Libro: Génesis y transfiguración de las estrellas

Libro: Génesis y transfiguración de las estrellas

Autor: Joaquín Bohigas

Capítulos: 1 y 2

Capítulo I: El camino ascendente del conocimiento

Los humanos desde el principio solo se podían maravillar ante la grandeza y potencia del mundo que los rodeaba, pues proporcionaba todos los medios necesarios para sobrevivir, los humanos de dejaron de notar la importancia del sol, especialmente para la agricultura, lo cual los impulso a observa detalladamente el movimiento del sol y las  estrellas.

El sol y las estrellas tomaron gran importancia gracias al desarrollo del comercio,  ya que eran el único faro que tenían los mercaderes para poder orientarse en los mares y desiertos. Todas las civilizaciones de la antigüedad consideraron la observación del cielo una tarea vital y elaboraron calendarios preciosos, un ejemplo es el de los mayas, hubo algunas civilizaciones que lograron saber cuándo habría un eclipse solar.

Tan solo en China, hace menos de dos mil años, habían grandes centros dedicados al estudio del cielo, y estos centros estaban divididos en departamentos, en los cuales trabajaba cerca de mil personas. Entre los departamentos se puede ver que los astros no solo se ocupaban por razones prácticas, sino también por motivos esotéricos, tales como la astrología y adivinación. Entre nuestros antepasados se tenía la idea de que los astros no solo anunciaban y determinaban ciertos fenómenos naturales, sino que  también cada aspecto de sus vidas. También se creía que los gobernantes eran mensajeros de los dioses, del cielo, o incluso de sus descendientes.

Los astros también fueron un motivo de reflexión acerca del ser y razón del universo, si la naturaleza estaba llena de misterios el cielo era el mayor de todos los misterios, se usaron los astros para personificar a sus dioses pues debido a su altura inalcanzable parecían haber creado el mundo. Los dioses y estrellas fueron  venerados en todas las religiones. Pensando en los astros se construyeron monumentos religiosos, cuya orientación es muy precisa con los astros.

Las grandes tablas en donde se escribían las posiciones esperadas de los astros a lo largo del año, y mitos, fueron los primeros pasos que dio la humanidad  hacia el conocimiento de la realidad. Mientras el tiempo pasaba se fueron creando versiones de la creación que se iban alejando de los seres fantásticos. Los griegos elaboraron modelos matemáticos para intentar explicar los datos de las tablas astronómicas y buscaron explicaciones físicas a diversas manifestaciones de la naturaleza.

Platón describe la forma dada por dios al universo: “Lo hizo Redondo y esférico, […] y le dio la forma orbicular, que de todas las formas es la más perfecta […] y le asigno el movimiento adecuado a su forma […] aquel que esta mas en relación con la inteligencia y el pensamiento.” Su teoría construyo uno de los intentos de describir el movimiento de los astros sin necesidad de invocar fuerzas sobrenaturales.

Los griegos se encargaron de encontrar los elementos esenciales de la naturaleza, y en particular de que material están hechas las estrellas, o al menos eso creían. Para Tales de Mileto, las estrellas eran cuerpos materiales hechos de fuego.

Nicolaus Copérnico publica De Revolutionibus Orbium Coelestium cincuenta años después del descubrimiento de América. Las mentes despiertas de la época respondieron con entusiasmo a la propuesta copernicana. Un ejemplo e Giordano Bruno que fue ejecutado por la inquisición en el año 1600. Uno de los argumentos más impactantes  a favor de la teoría de Copérnico fue el de Galileo que al apuntar su telescopio a Júpiter encontró que alrededor de este giraban otros cuerpos.

Immanuel Kant en 1755 propuso que los astros se forman al condensarse materia difusa alrededor de la región donde la densidad era mayor originalmente.  En 1814 Joseph von Fraunhofer, hizo pasar luz solar a través de un prisma y termino encontrando más de 600 líneas obscuras en el espectro solar, pero no puedo explicar su origen. Más tarde en 1862 Gustav Kirchoff demostró que las líneas obscuras las producen elementos como el sodio, calcio, cobre entre otro que se encuentra a temperaturas de miles de grados centígrados. Por esos mismos años William Huggins y Angelo Secchi realizaron estudios espectroscópicos de numerosas estrellas. Huggins escribió en 1863 que “aunque las estrellas difieren entre sí por la variedad de la material que las constituye, todas están sin embargo formadas sobre el mismo modelo que nuestro sol, y se componen, al menos en parte, de los mismos materiales que nuestro sistema” Se demostró que el sol es una estrella, y que el ser humano y astros están hechos de lo mismo.

A lo largo del tiempo ha habido muchísimas teorías tratando de explicar la creación del universo, los astros, la luz solar entre otras muchas cosas que el humano simplemente no le encontraba sentido, es gracias a esto que vemos a lo largo de toda la historia muchas personas que por todos sus aportes al entendimiento, son relativamente famosos, entre ellos esta Isaac Newton, Immanuel Kant, Gustav Kirchoff entre muchos otros nombres.

Actualmente sabemos que la verdad no está en historias fantásticas y mitos religiosos, sino que debe ser extraída de la experiencia material mediante el juicio severo de la inteligencia y con el método que proporciona la ciencia. Y el universo y los astros ya no son ese oscuro vacio mágico de antes, ahora se sabe que se puede explicar mediante leyes, y que está hecho de los mismos materiales que pisamos.

En este capítulo se hablo de la historia de los astros, desde las civilizaciones antiguas hasta tiempos relativamente recientes.

Capítulo II: Los mensajes de las estrellas

Las estrellas tiene varias tonalidades son desde azules, blancas, rojas y amarillas, también sus brillos son distintos, los que están familiarizados con el cielo notan estas diferencias entre las estrellas, pero no solo es la forma, color o brillo de las estrellas lo que cambia, sino que también las posiciones, y en extraordinarias excepciones parecen no cambiar. La ciencia explica que los cambio s que suceden en el cosmos ocurren en escalas de tiempo muy prolongadas y que frente a estas, nuestra vida es más que un instante.

Las dos estrellas más brillantes de Orión, Rigel y Betelgeuse, blanca y roja respectivamente, son el ejemplo de las diferencias de color que hay entre las estrellas. Para las civilizaciones antiguas el color de las estrellas significaba el carácter de los dioses que las habitaban, pero en la astronomía moderna, el color de una estrella significa la temperatura de su atmosfera.

Al aumentar la temperatura de una barra, una fracción cada vez mayor de la energía que radia es azul, así mismo sucede con las estrellas. La cantidad de energía radiada aumenta con la temperatura. Esto lo explica la ley de Planck, que establece con precisión las proporciones de energía que emite un cuerpo a cierta temperatura, en distintos colores del espectro.

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