LEISHMANIASIS
Enviado por • 26 de Octubre de 2014 • 6.680 Palabras (27 Páginas) • 308 Visitas
LEISHMANIASIS Y SUS VECTORES
Dr. José Witremundo Torrealba
1. INTRODUCCION
Se conoce con el nombre de leíshmaniasis, las enfermedades producidas por protozoarios del género
Leishmania que parasitan al sistema fagocítico-mononuclear (SFM). Desde el punto de vista médico
pueden ser divididas en: leishmaniasis superficiales, presentando lesiones fundamentalmente a nivel de
los tegumentos y leishmaniasis profundas que dañan al hígado, el bazo y la médula ósea del
hospedador.
Las leishmaniasis son enfermedades metaxénicas, ameritando la presencia de un insecto que actúa
como vector, transfiriendo el agente parasitario de un hospedador infectado a uno sano. Este papel es
juago por dipteros de la familia Psychodidas, conocidos comunmente flebótomos, estando los vectores
del Continente Americano incluidos en el género Lutzomyi La OMS calculó para 1985, que la prevalencia
mundial de infectados por cualquiera de las especies de estos parásitos era de 1,2 millones, con 1.000
muertes por ano.
2. SISTEMATICA
Los agentes etiológicos, parásitos del género Leishmania, son protozoarios que pertenecen a la
familia Trypanosomatidae (clase Mastigophora, orden Kinetoplastida)y al igual que los tripanosomas
poseen hospedadores vertebrados e invertebrados, pero difieren de ellos porque en su ciclo evolutivo
sólo aparecen formas amastigotas y promastigotas.
La taxonomía de las especies de Leishmania constituye un tópico controversial. Se ha propuesto un
criterio taxonómico para las leishmanias del neotrópico que producen leishmaniasis tegumentaria,
mediante la separación de dos complejos, uno denominado braziliensis, subdividido en las siguientes
especies: Leismania (Vianna) braziliensis, L. (V) panamensis, L. (V) guyanesis y L. (V) peruviana; y el
denominado complejo mexicana, subdividido a su vez en las siguientes especies. Leismania (Leismania)
mexicana, L. (L,) pifanoi, L. (L) amazonensis L. (L) garnhami y L. (L) venezuelensis; Los subgéneros
Viannia y Leishmania se abrevian con (V) o (L). En adelante, para simplificar, la abreviación de estos
sub-géneros podrá ser suprimida al hacer mención a cada especie.
Esta clasificación fue elaborada en base a la unificación de hallazgos clínicos, serológicos,
inmunopatológicos, epidemiológicos y geográficos, y por la caracterización de aislados del parásito
utilizando varios criterios. Entre ellos, su comportamiento en el hamster, el crecimiento en medíos de
cultivo simples de agar (NNN) y el desarrollo de los parásitos en el tubo digestivo de los flebótomos,
dando un patrón hipopilaria, peripilaria y suprapilaria, según éste se realice en el intestino posterior,
medio-posterior y medio-anterior. Recientemente para la designación de especies han sido tomados en
cuenta otros criterios más sofisticados, tales como el estudio bioquímico de los parásitos mediante el
análisis secuencial del DNA del kinetoplasto o kDNA (Esquizodemos), perfiles de isoenzimas
(Zimodemos) y mediante la utilización de anticuerpos monoclonales (Serodemos), útiles en la
determinación de las diferentes especies del parásito.
Desde el punto de vista médico, se acepta que dentro de la leishmaniasis tegumentaria tendríamos:
un complejo braziliensis con especies de parásitos que producen cuadros cutáneos con tendencia a
invadir las mucosas y sin complejo mexicana caracterizado por una leishmaniasis, fundamentalmente de
piel con raro alcance mucoso. La leishmaniasis visceral o Kalazar Neo-tropical estaría producida por la
Leislimania (L) chagasi. Hasta ahora no hay evidencias suficientes para distinguirla de la L. infantum,
agente etiológico del Kalazar mediteraneo.
CICLO EVOLUTIVO DE Leishmania
1. Amastigotas en una célula del Sistema Fagocítico Mononuclear
2. Ruptura de la célula parasitada en el interior del tubo digestivo del vector.
3 y 4 Transformación de amastigota a promastigota.
5, 6 y 7 Multiplicación de la forma promastigota.
8 y 9 Promastigota.
10 Promastigota parasitando una célula del S.F.M.
11 Transformación a amastigota en el interior de la célula parasitada.
12 Multiplicación del amastigota en la célula parasitada.
13 Ruptura de la célula parasitada dejando en libertad a los amastigotas, que parasitan
otra célula (11).
En Venezuela, tenemos con seguridad la L. Chagasi causando casos de compromiso visceral y
leishmanias del complejo braziliensis (L. braziliensis) responsables por focos de leishmaniasis cutáneomucosa
y leishmaniasis del complejo mexicana, representadas por L. pifanoi asociada a la denominada
forma difusa anérgica de la enfermedad, una especie en los Andes venezolanos, la L. garnhami y otra
en el estado Lara, L. venezuelensis. Otros aislados de Leishmania sp dermotropas se encuentran en
estudio en centros de investigación del país para su caracterización específica.
3. MORFOLOGIA
Como ya hemos dicho, se presenta bajo dos formas fundamentales: una aflagelada denominada
amastigota, encontrada en los tejidos del hombre y de los animales susceptibles a la inoculación del
parásito y una forma flagelada o promastigota que se observa en el tubo digestivo del insecto vector y en
los medios artificiales de cultivo.
Los amastigotas son organismos intracelulares, apareciendo a la mieroscopía óptica dentro de las
células del sistema fagocítico mononuelear como organismos ovoides de pequeñas dimensiones: 2 a 4
μm por 1,5 a 2,5 μm. Se distinguen los siguientes elementos celulares: una membrana celular,
citoplasma con diferentes organelas, un núcleo y un kinetoplasto. El núcleo generalmente, se halla
adosado al margen de la célula o hacia uno de los polos. El kinetoplasto tiene forma baciliforme o de
bastoncito corto próximo al núcleo y a veces sumamente aplicado a éste.
En preparaciones bien teñidas (Romanovski y sus derivados, como el Giemsa) es posible ver un
filamento que se extiende del kinetoplasto a la periferia del cuerpo celular: es el rizonema, porción inicial
del axonema del flagelo. En Ias diversas preparaciones, biopsias, frotis, extendidos, pueden verse
ligeras variaciones de la apariencia general del parásito: redondeados, alargados, en forma de torpedo.
La forma flagelada o promastigota es fácil de estudiar en material de cultivo de laboratorio, son
organismos alargados de 15 a 25 μm por 1,5 a 3,5 μm de ancho, con una extremidad posterios afilada.
El citoplasma es abundante granular, con un núcleo redondeado u ovoide y un kinetoplasto ovoide o
baciliforme, situado entre el núcleo y la extremidad anterior.
4. BIOLOGIA
a. La reproducción de los promastigotas y amastigotas se hace por división binaria, produciéndose
una duplicación de todas las partes celulares (núcleo, kinetoplasto, cuerpo basal, axonema) para luego
ocurrir Ia separación de dos células hijas.
b. La fisiología de las leishmanias ha sido estudiada fundamentalmente en las formas que que
crecen en medios de cultivo, de los cuales el más conocido ha sido el NNN, aun cuando modernamente
se han venido desarrollando métodos más sofisticados. De esta manera, se han estudiado las
principales vías metabólicas del parásito, hecho muy importante en el estudio de su comportamiento, así
como en la búsqueda de nuevos medicamentos.
Finalmente podríamos decir que el parásito es capaz de excretar al medio que lo circunda
sustancias propias, metabolitos conocidos como exoantígenos que podrían jugar un rol importante en la
unión macrófago-parásito, en los mecanismos de escape del parásito dentro del macrófago, o en su
sobrevida fuera de la célula. Por su especificidad, últimamente estos antígenos han venido recibiendo
mucha importancia, no sólo por su probable participación en los procesos inmunitarios y patológicos que
se suceden en la parasitosis, sino por la utilidad que pueden prestar en el montaje de métodos
imnunológicos o enzimológicos para la caracterización de los diferentes aislados del parásito, en el
diagnóstico de la enfermedad y en la orientación de una terapéutica apropiada.
e. Ciclo evolutivo. Es bastante sencillo, por lo menos en sus aspectos más importante: las formas
amastigotas se encuentran en el interior de las células fagocíticas, dentro de las vacuolas fagocíticas o
fagolisosomas, donde cumplen, sus funciones vitales escapando a los mecanismos utilizados por esta
célula para la degradación de las estructuras que ingieren. La división binaria intensa lleva a la
distensión y ruptura de la célula parasitada, y los organismos pueden invadir elementos celulares
nuevos.
Esto ocurre a nivel de los tegumentos en las leishmaniasis superficiales y en órganos, profundos como
bazo, hígado y médula ósea (ricos en S.F.M.) en los casos de leishmainasis visceral. Cuando el insecto
vector toma su comida sanguínea de un hospedador infectado, retira las leishmanias de la sangre (forma
visceral) o de los líquidos tisulares (formas superficiales). En el tubo digestivo de los insectos las
leishmanias se van a multiplicar y transformar a nivel de la parte anterior de este órgano, llegando a
formar un cúmulo de formas alargadas, flageladas, plenando el intestino medio y la faringe de su
hospedador. Queda así un verdadero "tapón" de promastigotas, el cual es inoculado a un nuevo
hospedador en el momento de una segunda picadura.
Los promastigotas son fagocitados por elementos tisulares en la piel, transformándose en
amastigotas, que repiten el ciclo nuevamente a ese nivel si se trata de una leishmaniasis cutáneomucosa
o se dirigen, después de las primeras proliferaciones, hacia los órganos internos, como es el
caso del kalazar, colonizando el S.F.M. profundo.
S. PATOGENIA Y PATOLOGIA
El proceso patogénico va ser fundamentado en a) la destrucción celular provocada por la ruptura de los
nidos de amastigotas en presencia de una reacción celular inflamatoria muy intensa y b) en las
alteraciones producidas a nivel de los diferentes órganos, con gran ataque parasitario y consecuentes
alteraciones en su funcionamiento, aspecto de capital importancia en los casos de leishmaniasis
visceral.
En la leishmaniasis tegumentaria, la lesión inicial es una pápula o eritema papuloso muy rico en
parásitos, constituyéndose una reacción inflamatoria con predominio de histiocitos, linfocitos y
monocitos, existiendo gran proliferación de la capa epitelial. Estas lesiones pueden regresar
constituyendo casos "abortivos" o entonces hay una mayor manifestación ínflamatoria llevando a la
pérdida de tejido y la formación de úlcera. En las úlceras la dermis está muy infiltrada, y existe además
una acaiitosis exagerada que la invade. Los bordes de la lesión están muy bien delimitados,
hiperémicos y el fondo de la lesión es granuloso, recubierto por una capa de material necrótico de
apariencia muy limpia en las úlceras sin contaminación secundaria. Hay una infiltración basal de
polimorfornucleares neutrófilos y por debajo un acúmulo de linfocitos y plasmocitos que en algunos
tipos de lesiones, pueden llegar a formar verdaderos nódulos hístiocitarios.
Con la cronificación aparecen estructuras tuberculoides y en las úlceras antiguas proliferan los
fibroblastos. Los mecanismos inmunitarios tienden a frenar la infección, iníciándose un proceso de
regresión con tendencia cicatricial. Si esto es lo que sucede, queda una cicatriz retráctil, estrellada con
pérdida de la pigmentación.
En la variedad cutáneo-mucosa (complejo braziliensis) los parásitos, por mecanismos aún no bien
entendidos, invaden las mucosas, especialmente la región nasobucofaríngea. Estas lesiones,
diseminadas por vía hematógena aparecen de acuerdo a la región geográfica en un porcentaje alto o
bajo de los casos, habiendo reportado incluso, la presencia de leishmanias en la mucosa nasal
aparentemente sana de pacientes con leishmianíasis cutánea. Las lesiones mucosas se inician como
hiperemia circunscrita e induraciones nodulares en la mucosa nasal y bucal en la vecindad del tabique.
Estas lesiones ulceran rápidamente siendo muy destructivas y no raramente de proporciones
asombrosas. El proceso daña el cartílago septal, la mucosa del lado opuesto del septo se edematiza,
infiltra y ulcera, trayendo consigo una perforación del tabique nasal. Se destruye de esta manera la
estructura del órgano con caída del lóbulo, y las alteraciones de la piel que se espesa y se torna rígida,
da un aspecto algo característico, conocido con varios nombres tales como "nariz de tapir", "cara
guanacoide", etc.
Las lesiones pueden extenderse en ocasiones a los labios superior e inferior e invadir la rípiaringe y
el paladar, llegando hasta las paredes posterolaterales de la faringe. El daño morfologico xxxxxx a los
enfermos un aspecto desagradable, conduciendo a trastornos de la fonacion xxxxxxxx.
Además de la forma ulcerosa descrita, se pueden presentar otras lesiones: las formas verrugosas,
vegetantes y frambuesiformes, los aspectos ectimoldes, tuberculoides, etc. La invasión los ganglios da
lugar a una adenolinfangitis que se presenta como un cordón grueso tumefacto y que cuando ulcerado
confiere el aspecto esporotricoide. Se ha descrito además, una forma de leishmaniasis tegumentaria
caracterizada por lesiones difusas, generalizadas xxxxxxxxxxx, filtrativo, papular y nodular. Existe en la
piel una gran riqueza de parásitos, praxxxxxxxxxx, hay ataque a las mucosas. Los pacientes con esta
sintomatología no responden positxxxxxxx, cuando se aplica la prueba intradérmica con antígeno
parasitario. Además los amastigotas son aparentemente más grandes a la microscopía óptica. Dicha
entidad ha sido denominada leishmaniasis cutánea difusa (LCD), y en nuestro país se incrimina a la L.
pifanoi como su agente etiológico, siendo en Brasil L. amazonensis el parásito más comúnmente
asociado con LCD. Algunos autores consideran al cuadro como consecuencia de un estado
inmunológico especial del hospedador y no de un parásito diferente.
En cuanto a la leishmaniasís visceral, el proceso patógeno tiene el mismo fundamento: un
parasitismo intenso de los elementos celulares del S.F.M., localizados en las vísceras. El hospedador
responde entonces a una intensa proliferación celular y diferenciación linfoplasmática con
consecuencias importantes: aumento del volumen de los órganos ricos en células del S.F.M., tales
como bazo, hígado, y médula ósea y además de una producción aumentada de inmunoglobulinas y
formación de inmunocomplejos que se encuentran en el suero y los tejidos.
En el bazo, las células de revestimiento de los senos venosos y los cordones venosos aparecen
distendidos por numerosos parasitos, los folículos linfoides están comprimidos y de aspecto hipotroficos,
encontrándose dificultada la circulación capilar conduciendo a la congestión del órgano.
El hígado es congestivo, aumentado de volumen y se encuentra friable con las células de Kupffer
abarrotadas de parásitos, haciendo saliencia hacia los capilares sinusoides o aglomerándose en los
espacios porta. La médula ósea se encuentra infiltrada de macrófagos parasitados, que virtualmente
"substituyen" el tejido hematopoyético.
Igualmente, hay un comprometimiento de los ganglíos linfáticos y las placas de Peyer en el
intestino, donde puede llegarse a una infiltración grave con necrosis y formación de pequeñas úlceras en
la mucosa.
En virtud de las alteraciones en los órganos encargados de la hematopoyesis hemática, aparecen:
a) anemia, que en fases avanzadas de la enfermedad puede ser grave y para la cual se han invocado
varios mecanismos de explicación tales como insuficiencia medular, hiperesplenismo, procesos
hemolíticos. b) leucopenia, que puede ser muy acentuada con redacción predominante de
polimorfonucleares y e) trombocitopenia responsable en mucho de los trastornos hemorrágicos, lo cual
se ve agravado por el problema de hipoprotrombinemia por disfunción hepática.
Con la cronicidad, los autores describen una tendencia a la fibrosis del hígado y del bazo, la cual
puede conducir, en los casos avanzados, a problemas de hipertensión portal. También se han descrito
alteraciones renales del tipo de las glomerulopatías (síndrorrie nefrótico), con espesamiento de la
membrana basal y depósito de material a este nivel, lo cual ha llevado a investígar la participación de
complejos inmunológicos en el proceso patógeno. En varios órganos existe material de depósito de
aspecto hialino, PAS positivo, llamado amiloidosis secundaria del Kalazar.
En el suero hay un gran aumento de las globulinas, con inversión de la relación albúmino/giobxilina
responsable de la positividad de muchas pruebas que se usan en el diagnóstico de laboratorio.
Inmunológicamente hay una disfunción en la capacidad de responder por vía celular a los antígenos
del parásito, lo cual se traduce en una respuesta negativa a la aplicación de la Racción Intradérmica con
antígenos del parásito, conocida como Reacción de Montenegro, de mucha utilidad en el diagnóstico de
la leishmaniasis tegumentaria como veremos luego. Por ésto, el Kalazar y también la forma cutánea
difusa se incluyen en las llamadas leishmaniasis "anérgicas".
Para terminar, podríamos referir que en ambas leishmaniasis (tegumentaria y visceral) el
mecanismo exacto por el cual el sistema inmune elimina al parásito, aún no ha sido dilucidado. Los
estudios indican que la inmunidad mediadas por células participa en forma decisiva en el control de la
infección y que en la relación hospedador- parásito, hay que considerar no sólo las propiedades
intrínsecas del parásito, sino tambien las características genéticas de la célula hospedador y su
interacción con Ias otras células del sistema inmunológico. Modernamente se afirma que en las
leishmaniasis (tegumentaria y visceral) la respuesta inmunológica celular que conduce a la curación y/o
protección se cumple en base a la estimulación de linfocitos CD4+Th1 que producen interleukina 2 (IL-2)
e interferón-ganma (IFN-y). Estas citoquinas activan acrófagos con producción de óxido nítrico y
destrucción de los parásitos fagocitados. Si la respuesta celular se realiza a expensas de los linfocitos
CD4+Th2, productores de IL-4 e IL-10, no se induce la activación de los macrófagos lo cual conduce al
agravamiento de las lesiones. Por la función auxiliar de los linfocitos CD4+Th1 en la activación de los
linfocitos B, la respuesta humoral puede ser intensa pero poco relevante para la curación. En el caso del
Kalazar puede complicare el curso de la infección, ya que a la par de la producción de anticuerpos
específicos contra el parásito, coexisten altos niveles de inmunoglobulinas no específicas las cuales dan
Iugar al surgimiento de autoanticuerpos (factores reumatoides), y complejos inmunes circulantes,
sugiriendo la activación policlonal de los linfocitos B. Factores extrínsecos como la desnutrición u otras
condiciones que produzcan inmunosupresión en los pacientes infectados con Leishmaniasis chagasi, se
asocian con la aparición de la fase aguda del Kalazar, por lo que este parásito puede considerarse como
un oportunista.
6. SINTOMATOLOGIA.
a. Leishmaniasis cutáneo-mucosa o tegumentaria
En la leishmaniasis cutaneo-mucosa el período de lncubación es variable, alrededor de 2 a 3
meses, pero puede acortarse o extenderse hasta 1 año. Las lesiones iniciales son pápulo- vesículas,
pudiendo acompañarse de adenopatías satélites. Muchas veces pasan desapercibidas. La lesión
ulcerosa, exhibe caracteres típicos: ulceración crónica, no dolorosa de contornos muy regtilares, con
bordes levantados que parecen cortados a bisel. La lesión es poco exudativa y con fondo granuloso
limpio. Cuando sobreviene la infección secundaria, adquiere características purulentas con formación
de costra que al ser levantada, deja ver el fondo granuloso. Se localizan preferencialmente en la
regiones descubiertas del cuerpo, mas expuestas a la picadura del vector, viéndose con más frecuencia
en los miembros inferiores, miembros superiores y luego cabeza y tórax.
En cuanto al número de lesiones, al inicio es generalmente única (50% de los casos), pero en pocos
meses por probable diseminación linfo-hemática o exposición múltiple a la picadura del vector, aparecen
lesiones en difrrentes sitios, siendo frecuentes los casos con dos úlceras y algunas veces hasta más de
cuatro.
En cuanto a la lesión mucosa, al inicio la sintomatología es una coriza crónica, los pacientes se
quejan de obstrucción nasal y con el tiempo sobreviene dolor. La destrucción del septum lleva a la facie
típica descrita en la sección de Patología, con la piel telangectásica y endurecida.
En las fases que llegan a ser muy avanzadas, el rostro del paciente se encuentra mutilado, alterando
visiblemente la fisonomía del individuo. Pueden constatarse las perforaciones del tabique nasal y la
pérdida de tejido a nivel del paladar óseo. Las lesiones orofaríngeas, producen perturbaciones de la
foliación comprometiendo también la deglución. Se encuentra también muchas veces trastornos de
variada gravedad del psiquismo del paciente, ya que su aspecto en muchas oportunidades conduce a la
segregación social. Algunos síntomas de orden general que pueden acompañar el cuadro son, fiebre,
malestar general, prurito sobre todo en las fases iniciales y anemia moderada.
Casi todos los autores acostumbran a dar una sistematización de los pacientes con leishmaniasis
tegumentaria, según las formas de presentación clínica:
Formas cutánea: Las no ulceradas comprenden: la papular, inicial, la impetiginoide que se propaga
superficialmente, la nodular y la tuberosa o lupoide como más importante.
Las lesiones ulcerosas pueden ser: úlceras francas, vegetantes y ectimoides.
Formas mucosas. Formas infiltrativas iniciales, ulcerosas, vegetantes y úlcero-vegetantes.
Formas linfáticas. Linfingitis, adenolinfangitis y esporotricoides.
De todas maneras esta sistematización es más que todo didáctica y debe recordarse que un paciente
puede presentar lesiones de varios tipos al mismo tiempo.
b. Leishmaniasis vísceras o Kalazar
En cuanto al cuadro sintomatológico del kalazar o Leishmaniasis vísceras, podemos encontrar:
signos fundamentales y signos secundarios. Dentro de los signos fundamentales podemos señalar:
fiebre, anemia, hepatoesplenomegalia y enflaquecimiento o pérdida de peso. En los signos secundarios
podemos ver: trastornos hemorrágicos, además, alteraciones digestivas, pulmonares y adenopatías.
La fiebre es de tipo de síndrome febril prolongado y generalmente caracterizada por presentar dos
ganchos, térmicos diarios. El signo clínico más importante en su período de estado lo constituye la
esplenomegalia, aceptandose que un 100% de los pacientes tienen crecido el bazo a partir del 1er. Mes
la enfermedad y crece hasta alcanzar la cicatriz umbilical y luego la cresta iliaca; la superficie es lisa y
generalmente indolora. El grado de agrandamiento de los organos puede dar una idea de la duración y
la gravedad de la enfermedad, aunque en el período final tiende a disminuir de tamaño. La
hepatomegalia es también de frecuencia elevada, blanda, de superficie lisa e indolora con tendencia a
aumentar, de consistencia con la cronicidad. Es importante recordar que puede ser muy discreta en las
fases iniciales de la enfermedad. La anemia, traducida por palidéz de la piel y las mucosas es también
un signo muy importantes bastante constante. Pero, debido a las variadas causas de anemia existentes
en nuestro medio rural donde ocurre con mayor frecuencia el Kalazar, es necesario valorarla con
cuidado. La pérdida de peso y el enflaquecimiento es progresivo, surgiendo con el desarrollo de la
enfermedad, y agravándose hasta la caquexia y la muerte. El estado general de los pacientes también
se va comprometiendo paulatinamente. Aparentemente este deterioro aparece más temprano y
evolucíona más francamente en los niños.
En referencia a los síntomas secundarios podemos decir lo siguiente: la mayoría de los
investigadores, refieren la ocurrencia de neumonitis intersticial con signos clínicos de tos a veces
productiva, secreción nasal y estertores a la auscultación. Con relativa frecuencia aparecen problemas
respiratorios a consecuencia del tratamiento. Las alteraciones digestivas mas frecuentes son las
diarreas, pero pueden aparecer complicaciones graves con el avance de la enfermedad. Los trastornos
hemorragícos son de tipo petequial, gingivorragia y epistaxis, pero ellos aumentan con la gravedad del
caso, pudiendo llegar a sangramientos importantes como melenas y púrpuras graves. Los hipertrofia de
los ganglios linfáticos es generalmente moderada, son indoloros y conservan su movilidad.
Es necesario señalar la alta frecuencia de complicaciones infecciosas secundarias, explicables por
el estado deficitario de inmunosupresión que padece el paciente y que muchas veces constituyen la
causa de muerte.
7. DIAGNOSTICO DE LAS LEISHMANIASIS HUMANAS
a. Clínico-epidemiológico. Se deberá sospechar leishmaniasis superficial en casos con lesiones
activas tanto de piel como de mucosas, especialmente úlceras que no hayan cedido a la
terapéutica habitual, en individuos procedentes de zonas endémicas, como regiones boscosas
de elevada humedad atnmosférica, los cuales existen en las faldas de las cordilleras y regiones
montañosas de casi todas las unidades territoriales de país.
La leishmaniasis visceral, se deberá sospechar en todo paciente procedente del medio rural,
portador de un cuadro febril prolongado, acompañado de hepatoesplenomegalia, palidez y
enflaquecimiento progresivo. Aunque la enfermedad se encuentra muy diseminada en el país, existen
algunas regiones en las cuales se han presentado mayor número de casos: región fronteriza de
Carabobo, Cojedes, Guárico, entre Portuguesa, Lara y Trujillo y focos en Sucre y Zulia.
b. Diagnóstico de laboratorio
b.1. Demostración del parásito
b.1.1. Directo. En las leishmaniasis superficiales, el agente etiológico debe ser buscado en las
lesiones. Es bastante útil en lesiones recientes, cuando aun no existe ulceración y sin infeccción
secundaria. En las úlceras el material sera retirado preferiblemente de sus bordes. Con el material se
hace un frotis por aposición que se colorea con Giemsa. La búsqueda de parásitos en las lesiones es
más difícil, porque habitualmente son pobres en ellos, por lo que hay que realizar de 2 a 3 láminas para
aumentar la sensibilidad del método. Si se practica una biopsia, el tejído puede examinarse
histológicamente, lo cual va a permitir el estudio anatomopatológico. Recientemente han sido usadas
técnicas sofisticadas para detección de amastigotas "in situ", utilizando anticuerpos monoclonales para
evidenciar los amastigotas, mediante pruebas inmunocitoquímicas. Además, se ha utilizado la
amplificación del kDNA mediante la Reacción en Cadena de Polimerasa (PCR), no sólo para el
diagnóstico sino también con fines taxonómicos, caracterizando los parásitos en los tejidos.
En la forma visceral, la L. chagasi puede ser investigada en varios materiales: pulpa esplénica,
médula ósea, ganglios Iinfátícos, raspado de mucosa nasal, sangre y piel, en orden de sensibilidad,
demostrada esta secuencia por lo menos en el Kalazar de la región Neo-tropical.
El examen del material esplénico resulta positivo en un 95% de los casos y el de médula ósea en
hasta el 85%. Sin embargo, en el banano, sobre todo en casos avanzados se prefiere la punción ósea,
pues se trata de un método prácticamente inocuo y tolerado, mientras que la del bazo está sujeta a
accidentes hemorrágicos graves, a veces fatales.
b.1.2. Métodos indirectos. Tenemos en primer Iugar la utilización de cultivos, adecuados para el
crecimiento y multiplicación del parásito. Los más usados son: N.N.N. y L.I.T., que son bifásico y líquido
respectivamente. En la forma superficial tienen poco valor, ya que no es fácil obtener material en
condiciones de asepsia, además cuando no hay parásitos al examen directo, los cultivos difícilmente son
muy útiles en ciertos casos. En la forma visceral, los más usados son el cultivo de la médula ósea
(mielocultivo) y de la sangre (hemocultivo). Estos cultivos se revisan periódicamente por unas 6
semanas. Es interesante anotar que los autores difieren en cuanto a la sensibilidad del cultivo como
método diagnóstico, variando según la intensidad del parásito de acuerdo a las regiones.
La inoculación en animales sensibles, presenta mayor utilidad en la leishmaniasis visceral. El
animal utilizado es el hamster (género Cricetus). En el caso de las formas superficiales se prefiere la
inoculación cutánea, en el hocico, cola y planta de las patas. En la visceral, la vía intraperitoneal es la
utilizada. El método es demorado, pues la observación de los animales puede prolongarse por varios
meses, sobre todo en las leishmaniasis superficiales. Los materiales inoculados son: triturados de piel
en el caso de formas cutáneas (o mucosa enferma) y médula ósea en la leishmaniasis visceral.
Tanto los cultivos, como la inoculación en animales sensibles, carecen de verdadero valor práctico,
pues no pueden ser empleados como métodos de rutina.
b.2. Métodos inmunológicos.
b.2.1. Reacción intradérmica (RID). El método lnmunológico de valor en las leishmaniasis
superficiales es la reacción intradérmica, conocida como reacción de Montenegro. Se trata de una
reacción de hipersensibilidad tardía, haciéndose su lectura a las 48 o 72 horas. En nuestro
Departamento, se siguen los siguientes criterios de lectura:
La lectura se realiza en mm, iniciando tanto el área del eritema como el de la pápula. Para su
interpretación seguimos el siguiente criterio:
No reactivo: No aparición de pápula ni de eritema.
Reactivo: Dudoso: aparición de eritema sin pápula, o pápula comprendida entre 1 a 4 mm.
Positivo: pápula mayor de 5 mm. acompañada o no de eritema.
Positivo Fuerte: papula mayor de 10 mm. o reacción eritemo-papular acompañada de
vesiculación y/o necrosis.
Es una prueba de valor diagnóstico, muy útil en los casos no recientes de infección de las
leishmaniasis cutánea o cutáneo-mucosa, precisamente cuando el hallazgo de parásitos en las lesiones
no es fácil. Una RID positiva, en un paciente con lesión cutánea o mucosa activa y sospechosa de la
enfermedad, procedente de zona endémica es suficiente para considerar el caso como leishmaniasis y
proceder tratamiento específico. Pero, la reacción permanece positiva después de la curación clínica y
se cree que durante toda la vida del paciente, por eso su valor dismunuye en casos sin lesiones. Por
otro lado, se ha reportado un 10% de positividad de la RID en individuos de zonas endémicas sin
antecedentes de haber padecido la enfermedad, en cuyo caso estaría indicada una cuidadosa
evaluación del paciente.
b.2.2. Formol gelificación. En la leishmaniasis visceral existen pruebas inespecíficas que
tienen utilidad. Una de ellzis es la formolgelificación, que consiste en la opacificación y coagulación del
suero, cuando se le añade 1 a 2 gotas de formol comercial (40%). Se acepta que la inversión de la
relación albúmina/globulina y, según algunos autores la aparición de globulinas anómalas, sean las
causas de una reacción positiva. Se toma el tiempo hasta la aparición de opacificación y coagulación.
Sólo se da valor a las alteraciones ocurridas durante la primera hora, La prueba es inespecífica, pues
varias enfermedades pueden ocasionar las alteraciones proteicas en el suero. En lo que respecta a
Kalazar, difícilmente es negativa después de 3 meses de enfermeda y una reacción intensa antes de 10
minutos, es muy probable que sea por Kalazar.
Un criterio de valorizaclón:
- = negativa, suero no alterado
+ = dudosa, coagulación sin opacificación
++ = positiva, coagulación y opacificación discreta
+++ = positivo fuerte, cóagulación con opacificación acentuada no total.
b.2.3. Reacción de Fijación del Complemento (RFC). Esta reacción puede hacerse
con antígeno homólogo (L. chgasi de cultivo) o antígeno heterólogo de bacilos ácido-alcohol resístentes
(M. tuberculosis y M. butiricum), los cuales se han mostrado más útiles. Es altamente sensible (más del
90%) y en Kalazar se hace positiva a las 3 o 4 semanas de comenzada la infección. Por otro lado, tiene
valor como criterio de curación, ya que se hace negativa cuando la enfermedad cede. tiene como
inconveniente la inespecificidad, pudiendo ser positiva (cuando se usa antígeno heterólogo), en TBC,
Lepra, Chajas cronico y leishmaniasis tegumentaria a títulos bajos. Un problema de diagnóstico
diferencial se plantea con el Chagas agudo, cuyo cuadro clinico es parecido y puede presentar títulos
hasta 1:160
Otras técnicas conocidas en serología como la inmunofluorescencia indirecta, la inhibición de la
hemaglutinación, la contrainmunoelectroferesis y la ELISA, también son utilizadas en el diagnóstico.
b.3. Métodos auxiliares: Uno muy importante es la hamatología, apareciendo anemia, leucopenia
(muy importante), linfocitosis relativa, a veces absoluta, y trombocitopenia.
Otra técnica es la electroforesis, para el estudio de las proteínas séricas. En el Kalazar ocurre una
acentuada hiperganmaglobulimena con marcada hipoalbuminemia. Las alteraciones sericas tienden a
regresar con el tratamiento.
La reacción intradérmica, es negativa en casi todos los casos de Kalazar neotropical, lo cual
parece deberse al estado de inmunosupresión inducido por la parasitosis . Un aspecto interesante, es
que la reacción se torna positiva después de la cura terapéutica en un porcentaje alto de casos.
8. TRATAMIENTO
Las leishmaniasis fueron un grave problema médico hasta el descubrimiento de la acción benéfica
de los antimoniales en 1912. Antiguamente se usaba el Tártaro Emético, pero actualmente se utilizan
los antimoniales pentavalentes. Antibióticos corno la Anfotericina B, se usan para el tratamiento de las
formas mucosas severas que no respondan al tratainiento con atintimoniales.
El antimonial más usado es el antimoniato de N-metil-glucamina (Glucantime), que se utiliza por IM
o IV a razón de 50 mg/kg/día, en 2 series de 10 días cada una, con 10 días de descanso entre series.
Los casos rebeldes se tratan con diamidinas (Pentamidina). En Venezuela, investigadores de Ia
Universidad de los Andes (trujillo, 1987), han reportado beneficio utilizando la combinación de
Glucantime (25 mg/kg) + Sulfato de Aminosidina (10 mg/kg) en series, fundamentalmente en la forma
cutanea de la leishmaniasis.
En el Instituto de Biomedicina de Caracas (UCV-MSAS), actualmente se prueba en pacientes, la
aplicación sub-cutánea de un antígeno preparado con formas promastigotas muertas por calor de un
aislado de L. amazonensis en combinación con BCG. Resultados preliminares han mostrado buena
eficiencia terapeutica en algunos pacientes con formas cutáneas, mucosa y difusa de la enfermedad.
Por su facil aplicación, bajo riesgo y costo, este método inmunoterápeutico es esperanzador, por cuanto
substituiría la actual quimioterapia con drogas de alto costo y de reconocida toxicidad.
9. EPIDEMIOLOGIA, PROFILAXIA E IMPORTANCIA
DE LA LEISHMANIASIS CUTANEO-MUCOSA EN VENEZUEIA
Es una enfermedad metaxénica, cuyo vector es un díptero del género Lutzomyia, estando la dispersión
de la enfermedad estrechamente relacionada con la distribución delinsecto.
La leishmaniasis tegumentaria predomina en las zonas forestales, calidas, humedas, aun cuando hay
tipos que no estan en relación con los bosques, sino con microambientes (micro-climas) donde existen
nichos ecológicos propios de la parasitosis. Las mejores condiciones para su transmisión parecen ser
las siguen a las lluvias, por el desarrollo de gran números de Flebótomos. Tiene importancia la densidad
de los vectores, ya que la infección natural es pequeña. La raza, edad y sexo, no tienen importancia en
la mayor o menor incidencia de la Leishmaniasis tegumentaria, pero sí lo tiene la activiclad de los
individuos que los obliga a tener contacto con los bosques (Agricultores, constructores rurales,
cazadores, guerrilleros). En cuanto a la fuente de infección, tiene como reservorios importamtes
especies de mamiferos silvestres, especialmente roedores, pero se han encontrado infecciones
naturales en otros órdenes: marsupuales desdentados y primates, existiendo asociaciones hospedadorparásito-
vector como en el caso de Didelphis marsupialis (rabipelado), Leishmania braziliensis y
Lutzomyia youngi en los Andes venezolanos. Generalmente se acepta que el nombre no funciona bien
como fuente de infección, de tal manera que son antropozoonosis donde el hombre aparece como
hospedador accidental. Estudios llevados a cabo en nuestro Departamento de Parasitología revelan
datos epidemiológicos que incriminan a animales domésticos (equinos y perros), como probables
fuentes de infección por mantener una enzootia peridoméstica, con potencialidad de transmisión a las
poblaciones humanas susceptibles. La participación del hombre en este aspecto requiere ser me,jor
investigada.
El mecanismo de transmisión es mediante la inoculación de la forma infectante por un flebótomo.
Hasta ahora en el país, de entre una centena de especies descritas, 7 pudieran tener importancia en la
transmisión en las diferentes regiones y focos estudiados. Así por ejemplo, a nivel del pie del monte
andino, región centro-norte y oriental, los vectores L. youngi, L. Ovallesi y L. gomezi, se encuentran
asociadas con la transmisión de L. Braziliensis. En el foco de San Esteban, Estado Carabobo,
investigadores de. Nuestra Universidad (1988) verificaron la infección natural de L. Ovallesi, lo cual
también fue confirmado en Duaca, Estado Lara, por investigadores de la Universidad Centro Occldeiital
(1991).
La enfermedad tiene amplia distribución en Venezuela, estando las zonas endémicas situadas en
los valles del sistema montañoso de Ia costa, depresión de Yaracuy, zonas boscosas de Turén,
algunas regiones de los Llanos y los Andes. Existen focos a sur del Orinoco donde aún falta por
precisar los ciclos epidemiológicos existentes. Según datos del Departamento de Dermatología
Sanitaria del MSAS, se han registrado en Venezuela 31.201 casos de leishmaniasis tegumentaria entre
1965 y 1993, ocurriendo el 75% de los enfermos en los Edos. Táchira, Mérida, Trujillo, Lara, Miranda y
Sucre. Estos estados tienen en común la presencia de extensas zonas montañosas y boscosas, que
son hábitat apropiado para los insectos vectores. En el Edo. Carabobo, hay focos de transmisión en
poblaciones situadas en el piedemonte del sistema montañoso de la costa, como San Esteban,
Patanemo, Goaigoasa, Miquija, El Cambur (Dtto. Puerto Cabello), Trincheras (Dtto. Valencia), Morón,
Urama (Dtto. Mora) y Canoabo (Dtto. Bejuma). En el Edo. Carabobo se han registrado 1.051 casos y
en el Edo. Aragua 634 casos, para el periodo 1965-93.
En cuanto a la profilaxis, las medidas de control van dirigidas fundamentalmente a las áreas
endémicas en comunidades rurales, sin embargo ya han sido reportados focos en zonas periurbanas
de ciudades como Trujillo y Barquisimeto. El tratamiento de los enfermos como fuentes de infección no
se considera importante. Actualmente en el pais se están ensayando dos tipos de vacunación en
comunidades endémicas diferentes. Uno, utilizando un antígeno a base de formas promastigotas
muertas del parásito combinado con BCG, a cargo de investigadores del Instituto de Biomedicina
(UCV-MSAS). El otro en el Edo. Lara, a cargo de investigadores del IVIC y de la Universidad Centro
Occidental, con una vacuna preparada a partir de proteínas específicas de leishmanias incorporadas a
alúmina. El exterminio de los roedores no es práctico como medida de control. El control de los
vectores generalmente, no es aplicable porque son silvestres, pero en las zonas donde hay transmisión
domiciliaria, el uso del DDT u otro insecticida es muy útil. A nivel del hospedador susceptible, que por
razones de trabajo (constructores) o deporte (exploradores) tengan la necesidad de penetrar en áreas
endémicas o enzoóticas, el uso de repelentes varias veces al día y de mosquiteros de malla fina es lo
indicado.
10. EPIDEMIOLOGIA, PROFILAXIA E IMPORTANCIA
DEL KALAZAR EN VENEZUELA.
Existen varias formas epidemiológicas del Kalazar en el mundo. Así por ejemplo, en la India es
una antroponosis pura predominando en individuos entre 10 y 20 años. El ciclo será hombre enfermovetor-
hombre sano, teniendo importancia la presencia de leishmaniasis en la piel por el llamado
leishmaniode dérmico post-kalazar.
En el Nuevo Mundo es una antropozoonosis, teniendo como fuentes de infección el perro, el zorro
y el hombre. El perro es el reservorio más importante como riesgo humano, ya que en este animal el
parasito se encuentra en piel aún aparentemente sana y los vectores que se alimentan de perros, se
infectan en muy alta proporción. En Venezuela, trabajos realizados en nuestro Departamento, dejaron
demostrada la importancia del perro como reservorio. La transmisión es hecha en america por L.
longipalpis, el cual esta presente en los focos de la enfermedad en alta densidad y es capaz de de picar
al hombre, al zorro y al perro. Además, este flebótomo se ha encontrado infectado naturalmente, así
como puede adquirir la infección alimentándose de animales enfermos. Otro vector alterno es la L.
evansi. Los vectores del Kalazar predominan en zonas rurales de terrenos aluvionales, por debajo de
700 metros del nivel del mar.
En Venezuela la enfermedad fue descubierta en 1941, registrándose 21 casos hasta 1960. A partir
de las investigaciones realizadas en nuestro Departamento por el Dr J.W. Torrealba, se incrementa la
casuística en 174 casos mas, entre los años de 1961-69. Para 1970 se descubre una situación
epidémica en el Edo. Sucre, que ha hecho de este estado el productor de aproximadamente el 50% de
la casuística nacional acumulada, para 1991. El Kalazar se encuentra mas concentrado en ciertas
áreas geográficas o focos. Un Foco Central, que corresponde a los estados Guárico-Carabobo-
Cojedes-Aragua, un Foco Occidental entre los estados Portuguesa-Lara-Trujillo, y un Foco Oriental en
los estados Sucre y Anzoátegui. Para el período 1961-91se calculaba el número de casos registrados
por el Departamento de Dermatología Sanitaria, en 734. Cabe destacar que a pesar de su gravedad,
esta enfermedad adolece de un serio problema de sub-registro de casos, ocurriendo con frecuencia, que
se reporta mayor casuística en aquellas regiones donde hay investigadores que trabajan en el tópico.
Así, en el Edo. Carabobo, hemos registrado 16 casos entre 1988 y 1994, en nuestro Departamento de
Parasitología.
Si bien no poseemos aun registros tabulados para los años 1992-93, el Departamento de
Dermatología Sanitaria nos refiere una incidencia de unos 30 casos nuevos por año, a nivel nacional.
Aunque es una enfermedad focal de carácter rural, la migración hacia las ciudades con invasión de
áreas peri-urbanas con presencia del vector, puede condicionar la aparición de focos autóctonos, tal
como ha sucedido en Brasil. Entre nosostros hemos detectado un foco de transmisión con estas
características, en un barrio marginal de] área metropolitana de Valencia (barrio Los Magallanes, San
Diego), en 1988, detectándose 3 casos clínicos. Estudios serológicos demostraron una seroprevalencia
del 24% de la población. Los vectores frecuentes en la zona son L. longipalpis y L. evansi, habiéndose
encontrado 1 ejemplar de esta última especie, infectado con el parásito.
La raza y el sexo, no tienen ninguna influencia, mientras que la edad parece relacionarse mucho con
el tipo epidemiológico mediterráneo, predominando en menores de 15 años. La profesión, puede ser
importante si el individuo tiene que trabajar en zonas endémicas y por eso puede aparecer en los
hombres con mayor frecuencia. En el aspecto profílactico, se recomienda el tratamiento de los enfermos
y la eliminación de los perros positivos y sospechosos en el área endémica. A nivel del mecanismo de
transmisión y del hospedador susceptible, tenemos el uso de insecticidas residuales tipo DDT para el
combate de los flebótomos adultos, el uso de repelentes, mosquiteros de malla fina y alejar las viviendas
de la vegetación espesa.
11. ESTUDIO DE LOS INSECTOS VECTORES, GENERALIDADES Y BIOLOGIA
Los vectores de leismaniasis dipteros , de la Familia Psychodidae por ser muy pequeños con el
tórax arqueado y con cuerpo, las alas y las patas densamente pilosos. Se conocen con varios nombres
populares, tales como "tarayita", "palomilla", "angoleta". No son insectos familiares al habitante de las
ciudades. Las hembras son hematofagas, siendo necesaria la comida sanguínea para la maduración de
los huevos.
Comunmente la fecundación se hace antes de la comida sanguinea. La hembra elimina entre 40
a 70 huevos que son colocados en sitios húmedos, sombríos que contienen material organico. De los
huevos salen las larvas las cuales después de 4 mudas alcanzan el estadio pupal, pupa da lugar al
imago, que al nacer es poco activo pero luego vuela y copula. La duración total del ciclo esta entre 30-
85 días, dependiendo principalmente de factores ambientales como la temperatura y humedad relativa.
La actividad es crepuscular y post-crepuscular, pero en sitios sombreados y húmedos puede tener
actividad diurna. Los abrigos son sitios protegidos, húmedos; el vuelo es generalmente corto, con
períodos de reposos, en pequeños saltos, pero pueden cubrir distancias largas, en vuelo fijo direccional.
En nuestro clima abundan durante los meses calurosos y lluviosos. Algunas especies son fuertemente
atraidas por la luz, prefiriendo en las habitaciones los sitios de mayor iluminación. En cuanto a
preferencias alimentarias, los flebótomos vectores en el continente americano, son eclécticos.
Entre los aspectos mas importantes de su biología se puede mencionar que sufren una
metamorfosis completa y sus larvas se desarrollan en la tierra húmeda que contenga material orgánico
en descomposición. En VenezueIa se hsn incriminado varias especies de flebótomos como de los
vectores de leishmaniasis tegumentaria (ver sección de epidemiologia), en tanto que al L. Longipalpis se
le responsabiliza por la transmisión de la leismaniasis visceral o Kalazar.
Caracterización. Son insectos muy pequeños, generalmente miden 1,5 a 3 mm. de largo,
coloración general gris amarillenta, con ojos muy oscuros que destacan sobre la cabeza. El torax es
"jorobado" y las alas, que son lanceoladas no se pliegan sobre el abdomen cuando el flebótomo está en
reposo, sino que se mantienen hacia arriba, atrás y algo afuera, semejando mariposas muy pequeñas.
El cuerpo, las patas y alas estan densamente cubiertos de pelos, de manera que la venación alar queda
casi oculta.
Tórax. Al igual que todos los dípteros, el mesotórax es el segmento más desarrollado. El mesonoto
es fuertemente convexo y el escutelo bien desarrollado. Las alas son típicamente lanceoladas. En los
ejemplares montados en láminas, es posible observar claramente las nervaduras ya que los pelos que
las recubren se han desprendido. Los haltares son de forma de cachiporras y las patas Iargas y
delicadas.
Abdomen. Es relativamente largo y tubular. Los últimos segmentos están adaptados para la copula
y es posible reconocer la hembra por la presencia de un par de lóbulos cortos que, seproyectan desde el
extremo caudal, son los cerci. A nivel de los últimos segmentos, se puede ver por transparencia un par
de estructuras, las espermatecas que actúan como depósitos de los espermatozoides. Son muy
importantes el punto de vista taxonómico. Por ejemplo, en L panamensis las lespermatecas tienen
numerosos segmentos imbricados, continuándose cada una de ellas con un conducto individual rugoso
que desemboca en un conducto común; este último es el que se abre en la vagina. El aparato copulador
del macho o terminalia masculina, está formado por estructuras diseñadas para atrapar a la hembra
durante la cópula. Consta de 3 pares de apéndices: las gonapófisis superiores, medias e inferiores. La
superior comprende un segmento basal o basistilo y otro distal o dististilo, unidos por una articulación.
Cada uno de los segmentos puede tener cerdas o espinas caracteristicas. La morfología de las
espículas copulatorias y del gubeenaculo son útiles en la taxonomía.
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