Evaluación

Introducción

El cuestionamiento inicial de mi ensayo parte de una premisa que todos los maestros se realizan al aplicar una evaluación como: ¿qué voy a evaluar?, ¿qué recursos voy a utilizar para evaluar los aprendizajes esperados?, etcétera.

Este trabajo está elaborado de acuerdo a la experiencia que he tenido en mis prácticas profesionales y por lo tanto está íntimamente relacionado con las competencias que nos marca el Plan de Estudios 2011 de Educación Básica.

Integro de manera muy importante los elementos más básicos con relación a la evaluación que favorecerán mis próximas prácticas profesionales en los siguientes semestres y que me servirá como punto de partida para tomar en cuenta en la evaluación.

Considero importante el uso de instrumentos de evaluación para aplicarlos de manera correcta en las aulas y poder emitir un juicio adecuado al tipo de evaluación que llevaré a cabo, es por eso que también señalo como evaluar las competencias para integrarlas a mi propuesta de innovación en el próximo ciclo escolar correspondiente al V y VI semestre.

Al final del trabajo presento las conclusiones a las que he llegado y pongo más énfasis en la forma de evaluar de acuerdo al contenido que expresa este trabajo, de esta manera me corresponde llevar a cabo una evaluación a conciencia de lo que están haciendo mis alumnos e integrar las competencias que van desarrollando durante mi intervención en la escuela primaria.

Como trabajo final del cuarto semestre de la Licenciatura en Educación Primaria se me dio a la tarea de escoger un aspecto de mi práctica profesional para elaborar un ensayo, el cual me permitirá argumentar, analizar y plantear aspectos con relación a mi experiencia de intervención en el aula.

El aspecto que consideré a desarrollar es la Evaluación de los Aprendizajes Esperados con el propósito de mejorarlo para mis próximas jornadas de trabajo escolar en la primaria.

Antes de iniciar con el tema, es necesario hacerse la siguiente pregunta: ¿En qué momento surge la evaluación? para poder responderla es necesario establecer criterios que fundamenten mis respuestas y establecer ideas claras y precisas.

1. Supuestos teóricos al origen de la evaluación.

Mokate (2000) explica que la evaluación nació el séptimo día de la Creación, cuando Dios miró todo lo que había creado y declaró: “Es bueno.” Con esa sola frase, Dios se convirtió en el primer evaluador del mundo. No obstante, la evaluación nacida en los cielos resultó insuficiente y demasiado subjetiva para algunos.

Por lo tanto, al escuchar la evaluación de Dios (autoevaluación, por cierto), el diablo objetó e insistió “¿cómo sabe que es bueno? ¿cómo lo midió? ¿con qué indicador juzgó la bondad de su creación? ¿con qué lo comparó?”. Y así nace la evaluación como la conocemos hoy: ¡en los fuegos del infierno!

Escudero (2003) en su obra menciona lo siguiente:

En la edad Media (siglo XV) se introducen los exámenes en los medios universitarios con carácter más formal, tenemos los exámenes orales públicos que se hacían con el visto bueno del maestro y en presencia de tribunales.

En el renacimiento (siglo XVI) se empieza a utilizar procedimientos selectivos y aparece el procedimiento de la Observación en el examen de Ingenieros para la ciencia de Huarte de San Juan.

En el siglo XVIII tenemos un aumento de la demanda y un mayor acceso a la educación, entonces surge la necesidad de comprobar los méritos individuales y se van elaborando normas sobre la utilización de exámenes escritos.

El siglo XIX la evaluación responde a prácticas rutinarias basadas en instrumentos poco fiables, aparecen acá los diplomas de graduación, surge un sistema de exámenes de comprobación de una preparación específica para la sociedad y sus necesidades.

Con los Tests psicométricos la evaluación empieza a recibir influencias de otras disciplinas relacionadas con el proceso de la medición como la pedagogía experimental y la diferencial.

Con la actividad del testing la medición y evaluación resultaban términos intercambiables. En la práctica sólo se hablaba de la medición.

El objetivo que se busca es:

a) Detectar las diferencias individuales.

b) Las diferencias dentro del rango y atributos de las evaluaciones psicológicas de la época.

c) Las puntuaciones diferenciales para determinar la posición del sujeto dentro de la norma grupal.

El padre de la evaluación educativa es Tyler (Joint Committee, 1981), por ser el primero en dar una visión metódica de la misma, superando desde el conductismo, muy en boga en el momento, la mera evaluación psicológica. Entre 1932 y 1940, en su famoso Estudio de Ocho años de la Educación Secundaria para la Asociación de la Educación Progresista, publicado dos años después (Smith y Tyler, 1942), plantea la necesidad de una evaluación científica que sirva para perfeccionar la calidad de la educación.

La obra de síntesis la publica unos años después (Tyler, 1950), exponiendo de manera clara su idea de «curriculum», e integrando en él su método sistemático de evaluación educativa, como el proceso surgido para determinar en qué medida han sido alcanzados los objetivos previamente establecidos.

El «currículum» viene delimitado por las cuatro cuestiones siguientes:

a) ¿Qué objetivos se desean conseguir?

b) ¿Con qué actividades se pueden alcanzar?

c) ¿Cómo pueden organizarse eficazmente estas experiencias?

d) ¿Cómo se puede comprobar si se alcanzan los objetivos?

Y la buena evaluación precisa de las siguientes condiciones:

a) Propuesta clara de objetivos.

b) Determinación de las situaciones en las que se deben manifestar las conductas esperadas.

c) Elección de instrumentos apropiados de evaluación.

d) Interpretación

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