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Factores Crimonogenos


Enviado por   •  26 de Mayo de 2014  •  2.250 Palabras (9 Páginas)  •  243 Visitas

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LOS FACTORES CRIMINOGENOS Y LA DELINCUENCIA JUVENIL

Si bien es cierto hasta hace no muy poco tiempo nos era común escuchar o leer noticias, en las cuales los titulares derivados de las notas policiales, nos hacían referencia de la participación de mayores de edad en la comisión de distintos ilícitos y de manera inusual muy de vez en cuando se veía vinculado a estos a un menor de edad; claro que ello no atenuaba el impacto que en la población se producía dado el conocimiento del incremento de la delincuencia. Ahora bien en la actualidad nuestra realidad muestra el giro que ha dado dicha condición delincuencial antes citada, pues los índices de delincuencia juvenil se han incrementado considerablemente, dado que muchos adolescentes evidencias rasgos de una conducta agresiva o violenta que termina por manifestarse ante la sociedad de diversas formas siendo las mas mediante la comisión de un ilícito culposo o doloso.

La conducta desviada o antisocial hace referencia a cualquier hecho o acción que viole las reglas sociales o vaya contra los demás, con independencia de su gravedad, en consecuencia la delincuencia juvenil es un fenómeno específico y agudo de desviación e inadaptación, llevada a cabo por personas que no han alcanzado aún la mayoría de edad.

Ante tal problema descrito líneas arriba surge una interrogante ¿Qué determina que algunos adolescentes evidencien rasgos delincuenciales que en determinado caso los lleven al extremo de cometer una falta o delito?; pues bien corresponde absolver tal interrogante a la Criminología, ya que dado su calidad de ciencia empírica e interdisciplinaria (con fundamentos en la psicología, sicopatología, y sociología), que tiene como uno de sus objetos de estudio a la persona del delincuente o infractor, la que nos ayudara a dar un pequeño análisis de los factores que determinan esta predisposición o conversión hacia la delincuencia.

Ahora bien al respecto corresponde empezar por distinguir que este fenómeno delincuencial deriva de una desviación de la conducta, misma dentro de la cual se aprecian dos figuras: la conducta desviada y la conducta delincuencial; entendiendo a la primera como el comportamiento de un miembro de la sociedad que se aleja de los estándares habituales de conducta cuyo resultado deriva en un daño o perjuicio a determinados bienes jurídicos individuales o colectivos y a la segunda como la comisión propiamente dicha de ilícitos previstos y sancionados por ley. Establecidos estos primeros ítems, hay que aclarar que las conductas citadas tienen su origen o mejor dicho se hallan determinadas por la presencia de factores denominados factores criminógenos, que vendrían a ser los elementos objetivos que intervienen en la producción del fenómeno criminal; siendo que dichos factores a decir de unos se clasifican como endógenos (sexo, edad, salud, familia) y exógenos (educación, economía, comunicación y entorno social) y es que siendo el tema a tratar la influencia de los factores criminógenos en la delincuencia juvenil, corresponderá pues realizar el análisis de aquellos que a decir propio tienen mayor relevancia.

FACTORES CRIMINOGENOS PRESENTES EN LA CONDUCTA DELINCUENCIAL JUVENIL

FACTOR SALUD

Una primera categoría de jóvenes delincuentes vendría definida por rasgos de anormalidad patológica la cual podría ser de carácter psicológico o biológico, mismas que se deberían a las siguientes causas:

Como antecedente tenemos que en el año 1915 Sigmund Freud mediante la publicación de su artículo “Los delincuentes por sentimientos de culpa”, explica que las conductas delictivas eran cometidas ante todo por que se hallaban prohibidas y por que a su ejecución, se enlazaba para el autor un alivio psíquico. El sujeto sufría un penoso sentimiento de culpabilidad de origen desconocido, donde una vez cometida la falta, sentía mitigada la presión del mismo. Por paradójico que parezca, el sentimiento de culpa existía antes del delito y no procedía de él, al contrario el delito es el que procedía del sentimiento de culpabilidad. Profundizando su análisis llega a la conclusión de que este sentimiento de culpabilidad proviene del complejo de Edipo. Según Freud, los niños cometen travesuras para llamar la atención y atraerse un castigo, luego de este, quedan tranquilos, donde el castigo sirvió para satisfacer sus necesidades de auto castigo, emanados de la sensación de culpabilidad que provocan otras faltas más graves.

Ahora bien a la actualidad estudios realizados han llegado a la conclusión que la violencia juvenil se relaciona de manera consistente con un trastorno mental (básicamente de la personalidad), trastorno antisocial de la personalidad y su contraparte infantil, el trastorno de la conducta, llamado ahora, aunque hay que aclarar no todos los que padecen este último evolucionan inexorablemente hacia el primero, y de ahí la importancia de la distinción. El trastorno antisocial de la personalidad se establece entre los 12 y los 15 años, aunque a veces antes, y consiste en comportamiento desviado en el que se violan todos los códigos de conducta impuestos por la familia, el grupo, la escuela, la iglesia; condición que estimula al jóven a actuar bajo el impulso del momento y no muestra arrepentimiento por sus actos. Inicialmente esta violación persistente de las reglas se manifiesta como vandalismo; crueldad con los animales; inicio precoz de una vida sexual promiscua, sin cuidado respecto al bienestar de la pareja; incorregibilidad; abuso de sustancias; falta de dirección e incapacidad de conservar trabajos; con la salvedad que tengan una gran inteligencia o que presenten formas menos graves del trastorno, fracasan en todo tipo de actividades, incluyendo las criminales, ya que carecen de disciplina, lealtad para con sus cómplices, proyección a futuro, y siempre están actuando en respuesta a sus necesidades del momento presente. El trastorno es cinco a diez veces más frecuente en hombres que en mujeres (factor sexo).

Respecto a las características biológicas se tiene en cuenta la existencia del síndrome de déficit de atención con hiperactividad como causa de problemas de conducta, que sumados a la impulsividad característica del síndrome, pueden producir violencia. Un estudio con niños hiperquinéticos mostró que sólo aquellos que tienen problemas de conducta están en mayor riesgo de convertirse en adolescentes y adultos violentos. La conclusión es que hay que hacer un esfuerzo para aportar a aquellos niños hiperquinéticos con problemas de conducta recursos terapéuticos más oportunos e intensivos.

FACTOR

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