La iniciativa y la lingüística

Capitulo 1.

La iniciativa y la lingüística

"La teoría de la legislación, es una parte de la ciencia jurídica, que proporciona a la técnica legislativa el marco adecuado para su desarrollo y no perderse en el pluralismo jurídico".

Lo anterior quiere decir, que, la explicación del contenido de las disposiciones se refleja en la exposición de motivos por lo que las reglas de la lingüística contribuyen a la descripción jurídica sencilla y precisa, que sea comprensible para los gobernados y los gobernantes.

"La presentación de una iniciativa es el acto que desencadena una reacción ordenada para integrar y expedir una norma."

El derecho de iniciativa suele confundirse con el derecho de petición. hay que entender que:

La iniciativa es un derecho publico objetivo, tiene el fin de transformar una ley, en virtud de que es un documento que contiene elementos formales y fundamentos legales que permiten el ejercicio de esta atribución. Mientras que el derecho de petición es de orden publico y subjetivo, este tiene como finalidad lograr un acuerdo de cualquier autoridad administrativa respecto el escrito que se haya presentado.  

La iniciativa puede provenir del interior o fuera del poder constitucional. Cuando proviene del exterior es por medio del presidente de la República y de las legislaturas locales de las Entidades Federativas; ahora bien, proceden del interior cuando las presentan los diputados o senadores.

En la práctica, se integran grupos o subgrupos de trabajo especializados e intersecretariales, según el proyecto a elaborar, ya que es importante consultar a las dependencias involucradas a fin de evitar contradicciones. Cuando no se logra llegar a un acuerdo para integrar y presentar una iniciativa legislativa se puede utilizar el método de aproximaciones, este consiste en dejar para el final las discusiones y negociaciones. Las disposiciones controvertidas para llegar a un documento único de iniciativa de ley; Posteriormente se enviará a la consejería jurídica del ejecutivo federal para su estudio y revisión.

Una vez revisada dicha iniciativa, la Secretaria de gobernación la presentará ante el órgano legislador. Si la iniciativa proviene del ejecutivo, su presentación es ante dicha Secretaria, que es la encargada de impulsar los tramites y las relaciones del ejecutivo con otros poderes de la Unión.  

Cuando los proyectos de particulares, corporaciones o autoridades que no cuenten con derecho de iniciativa, deberán pasar directamente por el presidente de la Mesa Directiva de la cámara a la comisión correspondiente. Esto es dependiendo del asunto del que se trate.

El proceso de producción legislativa, es una interrelación de varios elementos, como lo emisores que engloban aspectos lingüísticos para transmitir de manera clara el mensaje jurídico, sus fines y valores; los destinatarios y la ubicación de la producción legislativa; la teoría de la legislación, que implica el concepto, evolución y análisis comparado de la normatividad jurídica; los órganos constitucionales y procedimientos que siguen para la elaboración de la norma; los contenidos, fines y medios de las leyes; y por último la configuración del articulado y el lenguaje. Todos los factores antes mencionados, al combinarse dan como resultado el diseño de la legislación.

Para explicar las circunstancias que originan la emisión de una norma, nos conlleva a ciertos factores:

-los endógenos, estos pueden ser susceptibles a controlarse a través de un tipo de relación.

-los exógenos, estos son lo que originan un problema pero que se encuentran sustraído de toda influencia.

Cuanto mayor es el peso de los factores exógenos en la acusación del problema, hay mayor probabilidad de que sea regulado eficazmente.

La efectividad de la legislación se mide por su vigencia real y por la consecución de los fines que planteo el legislador.

Las expresiones por escrito obligan a que se respeten las reglas gramaticales con el fin de comunicar las ideas con un lenguaje claro y correcto.

La lingüística legislativa es el arte de redactar las normas jurídicas, sin embargo, no es el objeto de este trabajo hacer especificaciones de la gramática, pues al redactar normas jurídicas es substancial respetar las reglas gramaticales y de la lingüística legislativa.

El positivismo ha buscado la claridad, la sencillez y la congruencia normativa. Debe considerarse el estilo, la ortografía y la formalidad jurídica. ello, debe considerarse el estilo, la ortografía y la formalidad jurídica. Esto representa en la ciencia del derecho, un intento de dar respuesta a la antiquísima pregunta acerca de lo “recto”,

Ahora bien, si el legislador desea formular obligaciones que los particulares deben cumplir de manera personal, entonces ha de precisar qué es lo que de ellos se exige, pues de ahí resulta el contenido y forma de las normas. Para lograr la sencillez es substancial usar un lenguaje técnico de forma concreta, con frases cortas y no sobrecargar las oraciones, plasmar lo fundamental con términos concisos, sencillos y precisos. Esta armonía facilitará su interpretación sistemática y no al arbitrio de los aplicadores.

Lógicamente, lo expuesto implica los aspectos estilísticos que se refieren a la brevedad de los enunciados y al empleo correcto de los tecnicismos, el estilo es la manera de combinar las frases para expresar términos;

en la redacción de textos normativos, es recomendable la supresión de expresiones rebuscadas y elegantes, con base en una locución clara, precisa y sencilla. El proyecto que le da origen está formado por un texto que llamamos “dispositivo” y otro que contiene la motivación “fundamentos”, si emana de un legislador, o “mensaje” si pertenece al Poder Ejecutivo. Estos lineamientos contribuyen en gran medida a la interpretación” del texto del dispositivo.

El texto nace a partir de un propósito, una intencionalidad del escritor. que, no puede haber dudas en cuanto a cuáles son las normas contenidas en el texto; que la norma no puede ser diferente para cada lector. Frecuentemente. La normatividad tiene entonces un propósito sumamente importante para la sociedad, pero para que ese propósito se cumpla debe darse la exigencia de la certeza preceptiva.

Igualmente, dentro de algunas reglas para lograr una buena redacciónnormativa destacan, emplear la palabra exacta; el mismo concepto debe expresarse siempre con el mismo término o giro. No usar sinónimos; si se usa un término en un sentido que no es el habitual se lo debe definir, aunque es recomendable no alejarse demasiado del sentido habitual; evitar sustituir los sustantivos por pronombres.

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