Historia De Una Maestra

Historia de una maestra

Josefina Aldecoa

El titulo de este libro es muy revelador y acertado ya que su autora, Josefina R.Aldecoa, narra la historia de una maestra, en uno de los periodos más relevantes y críticos de la historia de España, desde los años veinte hasta el comienzo de la Guerra Civil.

La protagonista de esta historia se llama Gabriela, es una maestra del norte de España que nos cuenta como ha transcurrido su vida como maestra y personal como si fuera un sueño dividido en tres partes.

En la primera parte del sueño Gabriela tiene 19 años y ha finalizado su carrera como maestra en 1923.Es una mujer llena de ilusiones y con muchas de comenzar su vida ejerciendo de maestra. Comienza su profesión como docente en una pequeña escuela en Tierra de Campos, un pueblo perdido entre las montañas donde vivían campesinos y abundaba la pobreza e ignorancia y los caciques y la iglesia ejercían una ineludible fuerza. Tuvo escasos medios y recursos y a pesar de todo consiguió que los niños y niñas hicieran grandes progresos en la escuela unitaria que creó en el pueblo donde además enseñó a las mujeres adultas. Gabriela enfermó y tuvo que dejar el pueblo.

Regresó con sus padres y retomó los estudios, opositó para poder ser Maestra en propiedad y así fué. Entonces tenía 24 años y mucho afán por ver mundo. Se marchó a Guinea, dónde conoció una nueva cultura y personas como Emile que no olvidaría nunca. Su estancia allí fué corta pero muy intensa, tuvo que regresar a España por cuestiones de salud importantes.

En la segunda parte del sueño nos cuenta cómo conoció a Ezequiel, su futuro marido, un maestro que trabajaba en otra zona del pueblo. No se casó enamorada pero sabía que hacía lo correcto y que tenían muchas cosas en común.

En 1931 sucederían dos hechos muy importantes en la vida de ambos, el nacimiento de su hija Juana y la proclamación de la República. Ambas situaciones cambiaron para siempre la vida de la protagonista.

Gabriela y Ezequiel pensaron e intentaron llevar a la práctica proyectos educativos, todos ellos beneficiosos para la educación de los niños y niñas del pueblo que en algunas ocasiones debido al desacuerdo del cura y el alcalde no podían proseguir. Dada la época en la que se encontraban, parte del pueblo opinaba que los cambios eran adecuados y otra parte debido a las creencias estaba desacuerdo y apoyaban la opinión del cura y alcalde.

En la tercera parte del sueño, Gabriela, Ezequiel y su hija Juana se marcharon de aquel pueblo para mejorar sus vidas en León, en un pueblo llamado Los Valles donde vivían campesinos y mineros.

El alcalde era republicano, Gabriela sólo se preocupaba de los cuidados de su hija y de su nueva escuela, mientras que Ezequiel además de preocuparse por su escuela también se interesaba por todos los acontecimientos políticos que surgían. Se preocupaba de las protestas de los mineros, las cuales compartía y se involucró demasiado en ello apartándose en cierta medida de su mujer e hija, Gabriela prefería mantenerse al margen de la situación.

El ejército acabó ocupando el pueblo, Ezequiel fué detenido y Gabriela y Juana se fueron a pasar las navidades en casa de los padres de ésta. 1935 fué un año cargado de amenazas donde abundaba la tristeza y el miedo para la maestra.

Ezequiel era un líder para muchos mineros y Gabriela abandonó Los Valles para estar junto a su familia cuando su padre enfermó, Ezequiel no la acompañó y se quedó en el pueblo defendiendo sus derechos y los de los mineros.

Cuando el padre de Gabriela murió, escribió a Ezequiel para pedirle que fuera a estar con ellas y la respuesta fué que Ezequiel había sido fusilado debido a la sublevación militar que se había extendido por la provincia y había triunfado en la ciudad.

A partir de ahí Grabiela y Juana tuvieron que

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