LA EVOLUCION RECIENTE.

2.3 LA EVOLUCIÓN RECIENTE

Como hemos visto, los primeros cursos sistemáticos de postgrado en Venezuela

se establecen en la UCV y en el área de medicina; pero en la mayoría de las

demás instituciones lo hacen en campos muy ajenos a este sector (ver Tabla T.1

en anexos). Fuera del sector salud, los principales factores de crecimiento de los

postgrados en los primeros años fueron la necesidad de ascender en el escalafón

por parte de los profesores universitarios y, en segundo lugar, las necesidades de

los institutos de educación superior de mejorar su personal académico. La alta

dependencia económica del país (lo que implica la existencia de un sector

industrial que demanda poca o nula ciencia y tecnología criollas) explica la poca

demanda de títulos académicos elevados por parte del sistema económico.

La mayoría de los cursos de postgrado creados antes de 1983 (cuando se crea el

Consejo Consultivo Nacional de Estudios para Graduados) no surgen, pues, como

producto de necesidades o demandas sociales externas ni de políticas nacionales,

sino por iniciativas de grupos o personalidades que habían realizado estudios en

el exterior o por presiones del profesorado universitario. Por esto último es que

para mediados del siglo pasado, cuando se quería mencionar un programa de

postgrado existente, lo normal era que se hablara, no el postgrado en tal disciplina

sino del postgrado del “Doctor fulano” o del “Profesor tal”. Y el postgrado moría

con la muerte o ausencia del creador. Con la aparición de en 1983 de las Normas

de Acreditación, y la realización frecuente de talleres nacionales de coordinadores

de postgrado, esta situación fue y ha ido cambiando, por lo cual la mayoría de los

cursos justifica mejor su existencia, tienen mayor estabilidad y son coordinados

por comités académicos designados por las autoridades institucionales y por

períodos definidos.

Las primeras estadísticas nacionales sobre estudios de postgrado en Venezuela

se producen en 1973 cuando la Comisión Interinstitucional de Estudios de

Postgrado, antes mencionada (1), organizada por el Departamento de Educación

del CONICIT realiza la primera encuesta nacional sobre la materia (Morles y

Otros, 1974; 1975) y, mediante ella, se descubre que más de 20 instituciones del

país ejecutan unos 135 programas o cursos llamados “de postgrado” (unos 110

conducentes a títulos académicos), entre los cuales se incluían especializaciones,

maestrías, doctorados y algunos cursos cortos llamados de ampliación o extensión

profesional.

En ese estudio de 1973 se logran hallazgos como los siguientes: (a) que el único

requisito común a los llamados “cursos de postgrado” era la exigencia de posesión

previa de un título universitarios por parte de los participantes ; (b) la inexistencia

de lo que pudiera llamarse un sistema nacional de postgrados; (c) el número

extremadamente bajo de cursos y cursantes; (d) gran discordancia entre las

necesidades del país y las especialidades de postgrado ofrecidas; y, (e) una alta

concentración de los cursos en términos geográficos, institucionales y

disciplinarios; o sea, que 33% de los cursos funcionaban en Caracas, en la

Universidad Central, en Medicina.

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En lo que sigue describiremos casi textualmente lo contenido en la Normativa

General de los Estudios de Postgrado vigente desde el 20 de noviembre de 2001,

la cual es una reforma de la aprobada por el Consejo Nacional de Universidades

en 1996, la cual, a su vez sustituyó a la “Normativa para la Acreditación de los

Estudios para Graduados” de 1983. Un tanto como las anteriores, la presente

contiene numerosos defectos evidentes, tanto formales como conceptuales, pero

ella resuelve algunos problemas complejos que anteriormente eran motivo de

muchas confrontaciones académicas.

Según esta normativa, se reconocen como estudios de postgrado aquellos que

están dirigidos a “elevar el nivel académico, el desempeño profesional y la calidad

humana de aquellos egresados de la educación superior que posean título de

Licenciado o grado equivalente”.

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Más concretamente, expresa el artículo cuarto que los estudios de postgrado

tienen como finalidad fundamental:

a) Formar recursos humanos altamente especializados que puedan contribuir al

desarrollo social, económico, político cultural del país;

b) Estimular la creación y producción intelectual de los cursantes; y,

c) Contribuir con las labores de difusión cultural propia de las instituciones de

educación superior.

Por cuanto se han producido largas discusiones

...