LAS LETRAS ARGENTINAS: NEXOS Y FILIACIONES

LA BUSCA DE LA IDENTIDAD EN

LAS LETRAS ARGENTINAS: NEXOS Y FILIACIONES

Antonio Pagés Larraya

El sustento esencial de mi discurso es que la literatura argentina posee una individualidad irreductible, que precisa cualificarse. La identidad surge de creaciones vivas que expresan las condiciones histórico – sociales y personales que las engendraron.

LUIS DE MIRANDA

En el principio fue la elegía…

Compuesta por el clérigo Luis de Miranda para lamentar la destrucción de la primera Buenos Aires. El poeta  encarna y verbaliza artísticamente al ser destruido de la ciudad que habla con su voz expresando el terror al aniquilamiento y hasta con una oscura fascinación trágica.

Esos versos, los primeros escritos en el Río de la Plata y también de los primeros escritos en todo el Nuevo Mundo, reúnen muchos de los rasgos que señalan nuestra identidad literaria.

Se lo reconocía como un documento indiano hasta que luego del estudio de Rojas, los aportes de Miranda nos recobraron importancia. Hacían referencia a los orígenes de la Argentina y al mismo tiempo, alcanzaba un sentido profético anunciando la persistencia del odio, la crueldad, la muerte inexorable, ensañándose furiosamente en guerras civiles, revoluciones y tragedias.

• Las coplas de Miranda muestran un rasgo muy común en nuestra poesía: el carácter innovador y artístico de la versificación en contraste con el tema trágico.

• En un brevísimo espacio literario aprieta sucesos y reflexiones que casi siempre fueron estilizados en verso mayor y con más amplitud. Utilizando cuidadosas amplificaciones, surgen sin énfasis los grandes temas medievales como:

Sit transit o el de la muerte igualadora.

En las coplas de Miranda se encuentran dos rasgos que caracterizan nuestra literatura:

1. La prosopopeya que presenta a Buenos Aires como una mujer.
2. Su carácter elegíaco.

1. Para Miranda, Buenos Aires, era una “hembra perversa”. La identificación de la tierra con una mujer es tan antigua como la literatura y el mito. Mujer y tierra se asocian por su fuerza germinativa. Desde nuestra perspectiva crítica lo que interesa destacar es la perduración de esa imagen femenina en la literatura de nuestro país, que muestra a Luis de Miranda, nuestro primer poeta, como un genuino fundador.

1. El carácter elegíaco de estos versos escritos en el mismo real de la primera Buenos Aires, es otro rasgo que tendrá fuerte continuidad en nuestra literatura. La sobriedad con que Miranda poetiza escenas de hambre y dolor, acentúa la emoción elegíaca. El poeta bloquea todos los adornos que le ofrecía la poética de su tiempo. Logra que se visualice con más nitidez la personificación que centra la elegía. Más que la ausencia retórica, convendría hablar del empleo sutil de sus recursos de recomposición estructural. De lo cual, pueden surgir análisis iluminadores, como por ejemplo: el distinto tratamiento del mismo tema, el hambre y la antropofagia que enlutaron la primera Buenos Aires. La elegía de Miranda es la primera fundación mitológica de Buenos Aires y pasa a constituirse el poema fundador de nuestra lírica.

CENTENERA

        Rompía con los cánones del buen gusto y volcaba un material novelesco en un molde poético para el que carecía de aptitud. Centenera desnuda el crimen y el asalto a las mujeres, la depredación y la lujuria de los conquistadores, el despojo a los indios, es decir, un mundo infernal sin atenuantes.

        Centenera resume los motivos de su libro:

“Hambre, muerte, lacrimoso llanto

                               suspiros, gritos, lamentos.”

         Como en los grandes textos bárbaros, la escritura de Centenera se tiñe de rojo. Sangre de conquistadores y sangre de indios.

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1. HUMOR Y FANTASÍA

Aunque prevalezca en nuestra literatura el tono elegíaco, el verídico testimonio de episodios sombríos, no faltan las expresiones de humor y magia. 

En “La Argentina” de Centenera abundan aventuras amorosas. En contraste con la veracidad naturalista que no rehúye a lo cruel y repugnante, aparece el curioso imaginismo, el deslumbramiento por la opulencia del mundo vegetal, la magnificencia de los ríos, la maravilla del ave rara y la flor de curiosa contextura. Su desenfrenada imaginación lo abre hacia lo fantástico.

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