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La Teologización de la política


Enviado por   •  13 de Enero de 2017  •  Ensayos  •  1.495 Palabras (6 Páginas)  •  235 Visitas

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La Teologización de la Política:  el Medioevo y la Teocracia

Presentado por Rosa López 5540103

A fin de abordar el tema de la  teologización de la política, se exponen a continuación el pensamiento de dos autores, a saber, Santo Tomás de Aquino con su obra  Del Gobierno de los Príncipes y San Agustín con su obra La Ciudad de Dios.

Santo Tomás de Aquino. Del Gobierno de los Príncipes

Del Gobierno de los Príncipes comienza expresando en el Libro primero,   la definición del ser humano como pensante, que obra según propósitos y que es un animal social y político, que requiere vivir con otros para subsistir, con la ayuda de la razón y el trabajo de sus manos.  En este intercambio social los humanos se comunican y se dan un gobierno a fin de organizarse.  Estas formas de gobierno si son injustas, pueden ser:

Tiranía

Gobierno de uno solo

Oprime y no busca el bienestar de la multitud

Oligarquía

Gobierno de pocos

También oprimen se diferencian del Tirano en que son más

Democracia

Gobierno del pueblo

La muchedumbre oprime a los más ricos y se convierte en tirano.

Si son formas de gobierno justas, pudieran resumirse en:

Monarquía

Gobierno de uno solo

Procura el bien de la muchedumbre

Aristocracia

Gobierno de pocos virtuosos

Gobierno de los mejores.

“Policía”

Gobierno de muchos

Ejemplo: cuando un grupo de soldados manda en una ciudad.  

De todas estas formas justas, el autor muestra preferencia por el gobierno del Rey justo, debido que, al ser uno solo,  promueve la convivencia, evita las disensiones y fomenta la paz.  Este Rey no debe convertirse en Tirano, más el pueblo, debe ser tolerante y recurrir contra él, sólo en caso de excesiva tiranía y procediendo en colectivo y no individualmente, teniendo en cuenta el famoso refrán que dice:  es mejor malo conocido que bueno por conocer.  Esta posibilidad que tiene el pueblo de darse un mejor gobierno monárquico, queda reducida cuando se señalan algunas frases bíblicas según las cuales es posible que Dios les haya enviado ese Rey tirano para que paguen por sus pecados.  En el Capítulo VIII, se compara el gobierno de Uno con el gobierno político, concluyéndose lo siguiente:  Las Leyes “… no comprenden todos los actos particulares, porque de todos no puede tener providencia el legislador, por no saber todo lo que había de suceder a sus súbditos; y de aquí se sigue ser de menor potencia el gobierno Político, porque el que gobierna juzga al pueblo solamente por las leyes, lo cual se suple por el señorío Real, pues no estando obligado a ellas juzga según su parecer y prudencia; y así se acerca más a la providencia divina que tiene cuidado de todas las cosas...” (p. 36)

Los Reyes a cambio de sus leales servicios a favor de las multitudes recibirán como compensación la bienaventuranza celestial.  A esto, se añade que si el Rey obra con justicia, se verá recompensado con riquezas, gasta menos en soldados para que lo protejan y Dios los premia con abundancia, honor y fama. Más adelante en el Capítulo XV, orienta que el Príncipe debe recordar las necesidades de los pobres, dar limosnas, mantener hospitales y casas de hospedaje.  Con esto se espera que aumente la prosperidad de su gobierno al tiempo que las buenas acciones intercedan como fiador del Príncipe ante Dios. (P. 43)

Del gobierno del Rey se espera que es llevar a su rebaño según las leyes de Dios, cuide el vivir bien de su pueblo, para que a su vez éste no quiera derrocarlo, aparte  a sus súbditos de la maldad con  leyes y decretos y cuidarlos de sus  enemigos exteriores.

En el cumplimiento de sus deberes está por demás justificado, que se procure fundar reinos y que éstos tengan “… abundancia de riquezas temporales, que se llaman naturales...” (p 31). Esto lo justifica aduciendo que las cosas son más deleitables si son propias, porque “...están más unidas a su dueño y la unión es propiedad del amor, como dice Dionisio, y al amor síguese el deleite, porque cuando la cosa que se ama está presente, trae delectación consigo misma”.   Es toda una apología a la propiedad privada.

Se dedican varios capítulos a justificar las razones por las cuales es necesario que el Rey tenga tierras, ganado, oro, plata y monedas, todo esto para ejercer su gobierno con justicia y en forma oportuna, para que el Rey mantenga a su familia, brindar socorro a los súbditos, mantener el ejército, construir caminos seguros y otras medidas de seguridad.  Recomienda ampliamente que el reino tenga moneda propia, se administre con Ministros que aunque son de ayuda al Rey, deben ser estrechamente controlados.  Otra de las medidas administrativas recomendadas con los pesos y medidas, ya que influyen en la recaudación de tributos, las compras y las ventas, “… porque escrito está en el libro de la Sabiduría en el cap.2, que Dios dispuso todas las cosas con número, peso y medida” (p. 42)

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