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La Columna De Hierro El Abogado


Enviado por   •  9 de Febrero de 2014  •  6.809 Palabras (28 Páginas)  •  333 Visitas

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Se encuentra con su amada Livia, sin embargo ella está demasiado angustiada por la posible llegada de Silo y solo la escucha decir que no encontrará un sitio para esconder a su hijo y que Silo se divorciará de ella y se lo quitará. La abraza y sufre por verla en tan tristes condiciones, después ella se va corriendo y el se queda desesperado y sintiéndose culpable.

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Asiste a una comida con Scaevola, Marco está distraído y ausente, mientras su maestro decide que es una mujer quién lo tiene así. Cuenta a sus alumnos como Marco defendió a un hombre considerado loco por haber escrito un libro donde atacaba y reprobaba los cambios en Roma, la democracia, la corrupción y los malos manejos. Haciendo que el Magistrado llorara y castigara a sus hijos por tan mala fe en contra de su padre. Explica que el hombre murió y le ha dejado a Marco cien mil sestercios de oro, pero el asunto no le causa emoción, el solo quiere vengarse de los que han hecho daño a Livia.

Cuando se quedan solos, le dice que acecinaron a Cinna y que Carbo ha quedado en su lugar y que tiene miedo de que lo mate por su relación con Sila. Le dice que quiere que sea su sucesor. Le cuenta que Pompeyo amigo de Julio Cesar lleva un anillo como el del que lo atacó y sospecha de que es de una sociedad secreta y Julio Cesar también. Marco le dice que no es capaz de hacerle daño, él le dice que más bien es él quién lo ha defendido, pero que sea precavido y que Catilino quiere hacerle daño. Marco termina estallando por haberle perdonado la vida y le cuenta lo de Livia y lo culpable que se siente. Marco se va y Scaevola se va a dormir, ve a los que vienen a matarlo y sin poner resistencia el muere acecinado, dignamente como Romano que era. Mientras ellos gritan Viva Carbo.

Cuando Marco se entera no puede creerlo, el hijo de su maestro le dice lo que gritaron, el hijo le dice que le ha dejado cincuenta mil sestercios de oro, su sillón, todos sus libros de leyes y a Sirio el esclavo. Deciden que vengarán su muerte y decide que los culpables no son solo los tres asesinos si no el pueblo de Roma un pueblo corrompido y perverso. Que la mejor venganza será no olvidarlo.

Carbo y Julio Cesar discuten por Marco ya que Carbo quiere matarlo, pero Julio lo defiende diciendo que es un simple abogado que heredó. Pero Carbo insiste que es peligroso y Julio le dice que lo conoce y que es inofensivo y que si lo matan lo vengará. Carbo se siente amenazado y Julio Cesar pide no hacer una carnicería.

Julio Cesar lo distrae hablándole de Sila, quién está luchando para llegar y apoderarse de roma, hablan de una lista en la que ellos dos están y concluyen que acabarán con él antes de que llegue a Roma.

Silio se acerca peligrosamente a roma, los padres de Marco están preocupados por saber donde está Quinto su hijo, y por Marco, pero él les tranquiliza diciendo que seguro su hermano está bien y que él es un simple abogado. Sin embargo en el fondo se siente agobiado por su hermano, porque la familia de su madre luchaba contra Sila, por Livia pensándola muerta y por la muerte de su maestro. Tiene un sueño donde le dicen que caerá Roma pero su recuerdo sobrevivirá.

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En Roma reinaba el caos, y se dividían entre los que confiaban el Carbo y los que pensaban que Sila sería un libertador, corrían rumores de uno y otro. Carbo sale a luchar contra Sila. Marco seguía con las Leyes y llegó a pensar que sería bueno que Sila ganara y que acabaría con los Holgazanes. Roma era un desorden, cuando la noticia del triunfo de Sila llegó, los partidarios de Carbo cambiaron su posición reconociendo virtudes de Sila y sus seguidores gritaban triunfantes.

Julio Cesar se esconde con su esposa y les llega la noticia de que Pompeyo se cambió al bando de Sila y personalmente Mató a Carbo. Ella llora a su padre y Julio Cesar le tranquiliza diciéndole que pedirá rezos cuando todo se calme, pero solo es fiel a su ambición Los senadores huyeron de Roma.

Julio Cesar y Marco tienen un encuentro donde mutuamente expresan preocupación el uno por el otro, Marco le expresa que es un gran riesgo estar ahí, y la gente parece darse cuenta, pero Julio no teme y disfruta el riesgo. Le dice a Marco que sabe que no va a traicionarlo y él le confirma que no lo haría. Lo apura a irse, pero le pregunta por su hermano Quinto y este le dice que está vivo. Se despiden Marco piensa en el doble carácter de Julio Cesar y sabe que si lo traicionara igual lo mataría. Recordando las palabras de su mentor sobre la estatua de serpiente en su casa.

Sila llega a Roma decidido a Restablecer la República y es vitoreado por la muchedumbre, pero no les cree, y dice a su gente que igual pedirían su cabeza si hubiera sido derrotado. Al entrar en roma bajo una tormenta un rayo cae sobre el Templo de Júpiter incendiándolo y la muchedumbre guarda silencio asustada. Sila siendo supersticioso y piensa en dos razones del incendio, decidiendo que era el mismo Júpiter guiando sus pasos.

Pompeyo, quién siempre fue partidario de Sila a escondidas, durante mucho tiempo le sirvió como espía y le enviaba información sobre los asuntos, convencido de que Sila regresaría a adueñarse de Roma. Recuerda a Julio Cesar quién encabeza la lista de los que morirán, recuerda que le prometió que no le pasaría nada y piensa en que también sabe muchas cosas sobre él.

Catilina también entra con ellos en Roma, siendo un conspirador desde el inicio, salió dejando todo en Roma para esconderse. Feliz de que Sila acabará con la plebe de Roma. Sintió su anillo de serpiente. Sabiendo que solo era el inicio y ahora se ve en regreso triunfante

Muere la república y solo quedan fantasmas para decir: Sic Transit Roma!.

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Marco Tulio no había conocido un Terror como el que azotaba a Roma, Silo había colgado en el Senado la lista con los 5000 Proscritos que morirían, sin embargo mató despiadadamente a muchísimos más. Declarándose Dictador Supremo, dijo que todos esos crímenes eran para restaurar la república en Roma. Conociendo la Dictadura por primera vez. Hasta la muchedumbre temía y se preguntaba qué era lo que estaba pasando, con funerales por todos lados.

Tulio ya muy grande y enfermo para ir más allá de su casa pregunta a Marco que es lo que pasa en Roma, pero ni él ni su madre se atreven a decirle la verdad, mientras él cree que Silo está restaurando la República. Tampoco le dicen que asesinó a Linio el primo de Helvia. Y cuando pregunta por él Marco le dice que está de viaje. También pregunta por Quinto y Marco le dice que las cartas se pierden y que de seguro volverá pronto.

Helvia confiesa a su hijo la pena de tantas atrocidades ocurridas, llora por Quinto, por su primo muerto injustamente y Marco le habla de sus propios pesares, piensa en Livia, en que es un abogado y que por ahora Catilina no lo recuerda. Ella trata de consolarlo diciéndole que Palas Atenea lo protege.

A pesar de todo Marco tenía muchos clientes, pero no amigos, nadie confiaba ni en sus hijos, mientras Sila declara que restableció la paz y que cobrará impuestos para rellenar sus arcas. Por lo que todo el que puede saca su dinero de Roma y quién no busca esconderlo Quién tiene más dinero huye a otros lugares. Y la misma Helvia quiere irse, pero Marco le hace ver que su padre descubriría la verdad.

Marco recuerda que su mentor le dijo que mientras los Tiranos no intervinieran en los Colegiados Pontífices Roma no estaría perdida… Pero silo se declaró Jefe de ellos diciendo que seguía las órdenes del Olimpo, nombró a comerciantes y amigos parte del senado y ahora eran seiscientos. Aun hombres que no lo apoyaron eran parte, buscando verse favorecido. Termina con la Constitución, impone que todo lo que dicte la Asamblea Pública tenga que ser aprobado por el senado, cosa que inquietó a la gente Totalmente Inconstitucional.

Marco se decía que él era abogado y siguió defendiendo las leyes a pesar de que por ahora no estaba nada claro cómo serían las cosas, en las defendería aun que fuera pensando en un futuro distinto.

Silo quería ser aclamado por haber reinstaurada la república, según él, pero obviamente el pueblo estaba desconcertado y asustado, así que sintiéndose magnánimo, regaló grandes cantidades de alimentos, dispuso festivales y juegos de circo, para el pueblo. Aun que no le funcionó del todo, ya que todos tenían muy presentes los horrores cometidos.

Marco trabajaba en el despacho de su mentor, y creó un grupo de estudiantes, con la finalidad de seguir su ejemplo, con los cuales era muy paciente y cariñoso. Siempre les decía que había que cuidar de las leyes, aun que ellos le decían que ahora solo eran las leyes de Sila. El argumentaba que las leyes de Dios siempre serían las mismas.

Un día se presentan los soldados y el centurión le informa a Marco que Silo lo invita a comer, este se indigna y primero se niega argumentando que tiene un caso, el centurión objeta que son sus órdenes y pensándolo mejor decide ir en la litera, primero a presentar su caso, viéndose favorecido por la compañía . Toman vino y le pregunta por que el Honor y el centurión le dice que Sila era gran amigo de su maestro, así que sale con su elegante capa y asiste ante el Magistrado, quién efectivamente se siente atemorizado y termina dándole la razón y sellando el papiro.

Marco es recibido por Silo, y después de mirarse uno a otro, Silo le hace saber que fue gran amigo de Scaevola y que le sirvió grandemente. Le dijo que su abuelo fue su capitán y que era un gran hombre. Marco dice desconocer a fondo su amistad con su mentor, y comenta que su hermano sirve a la Galia y que están preocupados por él. Silo lo adula diciéndole que es tan valiente como su abuelo y le presenta al otro invitado a su mesa, lo cual sorprende a Marco al ver llegar a julio Cesar.

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Julio Cesar le saluda afectuoso y por un momento intercambian un juego de palabras mientras Marco se pregunta qué es lo que Julio Cesar hace ahí, cuando todos sus discursos y sus ideas siempre se mostraron en contra de Sila. Sila continúa tomando en cuenta lo Honrado de la actitud de Marco diciendo que le gusta el que no cambia sus ideas según las circunstancias y que se parece a su abuelo. Igual hace notar que Julio Cesar navega por conveniencia y que le servirá por qué piensa tener el poder por mucho tiempo.

Les sirven suntuosa comida, mientras Julio Cesar entretiene a Silo con sus bromas y Marco come en silencio, tratando de entender por qué lo llevaron ahí. Julio habla de la reconstrucción del templo, que tanto atemorizó a la gente a su entrada a Roma. Marco se sorprende de que Silo brinde por el Dios desconocido. En esos momentos se presenta Pompeyo.

Pompeyo habla del hombre al que Marco defendió brillantemente y le evitó pagar los impuestos, y le dice que debe estar contento de que se restablecieran las leyes. Marco , y se enredan en una discusión donde Pompeyo pica a Marco para que se enoje, hasta que logra que este hable y se dedica a defender que no hay leyes cuando los tiranos solo buscan satisfacer los placeres, cuando se imparte el temor en vez de la justicia.

Marco piensa que Sila se sentirá ofendido y por el contrario está satisfecho y les dice que Marco es el hombre que está buscando, alguien que Ame a roma tanto como a sus leyes. Pero Marco le reclama la muerte de Llino diciéndole que era un buen hombre respetuoso de las leyes y que no se metía en política. Silo sorprendido pregunta si estaba en la lista y porque lo mataron. Pompeyo aclara que seguro alguien lo denunció y algún soldado le dio muerte. Marco agrega que es el colmo que se mate sin saber quién muere y Silo termina diciendo que Marco tiene razón de estar indignado y ordena que les regresen sus bienes. Lo cual Marco agradece diciendo que tiene esposa y varios hijos.

Vuelven a discutir sobre las leyes y Marco se aferra a defenderlas, pregunta directamente para que lo llamaron y Sila le explica que quiere que Julio Cesar se divorcie de Cornelia. Marco primero no entiende que desea Julio Cesar, hasta que descubre que quiere que Silo lo admire por mantenerse en lo que desea. Marco aclara que en las leyes de Dios no puede divorciarse por qué no está loca, ni ha cometido adulterio, por lo que no puede divorciarse de ella.

Silo reclama que Marco apoye que Julio Cesar lo desobedezca, y que ponga las leyes de Dios por encima de sus deseos. Pero Este le aclara que las leyes de Dios deben estar por encima de caprichos, y termina convenciendo a Sila, quién se da por satisfecho al ver la integridad de Marco.

De pronto Sila le revela que Quinto su hermano está bajo su techo, a lo cual Marco reacciona con mucha alegría, misma que cambia ante el silencio y que no ve entrar a su hermano. Se pone furioso y comienza a reclamar pensando que han matado a su hermano o algo peor. Poco a poco le explican que sirvió con su ejército uniéndose a Sila, quién lo considera honorable y después le explica que está grave. Marco se enoja con Julio Cesar por no decirle antes, pero Silo le explica que no hubo comunicación por miedo a que destruyeran a su familia, ya que en ese momento Silo era un Exiliado. Y que ahora Quinto es atendido por sus médicos.

Le pide a Marco que comprenda que el tenía que recuperar la paz en Roma aun sabiendo que por ese motivo Marco no lo aprueba, que sabe que esto no durará por mucho tiempo, pero que al menos ha retrasado la ruina de su patria. Marco se siente confundido, ya que el discurso va con sus ideas, pero prevalece en su mente que Silo es un asesino despiadado. A pesar de que le dice que aun es joven y que con el tiempo lo comprenderá.

Otra noticia que toma por sorpresa a marco es que Catilina, fue quién salvó a su hermano en la batalla y siente confusión, ya que ahora es quién le quitó el alma a su amada y quién salvó la vida de Quinto. Además Silo le dice que por ello debe estar agradecido. Se presenta una bella mujer la señora Aurelia, quién pregunta por Catilina y Marco comprende que esta por ahí. Julio lo lleva a ver a Quinto, donde los recibe el médico Antonio los recibe y pide calma para su paciente. Marco le agradece profundamente por sus cuidados.

Sabía que Quinto estaba mal, pero nunca creyó verlo así tan débil, tomo su mano y en un momento Quinto abrió los ojos y por un segundo le reconoció para perder nuevamente el sentido. El médico se puso feliz, diciendo que ahora estaba seguro de su recuperación, y que en algunos días se los entregaría curado. Unos soldados hacían guardia y al hablar con ellos le expresaron que cuidaba y amaban a Quinto como un hermano. El los bendijo y les agradeció su cariño.

Regresaron con Silo y Marco le dijo su temor por Catilina, pero Silo reiteró que le salvó la vida y que se tienen cariño de soldados. Marco se despide acompañado por Julio Cesar quién manda saludos a Helvia. A lo lejos ve a Catilina con Aurelia besándose.

Sila y Pompeyo comentan lo bueno que es Marco. Sila cuestiona a Julio Cesar que como se consiguió ese amigo, y comenta que si Roma tuviera más hombres de esa clase! Y Pompeyo concluye que para el era solo un Abogado y que ahora le simpatiza.

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Marco dio la noticia a Helvia quién se lleno de alegría y dijo ahora estar agradecida con Sila y Catilina, a su padre le dijeron que un amigo trajo noticias de Quinto, que estaba bien y pronto vendría, esto causó gran alegría en el viejo, quién no paraba de hablar y comportarse extraño.Tulio preguntó a Marco que fue de sus largas conversaciones y este desvió el tema escudándose en tener mucho trabajo.

Un estudiante de Marco le informa que una bella mujer fue por lo de un testamento, este no le dio importancia pero su discípulo insistió y conforme le describió los detalles, Marco cayó en la cuenta de que se trataba de Livia. Comenzó a pensar en lo hermosa que era y lo mucho que había sufrido al lado de Catilina, quién había derrochado su fortuna y la de ella.

De pronto se dio cuenta de que si Catilina se divorciaba de Livia, tendría que devolver la dote recibida y que por los rumores había corrido la idea de que Livia estaba loca. Solo que si no tenía el dinero para devolver la dote, Aurelia se enteraría de ello y no querría casarse con él. Catilina tenía sus dos compañeros de juego y de parranda, tan siniestros como él. Eran Pisón quién era jugador y tenía muchos vicios y Curio quién perdió su posición en el senado, Los tres muy mal vistos por

También pensó que si ellos se divorciaban, el tendría la oportunidad de casarse con ella y esa sola idea lo hizo primero ponerse a soñar con tenerla en sus brazos y después a reflexionar lo triste que era su vida, dedicado únicamente a sus deberes y olvidándose realmente de vivir. Creyó haberla olvidado a ella y en realidad eso nunca pasó.

Con singular alegría pensó en varias opciones, volvió a pedirle a su pasante que le contara de la mujer misteriosa, y luego decidido le envió una carta a la amiga de su madre Aurelia a quién directamente le explica la visita de Livia y le pide le diga cómo está las cosas. La respuesta tarda horas en llegar, pero cuando llega Aurelia cariñosa le dice que Livia no está en Roma y que se ha comportado extraña y necesita descanso en el campo.

Esta noticia le pega muy fuerte y la nueva alegría se desvanece en el aire. Cae en una decepción acerca de su vida y todo le parece gris y obscuro, antes de este día tenía esperanzas de recuperarla, pero después de darse cuenta de su situación se siente desolado y perdido, sale en una litera pero corre las cortinas por que no tiene deseos de contemplar la ciudad, ni de leer libros, o defender juicios.

Fue a ver a Quinto y lo encuentra mejorado, rodeado de amigos, jugando y bebiendo como chiquillos. Ellos lo miran como un señor, lo invitan a reunirse con ellos y no acepta, se va a sus aposentos y llega Helvia quién entiende que su hijo no está bien y le dice que debe haberle ocurrido algo muy malo, pero que se recuperará, él se queda solo con su desesperación. Y avienta los ensayos que había escrito.

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Pasados unos días Julio Cesar y Catilina se presentaron en casa de Marco, quién recibió a Julio Cesar con el abrazo cariñoso y a Catilina le extiende la mano y terminan por no estrecharlas. Después de comentar cosas sin importancia, Julio Cesar le dice que vienen a preguntarle si Livia lo visitó para hacer un testamento, que han visitado a diez abogados antes que a él.

En las explicaciones las cosas van subiendo de tono hasta que Julio Cesar le aclara que Livia está muerta, que envenenó a su hijo y después ella misma tomó el veneno, que no fue suficiente, así que terminó suicidándose con una daga. Marco queda perdido por el dolor, pero poco a poco se llena de ira y termina acusando a Catilina por haber acecinado a Livia, reconoce que la vio y que ella temía por su vida y la de su hijo, ataca directamente a Catilina acusándolo del asesinato, diciendo que él será el abogado de Livia y demostrará que Catilina fue quién la mató, por querer divorciarse de ella y al no tener como devolver el dote, le fue más sencillo deshacerse de ella.

Le pide a Julio Cesar que lo apoye, pero este le dice que Catilina estaba en su casa Con Sila y otros amigos, le pide que sea razonable y que no lance una acusación sin tener pruebas por que puede lamentarlo. En varias ocasiones Catilina trata de sacar su espada y Julio Cesar se lo impide explicando que Marco tenía un amor Platónico por Livia y que se conocieron desde niños.

Catilina dice que Livia estaba loca y que todo el mundo lo sabe, Marco da su palabra como abogado de Roma y dice que él atestiguará que ella no lo estaba, a lo que Julio Cesar le argumenta que los médicos que la trataban ya declararon que lo estaba. Que ya se declaró que ella y su hijo comieron alimentos descompuestos y esa fue la causa de su muerte.

Nada de lo que decían podía calmar la ira y el odio que Marco sentía y acaloradamente declaró estar decidido a impedir que el crimen de Catilina quedara sin castigo. Solo que Julio Cesar tratando de calmarlo le dijo que él había estado en su casa desde temprana hora, cuando llegaron a darle la noticia.

Ante su frustración les lanza una referencia de los libros Judíos que dice que el que vive por la espada, por la espada morirá. Y les dice que tuvo desde niño el presentimiento de que Livia moriría de esa forma. Como Romanos supersticiosos los dos retrocedieron ante las palabras de Marco quién sentenció que así mismo ellos dos habrían de morir de la misma forma que Livia bañados en su propia sangre. Ambos hicieron señales de protección contra el mal de ojo y se marcharon escuchando las carcajadas de Marco.

Esa noche como un Juez frente a sus padres y su hermano contó lo sucedido a Livia y pidió disculpas a su hermano diciéndole que el era lo que más amaba, pero que desearía que Catilina no le hubiera salvado la vida. Después a solas en su cama recordó las palabras de Scaevola diciéndole que no matara a Catilina, que era mejor destruirlo, destruyendo lo que él más amaba. Y así se lo Juró a si mismo.

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Noë llegó a visitar a Marco a la Isla. Y paseaba por ella pensando en la belleza comparada con la ciudad, en los hombres y lo que son capaces de hacer. Platica con Dios y se pregunta por la s imperfecciones del hombre. Admirado por el paisaje llega a donde Helvia y las mujeres han sacado sus costuras y mesas de trabajo aprovechando el clima. Se sienta con ellas y platican de Sila y las barbaridades cometidas por él. Helvia lo trata como otro hijo, termina preguntándole por las confidencias de marco, a lo que el le responde que no habla de ellas, que se siente feliz por su visita pero hablan del clima y trivialidades. Adula a Helvia por su comportamiento y la hace llorar con unas palabras de Salomón. Termina contándole que Catilino se ha casado con Augusta aun con el moño funerario por Livia y sin importarle nada.

Cuando va a ver a Marco lo encuentra sentado junto al río sumido aun por su dolor. Platican un poco de que Marco tiene tiempo sin escribir y su editor lo presiona, y Noë le cuenta que ha contratado a Rocio, que es un actor, con pésimo comportamiento, pero amado en todos lados, una inversión sumamente prometedora. Termina ofreciendo a Marco ser socio en un tercio invirtiendo veinte mil, que recuperará con creces. Hasta que termina convenciéndolo.

Se meten a nadar en el río, Noë primero y Marco, recordando lo pasado lo hace cauteloso. Después se tiran en la hierba y Hablan sobre el Hijo de Dios que según Noë esta por llegar y Marco le pregunta si aun lo siguen esperando. Hablan de que no será reconocido más que por un acto de Fé. Después Noë le dice que aun puede renunciar a la inversión y Marco le dice que por ningún motivo renunciará al virtuoso Rocio y los dos ríen a carcajadas.

A lo lejos al escucharlos reír Helvia da gracias a su patrona Juno. En su regreso del campo Quinto también se alegra de escucharlos, y se dice que su hermano al fin ha regresado. Sin duda para Marco las horas pasadas con su amigo le han dado Paz, aun que sabe que nunca será el mismo. Noë también en su lecho piensa en el hombre fúnebre que encontró y se dice también que al fin ha regresado.

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La obra El portador de Fuego, fue efectivamente un éxito. Aquel Rocio, amado por las mujeres y odiado y envidiado por muchos hombres, era el que ponía la moda, así que los hombres más refinados usaban collares egipcios como el de él, era un seductor, buen actor, ingenioso y reconocido en muchísimos lugares, muchos lo imitaban y las mujeres hacían poesías en su Honor.

En Roma eran más importantes los deportistas, un Gladiador pedía lo que quisiera y se hacían estatuas a los luchadores. Los hombres no entendían que las mujeres le hicieran más honores que a un Gladiador, sin embargo le hacían suntuosos regalos. Cuando Rocio se declara patrono de las Artes, con cada compra a escultores desconocidos los hacía ricos y famosos.

Rocio era sumamente avaro y cobraba fuera quién fuera, invertía su dinero y fue el percusor del Teatro Moderno. Fue el primero en cobrar las entradas a un teatro, ya que eran gratuitos. Criticaba a los tacaños aun siendo uno de ellos. Hacía grandes obras benéficas pero en el anonimato. su actuación fue espectacular, y Noë no quizo deshacerse de él, así que escribió otra obra aun más ambiciosa.

Atico fue a visitar a Marco, era el editor y pensaba seriamente que Marco debería vivir para escribir y dejar de ser abogado. En su vivsita le plantea que se encuentra en un peligro y le cuenta que publicó el libro de un antiguo General de Sila. A quién Marco reconoce y de hecho comenta que ha leído el libro y le ha parecido extraordinario, que al terminarlo pensó que era maravilloso que Roma tuviera todavía hombres valientes y conservadores.

Le dice a Atico que no ve nada en contra del gobierno, sin embargo Atico le muestra una parte del libro y Marco entiende. Le dice que el que lo escribió está detenido y va a ser juzgado como traidor a la patria y varios cargos más. Pidiendo que no sea juzgado por los Magistrados, si no por el Senado y lo han condenado a Muerte, y los fiscales son Julio Cesar y Pompeyo encargados de hablar en nombre del gobierno.

Le dice que viene a pedirle que defienda a Servio el soldado, y Marco primero dice que Quinto su hermano está al servicio de Sila en Galia luchando, y cuando el editor decide retirarse, lo detiene y le dice que por Honor a ser ciudadano Romano va a defenderlo. Atico se pone feliz y le agradece y le repite que no pueden tener en la cárcel a un hombre Honorable, que dio su vida por Roma, sus hijos murieron defendiendo a Sila, y fue el mismo Sila quién lo besa y condecora considerándolo un Honor para el pueblo Romano, que también adoran a Servio.

Cuando van a verlo está custodiado con ternura por sus soldados, pero como son militares. Pero a pesar de ello si es condenado cumplirán con su deber. Marco se encuentra con un hombre ciego, sin un brazo, disminuido por años de lucha entregados a Roma, hombre digno y que piensa que Silo va a defenderlo. Les responde que no necesita abogado y que cuando Silo se entere que está en la cárcel, castigará a los que lo metieron ahí.

Atico le explica que fue Silo quién firmó la sentencia. Y el hombre se desmoraliza y ya no le importa. Pero le dicen que tiene que defender su nombre por el futuro de sus hijos y sus nietos. Y termina aceptando la ayuda después de escuchar a Marco. Que lo conmueve y convence de que al menos su nombre quedará limpio, para honor de Roma.

Al regresar le escribe una carta a Julio Cesar hablándole de ser el abogado de Servio y que su muerte indignara a muchos militares. Y también le escribe a Noë mandándole un ejemplar del libro. Y este a su vez le lleva el libro a Recio, a quién descabelladamente le propone actuar en Roma, y este decide que Silo lo mataría, Noë le dice que no puede matar a un hombre amado por todos en Roma y al final lo convence.

Julio Cesar asiste a casa de Marco y le pide que no defienda a Servio, ante lo cual Marco le expresa que por que no ha de defender a un hombre que dio su vida por Roma. Le explica que es peligroso atentar contra Silo, y desafiarlo. Pero con argumentos Marco le dice que lo único que quiere es reivindicar su nombre. Julio Cesar le ofrece devolverle su dinero, sus tierras y dejarlo ir. Pero Marco insiste en que Servio lo que quiere es recuperar su Honor. Acusándolo de no conocer esa palabra.

Discuten durante un rato y Julio Cesar acepta que le dijo a Sila que Marco no sería tan fácil de comprender, y que Sila le dijo que fuera a su casa a cenar para presentarle el caso. A lo que Marco pregunta qué pasa si no asiste y Julio Cesar le dice amenazador que quinto trabaja para él, por ello marco se ve obligado a asistir.

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En la cena están presentes, Silo, Julio Cesar, Pompeyo, Curio Pisón y Craso. Marco se sienta entre ellos y comienzan los entremeses. Nadie le habla a Marco y le pasan la mirada po encima, cosa que logra indignar a Marco, quién termina por apurar el motivo de su presencia, y durante la discusión primero pregunta por qué no está Catilina presente y le responden que está con su esposa. Termina enojado diciendo que antes se castigaba a los asesinos con la Muerte y ahora se les recompensa con una esposa rica y honores. Silo no entiende y marco le reafirma su acusación. Ante lo cual Julio Cesar trata de tomarlo en broma y le recuerda que no tiene pruebas. Aun así defiende su postura.

La conversación sube de tono y termina hablando con Sila a quién dice que después de matar a Servio no habrá ningún soldado que quiera luchar por Roma. Los presentes hacen comentarios burlones, Julio Cesar trata de convencerlo y a mitad de esas burlas Silo comenta que él también ama las Leyes y a Roma. Cosa que silencia y sorprende a todos.

Después le dice a Marco que piense si los hombres del senado y los magistrados con el poder que tienen ahora, y todos los lujos y excesos, en contra de años de humildad y necesidades, piensa que dejarán todos sus privilegios por Roma?, y de la misma forma analiza cada clase social dentro de Roma, haciendo hincapié en su nueva forma de vida y los beneficios con que ahora cuentan, si realmente Maco cree que lo abandonarían todo para luchar por restablecer la Antigua Roma, a lo que en cada ocasión y cada vez más triste marco Tulio responde que no.

Sila declara que él desearía lo mismo que Marco, pero que comprende que esta Roma corrompida y en decadencia no tiene en su seno por lo menos cincuenta hombres dispuestos a defender el Honor de Roma. Le dice que al llegar él, no encontró ni cien, ni cincuenta, ni diez, es más no encontró a uno solo que le impidiera el paso y le pidiera que dejara las armas y entrara en Roma caminando como Romano que es. Y esto lo defraudó tanto.

Marco se siente avergonzado y se levanta diciéndole a Sila, que Por esa misma razón y por no haber defendido a Roma, ahora defenderá a Servio y en su persona defenderé a la Roma que traicioné. Diciendo esto se retiró. Ante lo cual Silo dijo ahí va un Hombre señalado para la muerte, si no ahora, en un futuro. Curio lo llamó Traidor con mucho Odio, Pisón lo llamó un loco de baja cuna, Un hombre que se emociona y emite juicios fácilmente dijo Julio Cesar, Craso dijo que es un hombre indiscreto y Apasionado. Y Silo Culminó diciendo: S UN HOMBRE.

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Marco se reúne con Noë y con Roscio, Este último le da clases de cómo actuar frente al Senado para defender a Servio, y hacen ensayos, mientras Marco le dice que los abogados defienden con las leyes, Rocio le contesta que no, que los abogados también son actores y que de eso dependen muchos de sus triunfos. Y trabaja en el caso toda la semana. Después Marco recuerda que en su primer caso consultó a su padre, así es que va a ver a tulio, quién se emociona mucho y termina diciéndole que no solo tiene que defender el Honor y el Nombre de Servio, que tiene que sacarlo vivo de la cárcel, para que eduque a sus nietos en el Amor a Roma. Marco se va de ahí mucho más seguro. Y Tulio finaliza diciéndole que si gana ese caso será recordado por todos los que pasan la antorcha de la verdad a través de los siglos para iluminar las tinieblas.

Catilina habla con Julio Cesar y le reprocha el que no permitiera que mataran a Marco, este lo defiende diciendo que mucha gente lo ama. Catilina le dice que esa no es la razón y que debieron matarlo. Luego Julio Cesar le dice que defenderá a Servio frente al senado y que le ha pedido a Sila que esté presente. Catilina no puede creer que sea tan tonto de enfrentarse a Sila y humillarlo. Y Julio le dice que lo cree capaz de cualquier cosa. Que lo conoce y es un hombre honrado desde niño.

Marco habla con Arquias su amigo y tutor, quién le dice que siempre le recomendó prudencia y que si se da cuenta que Gana ese caso y si lo pierde puede perder la vida, y Marco le dice que si.

Se entrevista con Servio y le plantea varias veces lo que harán, y Servio no está de acuerdo, pero Marco lo convence diciéndole que hay que enfrentar al Senado con sus propias armas.

Cuando Marco cuenta todo a sus padres, Helvia pone una cara pensativa, Tulio ríe a carcajadas y le dice que el senado no es como antes, Que ya no hay integridad. Y que pueden hacer los Dioses cuando los gobernantes deciden mal.

Silas la noche anterior vuelve a leer la carta de Marco Tulio y se siente invadido por una extraña emoción y él que solo conoce su propia ley va al templo de Marte, enciende una lámpara y dice: Hay soldados que jamás llevan espada y valientes que no mueren en el campo de batalla.

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Jullio Cesar y Pompeyo van en su litera hacia el Senado, Julio agradece el mal clima, diciendo que nadie asistirá y Pompeyo dice que a nadie le importa la suerte de un viejo soldado. Pero se sorprenden al ver su camino detenido por multitud de personas que se han congregado para estar presentes, colocados en todos los rincones posibles y Pompeyo dice que no imaginó que tan conocido era Marco Tulio Cicerón.

Para abrirse paso mandan a un muchacho con un bastón y de momento la multitud se abre para dejar pasar a Roscio escoltado por soldados. Pompeyo dice que Sila va a correrlos y Julio Cesar le dice que no se atreverá. Más adelante llega igual Arquias el maestro de Marco enjoyado y acompañado por Artistas y Gladiadores.

Justo cuando se preguntaban por Sila, se escuchan trompetas, soldados a pie hacen valla para dar paso a Silas elegantemente vestido y manejando su carro con maestría. Julio alcanza a decir que Roscio tiene un rival. Y de tanta risa asustó a Pompeyo pensando que le daría un ataque, sin embargo bajó de la litera y hasta saludó a los que tenían afecto por él.

Servio entró escoltado por su pelotón, dignamente vestido con su uniforme y espada colgando, guiado por un soldado y caminando erguido como si tuviera vista. Se detiene frente a Silas quién mirándolo se sintió estremecer ante su amigo y compañero de armas mientras Servio en voz baja pregunta Lucio?, entre el murmullo se dice que penoso para Silas quién responde Cantón!, Servio saluda con el puño en el pecho al ahora su enemigo. Y pregunta por Marco, quién entra vestido de negro y tal como lo planearon. A lo que Silas indignado le dice que insulta al Senado vestido asi. Y Marco responde que es en señal de dolor por el delito de su cliente. Silas le dice que si admite antes del juicio que su cliente ha cometido los delitos que se le imputan y él responde que no los conoce aun.

Los mismos son leídos por Julio Cesar y Marco solo responde que no los conocía pero que conoce un peor delito cometido por Servio. Sila cada vez más molesto le pregunta si el convocó esa multitud y Marco le responde que vienen a verlo a él, sin embargo conforme el plan comienzan a gritar el nombre de Cicerón, a lo que Sila dice que no es su nombre el que gritan y Maco solo dice sentirse atribulado.

Julio Cesar presenta el caso y las acusaciones contra Servio y Marco va manejando la representación pidiendo que sean leídas las partes que arrojan esos delitos, se niegan a repetir lo que dice el libro a lo que termina siendo Julio Cesar quién lee un fragmento, después Marco toma un pergamino y repite en voz alta una antigua ley:

»"Ningún hombre podrá ser acusado a la ligera y por oídas o por acusaciones sin fundamento. Los jueces que lo juzguen y los testigos que se presenten contra él habrán de aportar pruebas irrefutables y testimonio directo, y los jueces habrán de tener siempre por norma que sólo este testimonio sea registrado en los libros de los escribas y sometido a la atención de los magistrados de la ley.(TEXTUAL DEL LIBRO).

Sila responde que esa ley ha sido abolida y Marco agradece que se lo haya hecho saber al senado. Julio lee un párrafo del libro y los senadores dicen que es un ataque directo a Silas. Hace un silencio y Marco pregunta cómo es posible que Cincinato habiendo escrito eso hace 400 años supiera de la existencia de Sila. Todos estallaron en carcajadas y Sila terminó diciendo que eso no era un delito y que todos Honran la memoria de Cincinato.

Julio Cesar reía por dentro, leyó otro párrafo y alguien gritó Traición. Pero Silas repitió que eso también era de un discurso de Cincinato. Después leyó otro y un anciano dijo que iba en contra de las leyes de Sila y por lo tanto era Traición. A lo que Marco pregunta de quién, el le responde que de Servio y Marco le dice que la cita es de Aristóteles. Y Sila dice que no hay una Ley contra leer a Aristóteles. Y así siguen leyendo y resulta que todo lo escrito por Servio eran citas de frases escritas por hombres ilustres.

Marco cierra diciendo que el delito de Servio es haberlos citado sin mencionar su procedencia y que su delito es de plagio y que si lo hubiera sabido no lo habría defendido. También lee en voz alta el castigo por ese delito. Pide que sea castigado por su delito y Julio Cesar pregunta a Silas. Quién sereno dice que el delito no es traición si no plagio y que el libro sea retirado del mercado y pague su delito.

Que le sean regresadas sus tierras y que puede irse. A lo que Servio responde que si no es perdonado por Silas se arrojará a su espada. Silas se levanta lo abraza lo besa y le dice que esta bajo su protección y que le perdona su delito de plagio que puede irse en Paz.

Los amigos de Marco bajo la seña comenzaron a gritar viva Cicerón. Y en voz baja Servio le dice a Sila que es un tirano y el le responde que no es su culpa, que es culpa del pueblo. Servio lo besa en la mejilla entendiéndolo y compadeciéndolo.

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