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La Ciudades De La Edad Media


Enviado por   •  16 de Marzo de 2014  •  1.984 Palabras (8 Páginas)  •  389 Visitas

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En Las ciudades de la Edad Media Pirenne analiza el progreso urbano utilizando como marco de referencia la evolución del comercio. Pirenne consideraba que los hechos económicos tenían relación con sus causas y consecuencias que se dan en contextos sociales y cambios de era o paradigma son en realidad largos procesos de evolución y cambios profundos que alteran el modus vivendi1 establecido por otro ni mejor ni peor, únicamente diferentes.

Además de que Pirenne supo argumentar con inteligencia su tesis inicial que tenia sobre que la Edad Media no comenzó tras la caída del Imperio Romano de Occidente, sino que dio inicio con la irrupción del Islam y Mahoma en oriente y Carlomagno y el Sacro Imperio en occidente. Estos dos acontecimientos, según Pirenne, fueron los que verdaderamente dieron comienzo al período medieval con esta tesis paso a la historia y actualmente se le conoce como “La tesis de Pirenne”2; Para defender su tesis utilizó argumentos de todo tipo, económicos (en el sentido del comercio marítimo y su decadencia tras la invasión musulmana) que como ya se había mencionado tenían sus causas y consecuencias, sociales (comerciante, burguesía y nobleza),culturales (el importante papel de difusor cultural y artístico que la ciudad juega) adelantándose a su tiempo y a la denominada escuela de Annales de la cual recibió mucha influencia como se explico en su biografía en la parte inicial de este documento.

Y uno de los mayores y más potentes argumentos que utilizó Pirenne fue la conservación del comercio marítimo a lo largo del Mediterráneo con el eje en Roma durante los siglos posteriores a la caída del Imperio Romano de Occidente. Este comercio se mantuvo en auge, como lo demuestra por ejemplo la importancia del puerto de Marsella y la de la propia Roma, en contraste con los siglos posteriores, donde estas dos ciudades pierden su hegemonía comercial para ser sustituidas por otras como Venecia, en estrecha relación con Bizancio o Génova y Pisa, que mantuvieron fuertes contactos con el oriente islámico. Por lo que se llega a la conclusión de que el cierre del Mediterráneo, por tanto, da por finalizado el mundo antiguo e inaugura el mundo medieval.

Y esta tesis se ve reflejada en cada uno de los ocho capítulos de (que describiré a continuación) Las Ciudades de la Edad Media donde Pirenne intenta demostrar una vez más su idea de la mano del comercio (ya mencionado) y añadiendo un nuevo componente, la ciudad. Esta situación se quebraría con la invasión musulmana del siglo VII que destruiría el concepto del Mediterráneo como mar abierto para el comercio y daría lugar para Pirenne al comienzo de la Edad Media al convertir a la Europa marítima en una cerrada Europa continental que vio notablemente reducida sus riquezas y favoreció la aparición de feudos en el continente. La parte final del libro se centra especialmente en el análisis del proceso formador de las ciudades y en la gran influencia que éstas tuvieron en la parte final de la Edad Media.

Para la cultura popular las ciudades en la Edad Media eran meras aglomeraciones de cabañas, pero la obra de Pirenne nos abre los ojos a la evidencia y nos muestra un horizonte dinámico, espoleado por un polo atlántico por un lado y un polo italiano por otro donde los dos polos recibieron la influencia y la fuerza necesaria para crecer del mismo punto, del comercio con Constantinopla, pero esta vez a través de nuevos circuitos comerciales, el flamenco a través del Rus que mantenía estrechos contactos con el Imperio Bizantino y el italiano con Venecia, colonia bizantina hasta bien entrada la edad media y. Estos nuevos circuitos comerciales comenzaron a establecerse tras la consolidación del mundo islámico y de una forma completamente continental en contraste con el mundo mediterráneo anterior por lo cual Pirenne tiene evidencia de sobra sobre el comienzo de la edad media.

En cuanto al contenido de los ocho capítulos del libro, Las ciudades en la Edad Media comienza con el capítulo uno dedicado a la situación del comercio en el Mediterráneo hasta el siglo VII; donde da una explicación detallada sobre el comercio en el mediterráneo y el oriente y occidente europeos en especial de Constantinopla donde por ejemplo se da la reforma monetaria basada en el solidus4 de oro y que fue utilizado universalmente como instrumento de transacciones y expresión de los precios, además de los triens5 y el denariums6 que son puramente extraídos del romano-bizantino.

Donde también el Mediterráneo había sido un lago romano y que con la llegada del islam se transforma en su mayor parte en un lago musulmán por lo que desde ese momento se separan en lugar de unirse el oriente y occidente europeos donde se rompe el vínculo que aun unía el imperio bizantino con los reinos germánicos del oeste dando que el orden mundial pudo sobrevivir a las invasiones germánicas pero no pudo hacerlo a la del islam. Este capitulo apoya a la tesis explicando el porque la edad media empieza tras la aparición y consolidación del Imperio Islámico en el Mediterráneo

En el segundo capitulo se explica la decadencia comercial que ocurre en la Europa medieval hasta el siglo IX y que Pirenne achaca a la invasión musulmana y la repercusión que esta tuvo sobre el comercio marítimo en el Mediterráneo.

Estos capítulos apoyan a la tesis explicando el porque la edad media empieza tras la aparición y consolidación del Imperio Islámico en el Mediterráneo y sobre la brecha en el comercio que en su mayoría se ve reflejada una influencia del comercio en Constantinopla.

El tercer capítulo de la obra aborda la situación de las ciudades y los burgos en la época carolingia, que Pirenne califica como una época de recesión económica pese a la brillantez que pudiera poseer en otros campos. Pirenne finaliza el tercer capítulo señalando su conclusión clara sobre la existencia de verdaderas ciudades en este marco histórico:

“Se puede, pues, concluir, sin temor a equivocarse, que el periodo que comienza con la Época Carolingia no conoció ciudades en el sentido social, económico y jurídico de este termino las cites y los burgos no fueron sino plazas fuerte y centros administrativos. Sus habitantes no poseían derechos especiales ni

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