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Inflación Y Deuda John Cochrane


Enviado por   •  20 de Noviembre de 2013  •  9.197 Palabras (37 Páginas)  •  464 Visitas

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La inflación y la deuda

Desde hace varios años, un acalorado debate se ha desatado entre los economistas y los políticos, acerca de si nos encontramos ante un grave riesgo inflacionario. Este debate se ha centrado principalmente en la Reserva Federal - especialmente en si la Reserva Federal ha sido muy agresiva en el aumento de la oferta monetaria, si ha mantenido las tasas de interés demasiado bajas, y si puede ser utilizada para revertir el curso de la inflación, en el caso de que los signos de ésta emerjan.

Pero estas preguntas no tienen en cuenta un grave peligro. Como resultado de la enorme deuda y el déficit del gobierno federal, la inflación sustancial podría estallar en Estados Unidos en los próximos años. Si las personas se convencen de que nuestro gobierno va a terminar imprimiendo dinero para cubrir los déficit intratables, verán la inflación en el futuro y tratarán de deshacerse de los dólares que estos poseen; en consecuencia, harán que suban los precios de los bienes, servicios, y, finalmente, los salarios a través de la totalidad de la economía. Esto equivaldría a una "corrida" en el dólar. Al igual que en una corrida bancaria, no podríamos predecir antes de tiempo cuando se producirá tal evento. Sin embargo, nuestra economía estará preparada para ello, siempre y cuando nuestra trayectoria fiscal sea insostenible.

Cabe destacar, que una corrida desataría el caos financiero y renovaría la recesión. Se produciría una estanflación, y no un pequeño auge de inflación como algunos economistas esperan. Frente a todo esto, la Reserva Federal no podrá hacer prácticamente nada para detenerla.

Esta preocupación, detallada a continuación, es apenas una sabiduría convencional. Muchos economistas y comentaristas piensan que no tiene sentido preocuparse por la inflación en estos momentos. Después de todo, la inflación se redujo durante la crisis financiera y la posterior recesión, y sigue siendo baja para los estándares de la posguerra. Los rendimientos de los bonos del Tesoro a largo plazo, los cuales deberían aumentar cuando los inversores ven la inflación por delante, se encuentran en los puntos bajos del siglo medio. Y, frente a esto, la Reserva Federal nos dice que no nos preocupemos. Por ejemplo, en un comunicado del pasado mes de agosto, el Comité Federal del Mercado Abierto señaló que "las medidas de inflación subyacente han mostrado una tendencia más baja en los últimos trimestres, y con una capacidad ociosa considerable y continua para contener las presiones de los costos y las expectativas de inflación a largo plazo estables; y que es probable que la inflación sea sometida por algún tiempo".

Pero la visión de la Reserva Federal, basada en una sola interpretación de la excepcional experiencia posterior a la guerra de Estados Unidos, y en donde la inflación sólo ocurre durante los auges, es demasiado estrecha. Ésta pasa por alto, por ejemplo, la estanflación de la década de 1970, cuando la inflación estalló a pesar del "exceso de los recursos" y la aparente "estabilidad" de las expectativas. En 1977, la economía también se estaba recuperando de una recesión y la inflación había caído del 12% al 5% en sólo dos años. La Reserva Federal esperaba una moderación adicional, y las encuestas y las tasas de interés a largo plazo no apuntaban a las expectativas de una mayor inflación. La tasa de desempleo disminuía lentamente del 9% al 7%, y, según la sabiduría convencional, ésta podía reducirse aún más, a través de más "estímulos". Hacia 1980, sin embargo, la inflación había subido de nuevo hasta el 14,5%, mientras que el desempleo también aumentó, alcanzando el 11%.

En el amplio alcance de la historia, una grave inflación suele ser el cuarto jinete de un Apocalipsis económico, acompañado del estancamiento, el desempleo y el caos financiero. Piense en Zimbabwe en 2008, Argentina en 1990, y Alemania después de la guerra mundial.

La razón clave, por la que la inflación grave acompaña a graves dificultades económicas, es sencilla: La inflación es una forma de cesación de pagos. El pago de bonos con la moneda que vale la mitad de lo que solía valer, es como no pagar la mitad de la deuda. Esta cesación de pagos no ocurre en tiempos de auge, pero sí cuando las economías y los gobiernos están en problemas.

La mayoría de los analistas de hoy - incluso aquellos que se preocupan por la inflación - ignoran la relación directa entre la deuda, el déficit que se avecina, y la inflación. El enfoque "monetarista" centrado en las relaciones entre la inflación y el dinero, y la no preocupación por los recientes aumentos masivos en la oferta monetaria de la Reserva Federal, desatarán una inflación similar masiva. Los puntos de vista de la propia Reserva Federal son en gran parte "keynesianos"; estos se centran en las tasas de interés y el exceso de recursos, como impulsores de la inflación o la deflación. Los halcones de la inflación de la Reserva Federal temen que el banco central mantenga las tasas de interés demasiado bajas durante demasiado tiempo; ya que una vez que se rompe la inflación, ésta va a ser difícil de domar. Las Palomas de la Reserva Federal por su parte, creen que el banco central puede y va a subir las tasas lo suficientemente rápido para que se produzca la inflación; razón por la cual nadie debe preocuparse por la inflación ahora.

Todas las partes del debate de inflación convencional, creen que la Reserva Federal puede detener cualquier inflación que estalle. La única pregunta en sus mentes, es si realmente el temor a mayores tasas de interés, el desempleo y la reacción política, harán que la Reserva Federal deje que la inflación se salga de control. Ellos asumen que el gobierno siempre tendrá los recursos fiscales para respaldar una política monetaria - por ejemplo, la emisión de bonos respaldados por los ingresos fiscales-, que pueda absorber el exceso de dinero en la economía. Este supuesto es explícito en las teorías académicas de hoy.

Mientras que el supuesto de la solvencia fiscal pudo haber tenido sentido en los Estados Unidos durante la mayor parte de la era de la posguerra, el tamaño de la deuda del gobierno y los déficit futuros insostenibles, nos coloca, en este momento, en una zona de peligro desconocido -uno más allá del reino de las ideas macroeconómicas convencionales Americanas-. Una grave inflación ocurre, cuando los acontecimientos desbordan las ideas -cuando los factores que los economistas y los políticos no entienden o se han olvidado, surgen repentinamente-. Ese es el riesgo que enfrentamos hoy. Para comprender adecuadamente el riesgo, debemos en primer lugar entender las ideas que subyacen en nuestros debates sobre la inflación.

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