ideas de el partido liberal y no lo creí al comienzo. Además con esta ley yo no tendría dinero con que vivir porque habría mucha competencia en el pueblo y tendría que vender mis productos en un precio muy bajo ganándome muy poco por cada transacción. Me tocaría darle de comer a mi familia cada 2 días.

En 1849 Tomas Cipriano de Mosquera abandonó el cargo de presidente y José Hilario López tomó el este cargo. López era liberal, con solo esta información ya sabia que no me quedaba mucho tiempo de vida, el no iba a cambiar el libre cambio. Ante esta situación mi amigo Ambrosio López tuvo una grandiosa idea, crear un grupo de Artesanos con el propósito de pedir al Gobierno “un alza de derechos en las manufacturas que se pudieran hacer en el país”. Fuimos esparciendo el mensaje por todas partes de Colombia para que gente se uniera a la idea de Ambrosio. Logramos fundar La Sociedad de Artesanos.

En 1850 después de lograr crear La Sociedad de Artesanos decidimos separarnos del partido liberal, decidimos llamarnos los Draconianos. Básicamente queríamos lo mismo excepto por el libre cambio. Los comerciantes claramente querían el libre cambio y no decidieron unirse a nosotros creando los Gólgotas. Intentamos negociar con ellos pero negaron toda oferta.

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