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La muerte en Neruda


Enviado por   •  24 de Septiembre de 2015  •  Ensayos  •  1.360 Palabras (6 Páginas)  •  149 Visitas

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Taller de Poesía Chilena e Hispanoamericana

Profesor: Gastón Carrasco

Alumno: Alexis Núñez

La muerte material de Neruda

        Escribir sobre la muerte es hacer referencia sobre algo que, paradojalmente, nos tocará “vivir”, ya que según la frase popular, “es lo único seguro que tenemos”. Así entonces surge la cuestión de porqué lo “tenemos”, como si fuera algo material o tangible que nos aseguramos, sin embargo nadie sabe que es. Este aspecto metafísico es lo que cuestiona Neruda en su poética, al menos en una de sus obras y será la pregunta base de este ensayo: ¿Qué es el materialismo metafísico, cómo se manifiesta en Residencia en la tierra de Pablo Neruda? Y para precisar el objeto en cuestión, será central hablar sobre la muerte, que se considerará lo más trascendente en el aspecto metafísico de este libro.

        Neruda, intenta materializar este concepto dándole características muy concretas para que el lector se haga una imagen mental específica sobre la muerte. Esta podría ser la respuesta a la pregunta base, es decir, el materialismo metafísico es la concretización de un objeto que traspasa los límites del mundo físico y que se puede manifestar en el mundo literario, en este caso el lírico, cuestionando su propio origen o su propia naturaleza.

        Para revisar este postulado inicial, y respondiendo a la segunda parte de la pregunta base, en Residencia en la Tierra, se puede manifestar en el poema “Solo la Muerte” y en el cual análoga este concepto con diferentes objetos y sensaciones:

        La muerte está en los catres:

en los colchones lentos, en las frazadas negras

vive tendida, y de repente sopla:

sopla un sonido oscuro que hincha sábanas,    (45)    

y hay camas navegando a un puerto

en donde está esperando, vestida de almirante

        

        La muerte estaría presente, según el poeta, en cosas tan materiales y concretas como un catre, colchones, y frazadas, es decir, en la cama, en el sueño. Hay un paso de lo concreto que es un dormitorio, o de alguien que duerme en ese dormitorio y que siente como se transforma en un soplo, en viento, rompiendo barreras físicas y es un “sonido oscuro” que se mete entre las sábanas de quién duerme, y además es un viaje, pero un viaje en agua, en río o en mar, ya que estas camas donde alguien duerme navegan hacia un puerto en donde la misma muerte las espera, pero vestida como un personaje que conoce el mar para poder navegarlo. En conclusión, en este verso tenemos a la muerte como algo concreto, como un catre, y como un viaje, lo que es navegar, hacia encontrarse consigo misma en un personaje tan real como un almirante.

        Como segundo análisis,  la muerte la representa con un aspecto que no se puede ver, pero si es perceptible por el cuerpo humano: como sonido:

tumbas llenas de huesos sin sonido (2)

hay la muerte en los huesos, (10)

como un sonido puro,

como un ladrido sin perro,

hacia arriba, con las velas hinchadas por el sonido de la muerte, (21)

hinchadas por el sonido silencioso de la muerte.

A lo sonoro llega la muerte

(..) llega a gritar sin boca, sin lengua, sin garganta. (27)

             Sin embargo sus pasos suenan

y su vestido suena, callado, como un árbol.

sopla un sonido oscuro que hincha sábanas (45)

        Aquí, el estudio metafísico de la muerte se vuelve sensible al oído, es decir, se puede oír y es sonido, pero un sonido que se manifiesta a través de elementos concretos, como los huesos en primer lugar. La muerte estaría en las tumbas de los muertos pero sus huesos no tienen el sonido que debiera tener la muerte, como lo afirma en el verso diez. El paso de algo tan tangible como el mismo cuerpo a un sonido que no lo emite un sistema de habla humano demostrado en el verso (27) nos habla de este tránsito que hace Neruda jugando con imágenes muy definidas a analogías como el ruido del roce de las hojas con el viento, que sería la muerte quien las mueve, mediante los pasos que daría al acercarse a su potencial víctima, haciendo que hinche las sábanas, es decir, se meta nuevamente en el cuerpo dormido y termine por dominar al vivo.

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