LA COLUMNA DE HIERRO -PRIMERA PARTE: Infancia y juventud

LA COLUMNA DE HIERRO 

-PRIMERA PARTE: Infancia y juventud.

Este libro toca diversos temas en esta primera parte como los son el poder, la religión, la filosofía y los valores. Nos habla sobre una generación de personas con el mismo nombre: “Marco Tulio”, junto con otros personajes como los son su esposa Helvia, la niñera, los esclavos, etc. Habla sobre la forma en que vivian y lo que iba pasando conforme al tiempo con el nacimiento de sus hijos y lo que quería para ellos.

La historia comienza hablando sobre la juventud de Marco Tulio Cicerón que estaba enfermo de fiebre en un día nublado con las colinas y pastos cubiertos de nieve, su padre quien tenía el mismo nombre  llego después preguntando sorprendido al médico que es lo que le había puesto a su hijo, ya que el olor que apreciaba era desagradable, sin embargo estaba sonriente ya que sabía que su hijo solamente estaba fingiendo porque intentaba evitar a su esposa Helvia quien estaba embarazada y en un momento a solas con su hijo le dijo que él sabía que estaba fingiendo y a Marco Tulio no le quedó más remedio que abrir los ojos así que su padre le dijo que su esposa estaba a punto de dar a luz y toda mujer deseaba que su esposo estuviera acompañándola en un día tan importante como ese, posteriormente su padre lo levanto a la fuerza y comenzó a recordar cuando se encontraba en el ejército, después su mujer por fin dio a luz a un varón el 03 de Enero del año  648.

A quien se le puso  el mismo nombre que tenía el padre y el abuelo, quedando como Marco Tulio Cicerón Tercero, pero tiempo después a su abuelo le molestaba esto así que a él lo comenzaron a llamar únicamente Tulio, sin embargo a él se le hacia una falta de respeto y molesto le echaba la culpa a la mamá de su nieto, a Helvia  le parecía algo ilógico esa actitud ya que fue él quien insistió en que se le pusiera el mismo nombre, así que pedía que le llamaran “el abuelo” . Helvia era una excelente mujer, pues tenía carácter y siempre ejecutaba todos sus deberes a la perfección por lo cual era admirada. El pequeño Marco era muy inteligente ya que a los dos años poseía un vocabulario formidable, aunque su madre lo consideraba tan frágil como su padre y es por eso que le daba mucho amor maternal, su padre en un momento a solas comenzó a hablar con él, preguntándose ¿qué será de su futuro?,¿cómo será el y en qué tipo de hombre se convertirá?, pero Tulio sin esperárselo sintió las manos frágiles y ligeras de su hijo sobre su mejilla, sintiendo que él lo entendía perfectamente, entonces miro al cielo y oró, Tulio ofreció su hijo a Dios suplicando piedad para él y que lo mantuviera a salvó del deshonor, la codicia, la crueldad y la locura.

Cuatro años después nació Quinto Cicerón, hermano de Marco, Helvia no dio a luz con la misma facilidad que antes y como el abuelo despreciaba a las mujeres aseguraba que sería una niña ya que estaba causando mucho dolor. Sin embargo se equivoco y Helvia volvió a dar a luz a un varón. Tiempo después Helvia de sentía muy contenta ya que sus hijos se llevaban bien y cuando Quinto apareció no sintió celos su hermano, al contrario se llevaban muy bien y esto le encantaba a su madre ya que era importante el espíritu familiar para ella.

Sin embargo a Arquías no le parecía tanto que los hermanos se llevarán tan bien porque eran muy distintos, ya que Marco era un niño cariñoso y perspectiva y su hermano parecía un grillo activo y era muy ruidoso.

Entrando en el tema de la religión Marco preguntaba que era la ley de dios, a lo que Arquías respondió: - Yo no soy quien para decirlo, los judíos creen conocerla, y aunque yo pase dos años en Israel no es posible que un hombre conozca la ley de dios. Arquías era el profesor de Marco quien fue contratado por Tulio para brindarle una educación a su hijo, él  tenía muchas esperanzas puestas en Marco pero él no llego a ser un verdadero poeta lírico, sin embargo comenzó a escribir una prosa maravillosa.

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