LAS RESPONSABILIDADES DE LA EMPRESA

LIBRO FUNDAMENTOS DE ÉTICA DE EMPRESAS

JUAN M. ELEGIDO

UNIVERSIDAD AUTOMOMA DE CHIHUAHUA

FACULTAD DE CONTADURIA Y ADMINISTRACION

RESUMEN DEL CAPITULO 2 DEL LIBRO.

LAS RESPONSABILIDADES DE LA EMPRESA

INTRODUCCIÓN

Algunas personas sostienen que la empresa tiene responsabilidades que van más allá de hacer utilidades. A menudo, lo que tienen en mente es que es correcto que la empresa apoye iniciativas valiosas de la comunidad, como universidades, museos y hospitales. Que dé empleo a los discapacitados; que se rehúse a invertir en ciertos lugares (por ejemplo en Sudáfrica, en los tiempos del apartheid), a fin de fomentar objetivos políticos deseables, que contribuyan al bien común de la comunidad donde opera.

Otras personas rechazan por completo esta postura y afirman que las únicas responsabilidades de una empresa es obedecer la ley y generar utilidades para sus accionistas.

Habiendo establecido así los que las empresas si tienen algunas responsabilidades que van más allá de generar utilidades, trataremos de aclarar los principios que fijan límites a esas responsabilidades.

LA POSTURA DEL PROFESOR FRIEDMAN

El profesor Milton Friedman, famoso economista monetarista y ganador del Premio Nobel de Economía, ha argumentado de manera congruente a favor de la tesis de que la empresa sólo tiene una responsabilidad: maximizar las utilidades para sus accionistas operando dentro de los límites que fija la ley. Presentó sus argumentos principales en un famoso y muy citado artículo bajo el título “La responsabilidad social de la empresa es aumentar sus utilidades”

En opinión de Friedman, ciertamente es responsabilidad de las empresas respetar todas las leyes que protegen el interés público. Pero ir más allá de ello equivaldría a tener “ejecutivos socialmente responsables” fungiendo como redistribuidores, quienes tomarían el dinero de otras personas (ósea, los accionistas) para gastarlo en lo que esos mismos ejecutivos definirían como el “interés social general”; como si fueran una especie de cobradores de impuestos que se han designado a sí mismos.

Friedman mantiene que será mejor para todos si los ejecutivos se concentran en maximizar las utilidades, pues de esa manera dice citando unas palabras famosas de Adam Smith serán “guiados por una mano invisible” con más eficacia a promover el bien de la sociedad.

Entonces, la postura de Friedman es que si una firma gasta dinero apoyando causas valiosas en lugar de distribuir ese dinero entre sus accionistas, con ello se impide que éstos apoyen las causas que ellos prefieran. El curso de acción acertado sería, en su opinión, distribuir todas las utilidades entre los accionistas, de modo que cada uno de ellos esté en libertad de hacer la contribución que guste…o de no hacer ninguna.

CRÍTICA A LA POSTURA DE FRIEDMAN

A fin de apreciar las implicaciones últimas de las ideas de Friedman. Será útil tratar de considerar qué entrañarían algunas situaciones hipotéticas.

a) Si los ejecutivos de una compañía de televisión llegaran a la conclusión de que podrían aumentar sus utilidades con programas que presentaran pornografía infantil, y si la exhibición de éstos no estuviera prohibida por la ley, como ocurre en muchos países, usar los programas constituiría un deber moral para los ejecutivos, sin importar el perjuicio que causaran.

b) Si el gerente general de una firma despidiera a 100 antiguos empleados con 20 años de leal servicio, avisándoles con sólo un mes de anticipación y sin beneficio alguno, y juzgara que haciéndolo aumentaría las utilidades de la firma, sería inmoral para él hacer cualquier pago voluntario adicional a los empleados, a fin de recompensar su lealtad.

Estas consecuencias prácticas de la tesis de Friedman son tan excéntricas que es necesario concluir que debe haber algún defecto en las tesis mismas. ¿Y dónde exactamente reside el problema?

Es claramente improcedente la proposición de que no hay responsabilidades morales que vayan más allá del cumplimiento de la ley.

En segundo lugar, la ley reacciona lentamente por necesidad, y puede pasar mucho tiempo desde el momento en que el problema se identifica hasta que se aprueba una ley adecuada para resolverlo.

En tercer lugar, es posible que haya leyes vigentes moralmente objetables. Piénsese por ejemplo en los países donde están o estuvieron vigentes las leyes que aprobaban la esclavitud, el apartheid o la discriminación religiosa.

En virtud de esas tres razones no es posible suponer que con sólo cumplir la ley automáticamente se habrán cumplido todas las obligaciones que tenemos con los demás.

Tampoco se puede afirmar que sólo los individuos tienen la obligación de actuar escrupulosamente y promover el bien común. Si esperamos que los individuos actúen en forma moral y tomen en consideración los intereses de los demás, no sólo el propio, ¿por qué habría de ser distinta la situación cuando se trata de grupos, y concretamente, de organizaciones empresariales?

Por último, también puede suceder de modo continuo que un mecanismo de libre mercado margine a las personas con desventajas naturales (entre otras, defectos físicos o mentales, ancianidad, falta de educación). Como Veljanovski lo ha expuesto: “Si la riqueza se concentra en las manos de unos cuantos terratenientes ricos que compran Rolls Royces y caviar, la eficiencia distributiva equivaldrá a que los pobres se mueran de hambre y la capacidad productiva de la economía se canalice a la manufactura de esos artículos de lujo. Si la riqueza se distribuyera con más equidad, se producirían menos Rolls Royces y caviar, y más artículos de primera necesidad.

LOS LÍMITES DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL

Existen límites a las responsabilidades de la empresa por las mismas razones por las cuales las responsabilidades de los individuos son también limitadas. Esto es que las limitaciones de tiempo, capacidades y recursos, imposibilitan sacarle partido eficazmente a todas las oportunidades imaginables de hacer el bien y evitar el mal. Las organizaciones, al igual que los individuos, precisan concentrarse en perseguir ciertos objetivos específicos a fin de actuar con eficacia. En el caso de las organizaciones empresariales, naturalmente el logro de objetivos económicos constituye su interés principal.

¿QUIENES

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