Lectura Del Libro El ABC Del Aprendizaje Cooperativo

Lectura del libro: El ABC del aprendizaje cooperativo

Ramón Ferreiro Gravié

Margarita Calderón Espino

Editorial Trillas, S.A.

México 2000 (reimp. 2007)

El texto tiene una presentación muy amena, lo que permite realizar un agradable recorrido a través de todas sus páginas. Trata el problema del aprendizaje, entendiendo que “el aprendizaje, aunque es un fenómeno individual, se da en un marco social de relaciones, interrelaciones y de ayuda que implica el afecto mutuo”. Presenta el aprendizaje cooperativo como una de las técnicas de trabajo en equipo que puede llegar a ser una alternativa para solucionar muchos de los problemas de aprendizaje que se tienen hoy día en todos los niveles del proceso educativo.

Los autores parten para justificar el uso de la aplicación del aprendizaje cooperativo de la base científica de los planteamientos de Vigotsky, como representante del paradigma sociocultural de la psicología educativa. Según Vigotsky, la existencia en la sociedad, vivir y compartir con otros, es fuente y condición del desarrollo de los procesos psicológicos superiores, distintivos y comunes al hombre. En el tratamiento del tema, plantean algunos principios rectores que son necesarios para un buen desarrollo del aprendizaje cooperativo, así como también algunas técnicas, justificación del uso y algunas situaciones que se deben propiciar en el aprendizaje cooperativo para poder lograr de mejor forma los procesos de aprendizaje.

Se presentan los roles de todos los actores del proceso enseñanza aprendizaje dentro de un contexto del aprendizaje cooperativo, como el estudiante, el maestro y la comunidad involucrada en este proceso. Además, se dan algunas pautas con el respaldo de ejercicios prácticos, que ayudan a aquellas personas que no conocemos o no somos expertas en el tema o en técnicas de aprendizaje, para que podamos realizar una implementación de este tipo de aprendizaje en el aula de clase.

Debido a como los autores tratan el tema del aprendizaje cooperativo, este texto puede ser recomendado como lectura para aquellas personas que iniciamos en la hermosa profesión de ser maestros. Así como para aquellos que ya se encuentran ejerciendo como profesores pero que no han tenido una formación básica en las teorías, técnicas y estrategias del aprendizaje. Este texto puede ayudar a entender mejor los procesos de aprendizaje y adquirir óptimas herramientas para un trabajo de mejor calidad, conscientes siempre de la importancia social del trabajo del maestro.

A continuación redacto un poco acerca de los temas tratados en el libro del ABC del aprendizaje cooperativo.

Antecedentes

El aprendizaje colaborativo, sus antecedentes se remontan a la misma historia social del hombre; fue la cooperación entre los hombres primitivos la clave para su evolución, a través del intercambio, la socialización de procesos y resultados así como toda actividad grupal, a la par de la propia experiencia laboral, el desarrollo de las manos y la aparición del lenguaje articulado, logros materializados con el desarrollo del cerebro.

En diversos escritos antiguos entre los que se encuentra la Biblia y el Talmud aparecen referencias explícitas a la necesidad de colaboración entre iguales. En el Talmud se establece que para aprender se debe tener un igual que facilite el aprendizaje y a su vez facilitarle uno el aprendizaje al otro. El filósofo griego Sócrates enseñaba a los discípulos en grupos pequeños, involucrándolos en diálogos en su famoso "arte del discurso."

Si se consultan los anales del Imperio Romano o a clásicos de este periodo como Séneca se atisban expresiones latinas como "Qui Docet Discet", que traducidas literalmente significan, "cuando enseñas aprendes dos veces", enfatizando el valor de enseñar para aprender.

Para Quintiliano, destacado educador de este periodo la enseñanza mutua es un beneficio necesario, aludiendo a la necesidad de que cada aprendiz enseñe a los demás. Durante la edad media los gremios de arte enfatizaban que los aprendices debían trabajar juntos en grupos pequeños, los más hábiles trabajando con el maestro y luego enseñando sus habilidades a aquellos menos experimentados. Pero no es hasta los siglos XVI, XVII y XVIII con la aparición de las primeras tendencias pedagógicas que se abordara el aspecto grupal de la educación.

John Dewey revoluciona la educación e introduce la experiencia como parte de ella, lo social ocupa un lugar relevante, sentando las bases para la creación de una "escuela activa", de la misma forma que recalca la importancia de la "cooperación" frente al "individualismo", la "creatividad" frente a la "pasividad" y el "trabajo manual" frente a las "asignaturas", otro aspecto importante lo asigna a los libros de texto, sólo en función de consulta.

Estas ideas de Dewey influyeron en otros pedagogos y es considerado el verdadero creador de la llamada "Escuela Activa", que serviría de estímulo a la creación del "Plan Dalton", el "Método de Proyectos" y el "Método de Cousinet". La obra de Dewey causó un gran impacto y se opondría a la enseñanza dogmática; aunque la exaltación del aspecto pragmático de la enseñanza, condujo a la omisión de aspectos teóricos importantes, pero lo que no se le puede negar es su "descripción y la concepción del grupo escolar como integridad y como un sujeto activo".

Se ve pues que el aprendizaje cooperativo no es nuevo, lo que es nuevo son las investigaciones que demuestran su eficacia y eficiencia, así como la reconceptualización teórica que lo fundamenta a base de puntos de vista de la ciencia contemporánea.

Justificación y conceptualización.

El ser humano vive en sociedad; a través de los grupos, hombres y mujeres se relacionan para sobrevivir, crecer y desarrollarse. La sociedad contemporánea se caracteriza por lo siguiente:

• Un nuevo orden económico.

• Explosión de tecnologías.

• Revolución informática.

• Crisis de valores.

Mientras que, por su parte, la escuela se caracteriza por:

• Un aislamiento de los problemas sociales.

• Aprendizaje tedioso.

• Oferta educativa homogénea.

• Proceso centrado en la enseñanza y no en el aprendizaje.

• Aprendizaje individual.

• Distribución frontal.

• Baja participación de los alumnos.

• Comunicación deficiente entre director y profesor.

• Libro de texto aburrido.

• Poca responsabilidad por parte del alumnado.

Más que enseñar a pensar, aprender a estudiar, hace reflexionar, propuestas integradoras que pongan en primer plano la movilización y modificabilidad de los recursos cognitivos, afectivos y volitivos del propio sujeto: aprender a educarse.

En este marco el aprendizaje cooperativo se convierte en una respuesta ante el individualismo, la competencia entre desiguales, el desfase entre la escuela, el salón de clases y la sociedad.

El aprendizaje cooperativo hace posible que la igualdad de derechos se convierta en igualdad de oportunidades, aprender en grupo, es decir en comunidad. La nueva escuela requiere que sus dirigentes sean capaces de organizar, atender y coordinar las acciones del equipo de maestros para crear en las escuelas comunidades de aprendizaje que garantice el desarrollo continuo de sus miembros y, por tanto de la institución.

Un equipo o comunidad de aprendizaje es el conjunto de personas que reunidas en un lugar y tiempos determinados, se ocupan de una tarea que les exige asumir funciones e interactuar para el logro de una meta. El maestro debe propiciar la auto-organización y autogestión grupal, así como el contacto de los compañeros entre sí, con la propia institución y con el medio social de esta. Una comunidad de aprendizaje de maestros se define como el tiempo y el espacio en que los educadores de un nivel/grado escolar, una asignatura, de una institución o varias hablan de su práctica profesional: de sus aciertos y logros, de sus preocupaciones y dudas intercambiando lo que cada uno sabe y sabe hacer.

Para el continuo proceso de desarrollo de una comunidad de aprendizaje tanto de maestros como alumnos se plantean los siguientes requisitos:

1. Precisión de la tarea.

2. Establecimiento de normas y principios.

3. Asistencia y puntualidad.

4. Distribución de responsabilidades.

5. Participación.

6. Técnicas de trabajo social.

7. Dinámica grupal favorable.

8. Evaluación grupal e individual

9. Comunidad de aprendizaje

10. Satisfacciones.

Las relaciones entre alumnos y maestros, para aprender, puede ser básicamente de tres tipos:

• Individualistas: Que privilegian la no comunicación entre los miembros de un grupo escolar desde su distribución en el salón de clases.

• Competitivas: Cuando cada uno de ellos percibe que puede obtener un objetivo de enseñanza y aprendizaje si y solo si os otros alumnos no obtienen el suyo.

• Cooperativas: Cuando cada uno percibe que puede obtener un objetivo de enseñanza y aprendizaje si y solo si los otros alumnos obtienen el suyo.

El aprendizaje cooperativo se caracteriza por tener:

• Carácter sistemático.

• Universalidad.

• Apertura.

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